Los acordes del amor [Justin Bieber x Austin Mahone / Austin x Shawn Mendes]

Capítulo 44

Holaasss! Esto es Spam, quiero avisar de que he empezado un fic nuevo y, quería invitaros a verlo uwu La pareja es Starker, pero creo que es un reto porque tratará sobre la psicopatía y el síndrome de Estocolmo.

Saludos, gracias por la atención <3

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Un estruendo gritó en medio de la noche, amenazando con la calma de todos los vecinos de al redor. Siguió un grito. Los trozos del buzón destrozado caían al suelo al mismo tiempo que unas gotas de sangre brotaban de su mano. El sonido de la respiración acelerada también inundaba el silencio de la noche. Al escuchar al propietario del buzón salir de la casa, echó a correr, huyendo.

Tras una huída de 15 minutos de no parar de correr, se detuvo en una calle, bastante amplia. Respiró fuerte, tratando de recuperarse y para evitar que la mucosidad que estaba en su nariz saliese.

—Joder...—susurró. Echando un ojo a su mano empezó a andar y, automáticamente reconoció la calle. Definitivamente estaba lejos de casa, pero no tan lejos de lo que fue su hogar y no supo apreciarlo. Limpió con el interior de su chaqueta la sangre de su mano mientras paseaba, directo a una casa.

Una sonrisa se mostró en su rostro al ver la reconocible plaza de garaje, encima de la puerta estaban las marcas la canasta que alguna vez estuvo ahí plantada, trasladando al joven a un recorrido imaginario de flashbacks. Donde reía, la sonrisa siempre estaba en su rostro, dónde tocar la guitarra le salía natural, quería escribir mil canciones si es que a Austin iban dedicadas... Pero con esos flashbacks, llegó la razón.

La había cagado.

Y de qué manera.

Cayó sobre sus rodillas y se encogió contra el suelo, lágrimas salían de sus ojos. Los jadeos comenzaron a resonar, cerró en un puño la mano ya herida e inconscientemente golpeó el suelo.

Generalmente no era agresivo, o eso creía él. Pero desde la escena del coche, después de ver cómo había dejado a la persona que posiblemente más lo hubiese querido, la frustración lo consumía. Y venía acompañada de la ira.

— ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?—repetía con la voz rota mientras su puño subía y bajaba—Austin...

El cielo tronó e instantáneamente la lluvia apareció. Una vez consciente de que se estaba mojando caminó al porche de su antigua casa y se sentó contra la puerta. Sonrió de lado al recordar lo apegado que estaba a la casa, aún recordaba como si fuese ayer a Kendall entrando y saliendo con Logan, el día que llegó por primera vez y, la primera vez que Austin la pisó.

—Justin eres gilipollas—se dijo entre dientes—Dios... lo que daría por una máquina del tiempo—tragó saliva y, se quedó quieto por unos minutos. Pensando en algo que, sabía definitivamente que era una mala idea, pero le dio igual. Sacó su teléfono y abrió WhatsApp. Sonrió melancólico al ver su rostro en la foto de perfil, pero algo lo recorrió al ver la otra parte de la imagen; Shawn. Él le caía bien, desde luego era un buen chico pero, desde que James abrió la boca, no podía parar de pensar en si realmente estaba con Austin. Y sus dudas cada vez se disipaban más tras los pequeños detalles que notaba. Realmente Shawn quería a Austin, estaba clarísimo, nadie se mete en una pelea así como así, pero... ¿Y Austin? ¿Él le quería? Le dijo que tenía dos amigos y que había intentado algo con alguien...

Frunció su ceño, salió de la foto y entró al chat:

Ameezy

En línea

¿Debía darle al micrófono? ¿Debía hacer lo que tenía en su cabeza? Quizás sería mejor esperar a que la momentánea ira causada por los celos desapareciese, pero le dio igual. El sonidito de grabando audio sonó.

—Austin... Ameezy—una pequeña y frágil risa melancólica se arrancó de su garganta—De verdad que siento todo lo que ha pasado, Aus... Yo- De verdad, yo... lamento mucho haberte hecho tanto, tantísimo daño—la voz arrepentida del joven retumbaba en su propia cabeza— ¿Sabes? Cuando me subí a ese coche... saber que no te iba a contactar nunca más. Creo que es de lo más difícil que he hecho nunca... y lo hice, y no debía. Y me arrepiento desde entonces. Yo pensaba- pensaba que te daba una oportunidad de ser feliz si no te ataba...—le costaba mucho sonar estable, pretender que lo hacía cuando era víctima de sacudidas por los espasmos del llanto— y ahora, ahora veo que era mi excusa para quitarme yo la correa, Austin. Te quiero, te quiero mucho y me quise convencer de que hacía lo correcto, de que era por ti y, Austin, era por mí. Creía que al verte con otra persona me ayudaría a creer que hice lo que había que hacer, meterme con Selena, intentar creer que era más que un contrato... sólo eran mentiras, Dios... No sé si volveré a tenerte entre mis brazos y poder comerte la carita a besos, si podré volver a ser la razón de tu sonrisa pero, me gustaría creer que sí... Cuando me dieron la oportunidad de volver a Utah, de romper el contrato de la beca y poder volver aquí, a mi casa, a mi hogar, accedí sin pensarlo. —las ideas sueltan vagaban por su mente que, estaba nublada por todo lo que quería decir— Cuando Kendall me comentó que te intentaste matar yo- Dios, no pude coger un avión o un coche y venir porque no me dejaban, me veía incapaz de hacer nada... Fui una mierda de persona—concluyó, dándose cuenta solo— Lo siento tanto, Ameezy—pasó su mano libre pro sus ojos, secándolos con la manga mientras se perdía en el sonido de la lluvia cayendo— Pero, cuanto te vi aparecer el otro día, tras tanto sin verte...y verte bien, nunca podré explicar el alivio que me dio... Debí haberte avisado, debí contactarte... pero no me dio el valor. Soy un maldito cobarde—susurró—En fin, ahora, sabiendo que nos vamos los cinco y que te voy a seguir viendo sí o sí, me gustaría arreglarlo... Pero no es posible—medio sonrió—Esto no tiene sentido—finalizó. Arrastró el dedo, enviando el audio de casi 9 minutos a la basura.

—Siento todo, Austin—murmuró, para sí mismo—Justin eres un gilipollas, joder... —repitió, frustrado de nuevo. Quería escapar de la ira, de sentirse así... Pero no sabía cómo. Quería arreglar todo, pero deseaba más no haberlo roto en ningún momento—hice que Melody se matase, y a Austin lo he estropeado—el laberinto de reproches en el que se metió sólo causó una opresión en el pecho—¿por qué soy tan tóxico?—preguntó para sí mismo.

Se levantó y comenzó a caminar bajo la lluvia. Estaba como a hora y pico de su casa, pero ya no le importaba. Probablemente Cody le regañaría por llegar tarde y sin avisar, pero meh. La idea de ir los cinco a Washington no salía de su cabeza. Vería a Austin tooodos los días, serían compañeros de equipo y, encima tendría que ver a Shawn. Y recordarse continuamente que la cagó tanto.