Cielo - Promesas Que No

Secretos

Llegamos a una hermosa casa mansión comparada con mi pequeño departamento, desde la entrada los árboles tenían luces de colores  caminamos por un pequeño sendero hasta llegar a la entrada de aquella casa, estábamos asombrados por tanta elegancia y bello paisaje de aquel lugar.

- Es  muy linda está casa, se puede sentir un clima muy cálido.- decía la mamá de mi amiga mientras todos quedamos embobados por el lugar.

Melissa nos llevo hasta una gran mesa en el centro del jardín y en cuanto llegamos salieron varios mesero todos muy elegantes   y amables siempre atentos y con una gran sonrisa, mientras esperábamos nos llevaron copas de vino tinto.

- ¡Bienvenidos! Zaid y familia.- decía muy alegre un señor ya de edad avanzada junto el iba una señora con un porte de arrogancia viéndonos a todos los presentes de abajo a arriba, el señor se acercó y  extendió su mano para saludar a los padres de mi amiga. - pasemos a sentarnos, enseguida baja mi hija- termino diciendo.

Llegaron los meseros uno a uno con pequeños bocadillos que jamás en mi vida había probado ni siquiera en el restaurante de mi novia. - Esto está delicioso- hablo Esmeralda  mientras todos asentimos.

- Es comida típica de Tailandia, con los ingredientes exclusivos e importados de ese país, la mejor comida del mundo- interrumpió presunciosa aquella mujer.

- Por dios Madre, la mejor comida del mundo es el sushi- oí decir detrás de mi, y mi sonrisa se amplio al voltear a ver de quién se trataba, no era nada más y nadie menos que Allison, tan linda aquella chica con una playera blanca con letras doradas " i'm dreaming",  un saco color negro mangas tres cuartos, un pantalón negro ajustado y un sombrero negro, se veía tan linda y elegante y coqueta al mismo tiempo.

- Cariño, ninguna de las dos tiene la razón... La mejor comida es la mexicana! ¿Cierto Zaid?- habló aquel señor al principio de la mesa. Y todos estuvimos de acuerdo claro que esa noche solo había bocadillos puesto que acabábamos de cenar en la reunión de aquel restaurante.

Estábamos a la mitad de la plática de como ha sido la manera de trabajar de los padres de mi amiga  todos estaban emocionados por aquello. La señora bien vestida se levantó le dijo algo a un mesero que iba pasando y se retiró.

- Disculpen, mi esposa está un poco indispuesta, irá a descansar la altura de la ciudad le afecta un poco.- habló disculpándose aquel señor dueño y amo de aquella mansión que nunca había visto. Seguimos disfrutando de la hermosa noche de los excelentes bocadillos y un poco de vino que los meseros llevaban en botellas elegantes.

- Me acompañas un momento.- Escuché que susurraron en mi oído y un cálido aliento hizo erizar mi piel y al momento de voltear mis ojos se perdieron en aquella mirada, solo pude asentir con la cabeza y aún mi mirada en sus ojos.

Todo mundo comenzó a aplaudir al ver entrar al mariachi que acababa de llegar, dándole la bienvenida a la familia Castell a México... Un par de canciones más y comenzaron con las mañanitas.

- Necesito que me ayudes por favor...- Decía con mirada de cachorro Allis -Puesto que la ingrata de mi mejor amiga anda algo ocupada - habló  señalando hacia donde estaba Mich con Valentina debajo de un árbol tratando de alcanzar algunas hojas y cuando Val brincó cayó y ambas corrimos a auxiliar al momento de llegar todas empezamos a reír, no había sido nada grave.

Se levantó con cara de pocos amigos porque nos seguíamos riendo nos miro seria y con el entrecejo fruncido fue ahí donde callamos y nos preocupamos. - ¿Estás bien Val?- Le pregunto mi amiga, en tu tono de preocupación y acercándose a ella de manera tímida tocó su mejilla y quitó un poco del labial.  - Todo bien, no hay de que preocuparse, solemos ir a la casa de campo de Allison en vacaciones de Verano y trepamos árboles así que esto no es nada, por cierto...¡Mira!, Te dije que lo alcanzaría. -  Tomo las manos de Mich y dejo una hoja en forma de estrella.

- Te prometí que podría bajarte una estrella.- dijo Val con mucho orgullo y presunción.

- Muy bien, Romeo. Ahora podrías acompañarme por el regalo de papá.- . - Cierto...  Vamos, es por eso está pequeña reunión, solo la familia y los invitamos a ustedes por qué le agrado tu familia Mich. -

- ¡oye! Amiga puedes decirle a Mely que me traiga su regalo, está en la cajuela de la su camioneta.-  Habló  Vale tratando de buscar algo en su teléfono celular, abriendo Apps y uno que otro mensaje de WhatsApp. Mientras Mich y yo estábamos atentas a lo que hacían ellas regresábamos a la mesa a tomar un poco de agua.

- Listo, vayamos por mi regalo a mi habitación ¡Por favor!... Suplicó Allison.

- Vayamos pues amiga. Espero le guste al Gran señor  O'Farrel su regalo Señorita Allison, usted no es de dar obsequios y menos a su familia - hablo burlonamente Val.

- ¿Y que te hace pensar que el tuyo es mejor? ¿O lo que le gusta a mí padre?
Oh....

-Oh nada señorita, lo conozco perfectamente y mi amiga  Meli trabaja para él sabe lo que necesita - interrumpió cortésmente Val.

Todas fuimos hasta la habitación de Allison  que era muy grande más que mi pequeño departamento, las paredes blancas llena de una Luz tenue blanca y acogedora, pasamos rápido por una caja no muy grande la envoltura era dorada con un moño azul, Allison estaba muy emocionada, pensaba que su padre se sorprendería.  Todas al unísono le preguntamos ¿Qué es?  Allis iba a hablar cuando llamaron a la puerta.

- Buenas noches señoritas- Era Mel, la chica que me miraba siempre como si fuera a arrestarme, me gustaba su mirada y su porte ese uniforme de súper espía, cruzamos miradas tan intensas como si lleváramos una discusión pero ella comenzó a hablar: - aquí tiene señorita Valentina, Allison su padre me dijo que las llamará comenzará la cena y... Su prometido está esperándola junto a la señorita Alejandra-  le entrego una caja dorada con un moño azul a Vale y se retiró aún con una mirada desafiante en mi.

- Bueno, al menos sabemos los colores que le gustan a papá, me adelantaré a hablar con Ale. - dijo Allison saliendo de la habitación.

Michelle y yo cruzamos miradas  tratando de comprender que hacía mi novia ahí.