Cielo - Promesas Que No

Plan

Allison

Salimos a buscar un lugar para poder desayunar y platicar más sobre lo que tenía en mente Valentina.

- El día está, muy lindo porque no mejor vamos a conocer la ciudad son vacaciones y lo de tu compromiso puede esperar, mi hermano es un tarado y te apuesto qué en cualquier momento hará una estupidez.-  decía Vale.

- Está bien, solo no me lo recuerdes se me revuelve el estómago solo de oír su nombre- comenté mientras traían nuestro desayuno.

Minutos más tarde vi cómo entraba una chica vestía unos Jens de mezclilla azul rasgados unos vans blancos, una playera blanca y un saco negro, lentes oscuros, un cabello dorado hermoso venía acompañada de un tipo al parecer su guardaespaldas, se sentaron frente a nosotras, se quitó los lentes y tenía unos hermosos ojos azules me miró y o único que hice solo fue sonreír.

Estábamos terminando de comer, venía el postre cuando quise volver a ver la chica mi sorpresa fue cuando vi a mi "novio" besarla, traté de buscar a mí amiga quien había ido al tocador, me levanté para llegar hasta ellos y sentí como jalaba Vale de mi brazo.

- ¿A dónde vas?-, preguntaba Valentina en un tono bajo.

- ¿A caso no ves quién es el acompañante de aquella chica?, ¿Y lo que están haciendo?- Contesté de la misma manera.

- Si lo sé, y pronto se la llevará a la cama así que vamonos antes que ellos, te explico en el camino. - Pagué la cuenta y nos retiramos, nos quedamos un rato en la entrada de ese restaurante.

- ¿Qué sabes de ellos, a caso tú hermanito, te contó de ella? - le preguntaba a mí amiga en un tono calmado pues ya no importaba pues era yo quien lo terminaría, y esa era un buen pretexto. -lástima que no pude tomar fotos, -¿A donde se meten los periodistas cuando se necesitan? - Le preguntaba a mí amiga.

- Eres la mejor estudiante de economía de Harvard, ¿Y no piensas un poquito de lo que pasa y pasará verdad?… ¿Tanto lo quieres, amiga?- Preguntó y comenzó a reír.

Estaba a punto de contestar cuando los vimos salir tomados de la mano, él se regresó, y la chica caminó hacia nosotras, -Este es duplicado de llaves de mi departamento, mi chófer las llevará, ya tiene indicaciones Valentina por favor me lo quitas de encima antes de que llegue a más, estoy saliendo con alguien y no quiero que se enteré,- le decía aquella chica a mí amiga.

- ¡Vayamos  Allis! Decía muy apresurada Vale.

- No entiendo nada, y no iré a ninguna parte si no me dices que ocurre Valentina. - le contesté muy enojada.

- Ven  no seas una niña, esto nos conviene más bien a ti, los vamos a seguir, y tendrás tus pruebas para terminarlo.

- No necesito de eso, la desición ya está tomada le diré que esto se acaba.-

- Lo sé All pero, no conoces a mi hermano, eres una minita de oro, ¿Crees, que te dejará así nada más?, piénsalo amiga es mejor jugarle así, odia los escándalos y así no tendrás que casarte con él, ¿O si lo harás?…porque el anillo era hermoso.- me explicaba Vale.

Llegaba a prisa la chica de ojos azules.
- Que rápido actúa tú hermanito querida, y de la que me he salvado. - le dió una USB a Vale. - Aquí están sus pruebas, ¿las puedo ayudar en algo más?

- Vayamos a un lugar más tranquilo, para contarle las cosas a esta princesa que pronto me matará si no le explicó ya - habló Vale y le di un pequeño golpe, la chica se rió, parecía amable.

- Mis padres son dueños de una plaza aquí a un par de cuadras, les invitó comida italiana ¿Les gusta?, ¿O tienen otra opción? Proponía la chica.

- Excelente idea, a esta princesa le encanta la comida italiana, se supone que las vacaciones las pasaríamos en Italia ☹️ pero la señorita se va a casar.-

- Eres una idiota Valentina -  le reclamé a mí amiga, la chica nos llevó en su carro, para ser la hija de los dueños de una plaza parecía ser una chica común, y muy linda.

Llegamos a la parte alta del centro comercial  nos llevó a un lugar con poca gente y a parecer exclusivo tenía un agradable aroma, una hermosa decoración y una increíble vista de la ciudad, era una hermosa tarde el cielo azul, las nubes blancas ahí flotando como si nada, a donde el viento las lleve sin preocupaciones.

- Bienvenidas señoritas espero sea de su agrado, por cierto mi nombre es Alejandra Villareal. ¿Desean algo en especial?- nos miró y llamó al capitán:
- Buenas tardes señorita Alejandra,  ¿que desea ordenar? - No sé si fue mi impresión pero hablaba un poco nervioso.

- Dile a Artur que nos prepare el mejor rissotto, y traenos un vino blanco pronto. - el  señor se retiró a toda prisa y ahí estaba el desencanto de Alejandra a pesar de tener todo en el mundo lo que importa es la educación y empatía.

- Bueno señorita me dirá su nombre, aunque podría decirle princesa si no tiene problema alguno, ¡ah!… y ese patán no la merece apenas comenzaba a presentarle unas propuestas de negocio y ya me quería en su cama y ni que decir de la escena del baño con la mesera, por cierto Vale tiene el vídeo- hablaba muy segura de si misma.

- Mi nombre es Allison, un gusto -

-¿Allisson?...-preguntaba Ale cómo preguntando por mis apellidos.

- Allisson Michelle Castell - contesté sin darle importancia a mí apellido, ya que la gente me trata muy diferente cuando saben quién soy.

-¿Estás de broma?, Ahora entiendo Princesa y toda la decena de guardaespaldas aunque vengan de incógnito. - Decía con un tono de respeto que verdad odiaba cada vez más

- No, porque lo haría, puedes llamarme Allison, no le des importancia al apellido no es tan importante, y ¿Cómo lo sabes?- le contesté.

- He intentado conseguir una cita con tu padre, es tan difícil localizarlo o acceder a ustedes, mi familia les vendió los predios para el Hotel en Polanco aquí en la Cdmx. Y yo estaré a cargo.  Y el primer lugar donde estaban el dueño es mi amigo, por eso accedí fácil y rápido a los vídeos de las cámaras para atrapar en el acto a tu prometido. - explicaba Alejandra.

- ¡Qué deliciosa es la comida!, Es como si estuvieramos en Italia, Ale que agradable lugar. - decía mi amiga tratando de coquetear con la chica.

- Hacemos lo mejor, tenemos al personal capacitado, quién da lo mejor son ellos para eso se les paga y al primer error lo despedimos, la razón la tiene el cliente siempre.- Decía con arrogancia y ahí se acababa la magia.

- ¿Y podrías darme un tour por la ciudad, y ayudarme a practicar más el español? Decía Vale sin tomarme en cuenta.

Estaba apunto de contestar Alejandra cuando sonó su celular:
- ¿Amor?…