Capítulo 32

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La semana transcurrió lenta. Al final de esta anunciarían de las 3 plazas de Utah a quién escogerían, podíamos ser los tres, podríamos ser dos, o uno... o nadie. Me encontraba frotando contra una mancha de café seco en una de las mesas del local. Pronto se acercaba la renovación del contrato, y estaba comiéndome la cabeza con un tema que hasta ahora, no había pasado por mi cabeza, ¿qué haría con mi madre? Ella necesita mi sueldo para pagar el alquiler y poder vivir bien, entonces... Apreté hasta que la mancha desapareció. Por otra parte, yo tenía ahorros, pocos, pero suficiente para ayudarle un par de meses. Realmente debería hablar con ella de esto, hasta el momento se ha alegrado y no me ha puesto quejas pero, ¿realmente lo haría? Podría ser la peor idea del mundo, pero viéndome ilusionado, no diría nada. Tres benditos días y sabía si realmente debería preocuparme por esto, sólo tres días.

Me levanté de la silla y pasé a detrás del mostrador, la tienda estaba vacía y tenía la televisión puesta. El canal de deporte, un partido de la NBA de fondo. Pero duraría poco, porque escuché la campanita de la puerta sonar, dirigí mi postura corporal a la puerta y con un tono de voz alegre

—Hola, señor, bienvenid... Hola, Shawn—sonreí ampliamente al verlo, salí del mostrador y me acerqué para abrazarlo—¿Qué haces aquí?

—Quería venir a hacerte compañía—echó un vistazo al local—y veo que voy a cumplir cien por cien mi propósito, ¿puedo tocar aquí?—preguntó. Asentí.

—Quizás cuando venga gente, no, pero de momento...—volví al mostrador, saqué el mando y muteé la televisión—Esto es tu escenario, baby—bromeé haciendo énfasis en la última palabra. Me senté en una silla y me quedé observándolo. Sacó la guitarra de la funda y se acomodó.

La tarde transcurrió sin distracciones, algún que otro cliente puntual, al que no le importaba tener a Shawn tocando de fondo. Así que, todo perfecto. Bueno, reconozco que durante un momento no. La tele continuaba encendida, en mute, pero encendida. Y salió una noticia. Noticia que quise ignorar, y auditivamente lo hice, pero visualmente... mis ojos no se apartaban de la televisión. Justin dejaba el equipo en el que estaba, pero no había explicación. Fruncí el ceño, ¿se podía abandonar sin dar una explicación? Por un momento salió lo que era una entrevista, aunque no se le veía muy por la labor.

—Oye, Aus—me giré de inmediato. Shawn aún estaba en la mesa, con sus ojos en las cuerdas—Hoy hay un open mic en un bar del centro, ¿vamos?

—¿Un open mic?—pregunté dudoso

—Ya sabes, un bar con un escenario.... Puedes ir y subir y cantar. Siempre quise ir a uno, pero me daba corte ir solo—Paró de tocar y en cuanto vi que iba a alzar la cabeza intenté cambiar el canal, pero afortunadamente, ya era otra noticia—¿Todo bien?

—Ah... sí, sí. Vayamos—afirmé—¿Cuándo...?

—Hoy por la noche. Será divertido—informó con una sonrisa en la cara—Creo que te gustará—Ya más consciente, medité. Debía hablar con mi madre...

—Puedo ir, pero si no acabamos tarde. Salimos para allá en cuanto acabe mi turno—Shawn sonrió

—¡Qué bien!, ya quiero que sean las nueve, Aus—Estaba tan mono emocionado. Me quedé observándolo por unos minutos, hasta que recordé la televisión. No quería darle vueltas a Justin, pero pareciese que todo me lo quiere traer de vuelta. Estaba cansado. Quería poder tirar hacia delante, pero primero tengo que dejar de pensar así. Shawn es muy lindo y sé que si yo ya hubiese superado todo, probablemente fuésemos algo. Pero no ahora, no quiero. Sentiría que lo uso para olvidar a Justin y no, Shawn no se merece eso. Aaaaah, realmente odio mi cabeza, odio pensar así, odio sentir esto, no quiero más.

Los acordes del amor [Justin Bieber x Austin Mahone / Austin x Shawn Mendes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora