"Dicen que son lo peor, que nadie sale vivo después de que las enfrentas".
"¿Así?, pues me enteré que vinieron de intercambio por haberse metido con todos los maestros de su antiguo instituto".
"Dicen que bailan en un lugar para hombres".
"Son raper...
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—Lo siento, no puedo continuar viviendo así. — Las palabras de su padre se hicieron presente en aquella sala, en donde se encontraba las dos pequeñas gemelas, y su madre; quien había sido dada de alta en el hospital.
—¿De que hablas? — Habló ella, las niñas miraban atentas aquella escena.
—Estás enferma, yo siempre quise tener un matrimonio sin problemas; no estoy para cuidar a enfermas.— El hombre arrastró su maleta y la dejó en la puerta.
—¡No puedes dejarme! — Gritó la madre en llanto.—Tus hijas te necesitan, ¿Las abandonaras? — Él negó con la cabeza, camino hasta donde estaban ellas, se agachó a la altura de Lalice; quien tenía lágrimas en los ojos.
—Papi, no te vayas por favor.— Suplicó mientras se aferraba a él en un abrazo.
—Lo siento, no puedo quedarme más en éste lugar.— El hombre la abrazó con fuerza, se separó de ella y besó su frente con mucha dulzura.
—Te voy a extrañar mucho, papi.— Él le sonrió triste.
Miró a su otra pequeña, quien estaba seria, no tenía lágrimas en sus pequeños ojitos.
—Lisa...cuida de tu madre.— La niña ni siquiera se movió.
Él se levantó y camino hasta donde había dejado su maleta, miró a su esposa mientras lloraba, soltó un suspiro y camino hasta la puerta, pero antes de salir, una voz lo detuvo.
—Cuidaré de ella...algo que tú no quisiste hacer.— El hombre sintió su corazón siendo apretado fuertemente. Quiso girarse y encarar a su pequeña pero valiente hija; pero simplemente salió de esa casa, para no volver más.
Después de que el hombre saliera de la casa, su madre empezó a tener dificultades para respirar, la pequeña Lisa lo único que hizo fue llamar a su tía para que ella llamará a emergencias, ella no podía hacer tal cosa, la última vez que lo hizo no le creyeron y su madre casi muere.
Su tía llegó al mismo tiempo que la ambulancia, la ambulancia se llevó a su madre, y su tía se las llevó a ellas en su automóvil.
La vida de Lisa fue muy difícil, su madre pasaba días o hasta meses en el hospital, su crecimiento fue muy duro; ella no tenía una imagen maternal ni mucho menos paternal. Ella junto con su hermana tuvieron que empezar a valerse por si mismas, su madre pasaba mayor tiempo en el hospital; junto con la compañía de su tía, quién dudaba mucho en dejarlas solas a ambas.
Y entonces, ambas empezaron a crecer, sus cuerpos fueron evolucionando, sus pechos crecieron poco, su voz se hizo un poco mas grave, y con ello llego la menstruación.
Flashback...
Lisa tallo su ojo, mientras que abría lentamente el otro, miró la hora en el reloj que tenía a su costado y se dio cuenta de que era hora de levantarse, sintió un leve dolor en la parte baja del estómago, pero lo ignoró; bajó aún en pijama y se adentro a la cocina para prepararle el desayuno a su hermana, que por dos minutos de retraso, nació y eso la convertía en la hermana mayor.