Los acordes del amor [Justin Bieber x Austin Mahone / Austin x Shawn Mendes]

Capítulo 41

Pestañeé un par de veces a la par que trataba de relajar mi respiración. El aire húmedo y frío pasaba a través de mi cara y me helaba. Realmente no estaba congelado, pero me sentía súper débil y hacía mella cualquier cosa. Finalmente, tras la fila de farolas, se podía ver una sombra. Tomé aire profundamente y no detuve mi paso. Cada vez se hacían más claros los detalles y sí, era Justin.

—Austin, gracias por-

—Sólo, dime lo que tengas que decirme—interrumpí aún acercándome. Paré a su lado e intentó darme la mano, quizás abrazarme, pero mi actitud lo echó hacia atrás.

—No es el mejor sitio, ¿puedo invitarte a mi casa?—fruncí el ceño.

—¿No?

—Por favor—Sus ojos miel estaban en una mueca de súplica, además, sumado a su voz... me quedó suspirar y ceder. Echó a andar hacia un coche aparcado en frente, cruzando la carretera. Suspiré nuevamente cuando mi mano se posó en el tirador, abriendo la puerta del copiloto y sentándome. Justin activó la calefacción y, a pesar de que no quería mostrar nada, no pude evitar frotarme las manos y un ruido de comodidad escapó de mi garganta ante la sensación del calor sobre mi piel.

—Uuuhf...—Entrecerré mis ojos. Giré mi cabeza para encontrarme con Justin sentado, dedicándome una sonrisa, aparté la mirada.

—Bien—comenzó a arrancar el coche—vivo a 6 o 7 minutos en coche así que-

—Podemos hablar aquí—No voy a negar que me daba miedo estar con él en su casa. Realmente estar con él, pero en SU casa. A saber.

—Está bien, ¿prometes que no te irás hablemos de lo que hablemos?

—¿Por quién me tomas? No soy un maldito dramático que va a huir porque comiences a decir mentiras—justo al preguntar eso, pude escuchar los pestillos de las puertas bajándose—¿Qué?

—A ver...—apagó el motor y se incorporó, haciendo que su cuerpo mirase hacia el mio— No sé por dónde empezar...

—Por subir los pestillos. No me puedes retener.

—Has dicho que no te irías, sólo me aseguro. Quiero contarte todo.

Traté de calmarme porque quería salir del coche y me agobiaba la idea de no poder hacerlo.

—Te quiero—soltó de repente, abrí mis ojos a más no poder—Austin, yo.... He sido idiota. No debí aceptar la beca, debí haberme quedado, lo siento mucho.... Quiero-

—No—murmuré como pude. Mis ojos empezaban a aguarse, y acabábamos de esperar, genial.

—¿Qué?

—Hiciste bien aceptando la beca, la cagaste al mandarme a la mierda—De nuevo, no sabía cómo mis palabras eran capaces de salir. Me sentía muy mal, me sentía ahogado, asfixiándome, ¿cómo podía ser tan...? ¿Cabrón?—No me quieres, Justin.

—Creía que iba a ser lo mejor...—suspiró—Creía que si me iba de golpe de tu vida podrías encontrar a otra persona.

Jugueteé con mis dedos.

—Pues... no—sentí una lágrima derramarse— he estado casi 4 malditos meses tratando de mentalizarme de que no ibas a volver. Todo el tiempo pensando que era una broma, que me hablarías. Pero no fue así.

—Lo siento, Austin.

—Más lo siento yo—bufé, tratando de controlarme y no quedar patético—Ya, si es esto de lo que querías hablar, me quiero ir.

Hubo un silencio muy incómodo.

—Mira, no te quiero pedir volver. Entiendo de sobra que no quieras pero-