Safe Place to Hide Away (Traducción)

Capítulo 11.

Stiles se da cuenta de los disparos, gruñidos, gemidos y el ruido de cuerpos golpeando paredes o suelos. No sabe cuánto tiempo ha pasado. La medición del tiempo ha sido difícil de hacer y, finalmente, ha tenido que dejarlo para evitar perder su maldita mente y obsesionarse con la medición. Ha estado hambriento, a pesar de la cantidad de dolor en el que está, durante más tiempo del que puede contar. Pero nadie ha vuelto a su habitación desde la última vez que la cazadora estuvo.

Probablemente era otra de sus tácticas, si las palizas no lo hacían obedecer, tal vez pasar hambre lo haría. Lo único en lo que se han centrado sus pensamientos es en el deseo de que Peter lo encuentre, porque estaba a salvo y lo ayudaría. Y le gusta Peter, probablemente más de lo que debería y definitivamente más de lo que el lobo querría que lo hiciera. Sin embargo, no es que pueda elegir quien se mete en su corazón. Tampoco está seguro de que intentaría detenerlo si pudiera.

Así que en el delirio cargado de dolor y hambre, oró, deseó y esperó con todo lo que tenía que Peter viniera por él. Que lo rescate. Y lo devuelva a la comodidad y seguridad que se ha estado perdiendo durante más tiempo del que quisiera admitir.

Sabe que la Manada está aquí, podía estar luchando por entender lo que está escuchando y tratando de sentarse a través de la bruma y la debilidad del hambre y el dolor que hacen que quiera volver a caer en la inconsciencia dichosa, pero no puede permitirse ese indulto. No cuando está tan cerca de salir de aquí finalmente. Puede escuchar los gruñidos de Derek y Peter, Erica e Isaac burlándose de uno o dos cazadores antes de matarlos, un cuerpo golpeando contra una pared con un ruido sordo. Se oyen disparos, algunos de los cuales está seguro que han alcanzado su objetivo, pero no parece disuadir a la Manada de causar estragos en los cazadores que le retienen.

Escucha todo el tiempo que puede, parece al mismo tiempo interminable y rápido. De repente, la voz de Peter grita un agudo "Erica, nivel inferior, lado este", mientras que Stiles puede escuchar un grito de dolor cortado por un gorgoteo húmedo.

Solo puede imaginarse la escena por los sonidos que se filtran hasta donde está.

El cerrojo se desliza para liberarse de su agarre y la puerta de su habitación se abre, se levanta inestable, mareado y con la visión vacilante, en caso de que necesite pelear con quienquiera que vaya a entrar en la habitación. Se niega a morir cuando la Manada - cuando Peter - está tan cerca de liberarlo.

Rizos rubios se abren paso hacia su lado y Stiles se aleja de ellos, su cerebro no lo reconoce de inmediato, la cabeza aún le duele y es más que probable que tenga un conmoción cerebral. Perdona por no ser el más fuerte en este momento. Pero la rubia se mueve más lento y mira a Stiles completamente, con las manos en alto, una pose destinada a no parecer amenazadora. Y cuando la habitación deja de dar vueltas y su visión es menos gris, finalmente puede ver que se trata de Erica. Y eso tiene sentido ahora, con Peter diciéndole a dónde ir momentos antes.

Erica se acerca a él lentamente y él cambia de postura, con la intención de acercarse a ella también, pero está mareado, malditamente mareado y casi se cae al suelo. Ella lo agarra rápidamente por la cintura y él se muerde la lengua para evitar gritar de dolor mientras ella comprime las costillas que están más rotas que completas en este momento en su esfuerzo por mantenerlo en posición vertical.

Caer podría haber sido menos doloroso.

"Tranquilo, Batman", dice en voz baja, pero no se da cuenta de que su agarre es lo que está causando que su cara se contraiga de dolor y tiene que esforzarse para suavizar sus rasgos, hacerlos más neutrales, aún mordiéndose la lengua y ahora apretando sus manos en puños para actuar como un contrapunto.

Si supiera como estaba lo haría ir al hospital. Y el hospital es el último lugar donde quiere estar. Podría curar la mayoría de sus lesiones si le dejan un poco de tiempo para sí mismo.