🎴I🎴

3.6K 308 219
                                    

No estar muerto no equivale a estar vivo

E. E. Cummings

Capítulo 1: ¿Cazadores de demonios?

Ya habían pasado semanas desde el incidente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya habían pasado semanas desde el incidente. Y el dolor en los ojos de Harumi no le permitía siquiera abrirlos y ver como se encontraba su hermano.

Ryûsei trató de curar como pudo a su hermana, con lo que había aprendido de su madre ya muerta. Le desinfectó la herida, que le ardió como mil demonios a la joven, y la vendó. Lamentablemente la tela se cubrió rápidamente de sangre, por lo que necesitó ayuda para poder curarla, pero no tenía.

Deambularon en el bosque, comiendo con lo que el hermano cazaba y calentandose apenas con fuego, aunque dejaron de hacerlo para no llamar la atención. Se podría decir, que eran unos prófugos de ahora en adelante.

Fue un alivio que Muzan los haya dejado después de todo lo que ocurrió. Pensaron que acabarían muertos, aunque muchas veces pensaron que hubiera sido lo mejor, pero lo descartaban al pensar como reaccionaria su madre, si los escuchara decir eso.

Ryûsei: Que vamos a hacer...

Harumi no contestó. De hecho no podía contestar. Había perdido completamente su voz, ambos pensaron se se debía al dolor que había pasado, a como ese demonio le había perforado los ojos con sus propias uñas y el grito le cortó las cuerdas. Aunque no estaban del todo seguro...

La actitud de Harumi era cada vez más extraña. Comía cada vez más, cazaba sola su comida y se lo comía sin protestar. Comía el doble de lo que comía antes, y no engordaba. Eso asustó mucho al muchacho, quien de inmediato pensó que se había convertido en demonio al ver los afilados colmillos de su hermana. Esa fue otra opción por la que ya no hablaba, para no mostrar sus colmillos...

.
.
.

En otra parte

Un joven de trece años se encontraba entrenando con una katana. El pelirrojo daba estocadas fuertes y bandia el arma con fuerza y cansancio, ya llevaba una semana en lo mismo y su entrenamiento era cada vez más duro.

Urokodaki, un gran maestro de los cazadores de demonios, es quien entrenaba a este chico. Que había llegado a su hogar como favor de Gyu Tomioka, uno de sus mejores estudiantes y el único que le quedaba por ahora vivo.

El viejo se encontraba cocinando una rica sopa para el joven y él. Mientras cocinaba miraba de reojo a una bella joven quien yacía dormida en un futón, y era, nadie más ni menos que la hermana del joven pelirrojo: Nesuko Kamado, que in se había convertido hace poco en demonio y debía dormir para recuperar fuerzas, ya que en vez de comer carne humana, dormía.

Un cuervo negro interrumpió los pensamientos del viejo Urokodaki. Se acercó a él y tomó el mensaje escrito en papel, que se encontraba enrollado en la pata del ave.

𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕰𝖞𝖊𝖘 | Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora