La entrada de su casa me acogió agradablemente, fue oler el aroma típico de esta y ya me sentía más tranquilo. Me giré para observar a Shawn y quedé cabizbajo, ¿qué digo? ¿Qué voy a decirle?, él se sacó el abrigo y dejó este colgado en el perchero. Mechones de pelo caían por su frente, levemente rizados por la humedad. Clavó sus ojos en mí y me dedicó una sonrisa débil. Acortó la distancia y me abrazó de nuevo.
—Te voy a encharcar la camiseta—bromeé en bajito. Se apartó y se me quedó mirando, esta vez, serio.
—¿Qué ha pasado, Aus?—agaché la cabeza, mirando el suelo y me mantuve en silencio—Está bien, está bien... Ven, primero vamos a cambiarte, si te sientes bien para ducharte, puedes. Entiendo que con toda la lluvia-
—Gracias—susurré. Alcé mi mirada cuando me sobrepasó para entrar en su cuarto. En lo que le seguía, mis ojos se toparon con un espejo colgado en la otra punta del salón. Me acerqué para encontrarme una imagen no muy agradable. Estaba pálido, alrededor de mis ojos y estos incluidos, estaba rojo. Además, el llanto, de paso, me había marcado las bolsas. Suspiré y acomodé como pude mi pelo despeinado. Vi el reflejo de Shawn detrás de mí, con ropa en su manos. Me sonrió.
—He encontrado unos pantalones de chándal viejos, creo que debían ser de mi tío o si no, ni idea—comentó—Son grandes, cortos, pero creo que te irán bien.
—Creo que sí me viene bien la ducha—respondí decaído acercándome y tomando la ropa. Shawn apoyó su mano en mi hombro.
—Haré sándwiches, ¿de qué lo quieres?
—No tengo hambre, gracias —respondí lo más normal que pude.
—Bueno, queso fundido será—dijo enérgicamente. Separándose y yendo hacia la cocina— Y, Aus.
—¿Mmh?—me quedé mirándolo antes de entrar.
—Tómate el tiempo que sea—respondió con una sonrisa.
Asentí y entré. Me apoyé contra la puerta y mirando hacia el techo, exhalé. Me sentía mal, estaba cansado. Realmente estaba mucho mejor que hace como 20 minutos pero, aún estaba mal. Y se me sumaba el nerviosismo, no sé cómo contárselo. No sé si deba contárselo. Creo que no me va a insistir si trato de quedarme en silencio, así que es una opción totalmente válida, ¿no?
Entré en la ducha tras quitarme la ropa y abrí el agua caliente. No planeaba quedar mucho, por lo que derramé algo de gel en mis manos y me froté el cuerpo, enjabonándolo. Imité la acción con el champú y me aclaré. Dejé por unos minutos caer el agua caliente sobre mi piel, era relajante, ahora entiendo por qué me lo había recomendado. No me había percatado de lo tensos que estaban mis músculos.
Aún más relajados, tenía todo lo que había pasado en repeat en mi cabeza.
"Te quiero.
Déjame regresar a tu vida.
Podemos volver a intentarlo.
Déjame arreglarlo, Austin, déjame arreglarte."
¿Necesito ser arreglado? Mi frente chocó lentamente con los azulejos de la ducha. Me quedé embobado viendo el agua caer, resbalando por mi piel y suelo. Me observé las manos; concretamente las marcas de mis uñas que se veían en algunos dedos. Con el tiempo se arreglarán solas, se irá la herida, ¿por qué conmigo no pasa lo mismo? ¿Qué hay mal en mí como para que no haya forma de sentirme bien? Tengo formas de sentirme mejor, y el hecho de que tras un ataque enorme, sólo haya querido venir aquí, dice mucho. Me encontraba súper nervioso pero, bastante más calmado en cuanto a la ansiedad. Sólo, no sé cómo explicar todo. Me daba miedo cómo podría reaccionar Shawn. Suspiré.
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Los acordes del amor [Justin Bieber x Austin Mahone / Austin x Shawn Mendes]
Fanfiction¿Y si cayeras enamorado de alguien de tú mismo sexo y nadie lo aceptase? ¿Y si esa persona es todo para ti? ...