Los acordes del amor [Justin Bieber x Austin Mahone / Austin x Shawn Mendes]

Capítulo 37

El olor a humedad inundaba mi olfato. El sonido de un trueno retumbó en mis oídos. Intentaba respirar lento, intentaba calmarme. Mis piernas temblaban a pesar de estar de rodillas. Trato de recapitular todo lo sucedido. Justin había vuelto. Apreté hierba entre mis dedos, ¿por qué debía volver ahora? Ya me cuestionaba menos cosas por estar con Shawn y ahora esto. No me veía capaz de hacer nada. Y muy en el fondo, no quería esto. Más desde que sólo es una plaza, yo no quiero que me seleccionen, no quiero que seleccionen a Shawn tampoco, joder.

—Austin—se atrevió a hablar, me sobresalté, por unos segundos había olvidado que estaba ahí—¿Estás bien?—preguntó suavemente, oí sus pasos acercarse. Negué con la cabeza.

Tampoco es que antes de tener algo sentimental hablásemos de esto, pero sí es cierto que, aunque antes me gustase, me sentía más libre con él. Sé que no tenemos nada, oficial, pero sí. Y por ese mismo motivo me veía incapaz de contarle bien cómo me sentía, me daba miedo dañarlo, me daba miedo que se enfadase... No lo sé. Cómo sea, no puedo decirle que no sé qué siento. Me derrumbé por completo sobre el césped, tumbándome boca arriba. Sentí toda mi espalda mojarse. De nuevo oí sus pasos acercarse, dos golpes contra el suelo; las mochilas. Y cuando me quise dar cuenta estaba tumbado a mi lado. Lo miré extrañado.

—If i lay here...

Sonreí, carraspeé.

—If i just lay here—proseguí cantando. Giré mi cabeza, observándolo.

—Would you lay with me and just forget the world?

—¿Sabes que cantas precioso?—no pude evitar decirlo. Tenía una voz grave y dulce a la vez.

—¿Sabes que tú lo eres?—Pude sentir mi rostro arder. Por qué era tan lindo. Apretó sus labios y una expresión de preocupación se hizo en su rostro—¿estás bien?

—La verdad es que no—tragué saliva—Verlo ha sido como un puñetazo emocional—admití. Sus dedos vagaban de un lado a otro de mi mano. Resoplé—No sé qué hacer, no sé cómo sentirme, no sé cómo reaccionar—de nuevo, con mi mano libre, apreté el césped—Necesito asimilarlo.

—¿Necesitas?—carraspeó la voz—¿Necesitas espacio? No quiero ser un agente de presión.

—No quiero volver con él, Shawn. Simplemente... me revienta que esté aquí. Me enfada, no sé por qué. Me hace sentir estúpido. Me siento-

—Infravalorado por alguien que te importa—concluyó.

—Yo...

—Austin, está bien—se incorporó y clavó sus ojos en mi—lo quieres, lo has querido mucho. Te voy a dejar espacio, Austin.

—No quiero separarnos, Shawn—mi voz se escuchaba débil. Me odiaba por eso.

—Hey, hey, sólo... como algo amoroso, bobo. Hasta que te aclares, entonces lo hablaremos y ya se verá—me sentía mal de alguna manera, a pesar de que Shawn estaba siendo completamente comprensivo y bueno. Le sonreí y agradecí. Ambos nos levantamos, empapados por el césped. Lo abracé para agradecerle de nuevo; fuera de todo, yo soy un dolor de mulas con todo este asunto y Shawn se estaba portando conmigo. No todo el mundo hace eso.

(...)

La mirada incrédula de la muchacha se posó sobre los ojos del castaño, quien tenía una expresión triste a más no poder. Dejó el vaso con el refresco sobre la mesa, aún sin poder dar crédito a las palabras de Shawn.

—Justin no ha podido volver—dijo. Tratando de autoconvencerse, realmente—No, no, eso es tan malo para Austin—comentó, realmente preocupada.