🎴III🎴

2.8K 212 195
                                    

Es inútil volver sobre lo que ya ha sido y ya ha dejado de ser

Anonimo

Capítulo 3: El dolor de la pérdida renace


Medio año después

Narra Harumi

Ya habían pasado los meses, hasta llegar otro año más, entrenando, para recién poder partir esa roca, que Urokodaki-San nos mandó a hacer...

Era extraño, pero ninguno de los tres misteriosos llegados nos dijeron de donde vinieron ni por qué. Solo nos empezaron a ayudar y corregir posturas y movimientos incorrectos.

Sinceramente, todos los días fueron duros. Más duros que los entrenamientos. Ya que Hikari, Makomo y Sabito nos entrenaban todos los días, principalmente con la técnica de respiración que era lo único que nos faltaba para poder convocar todas las posturas de agua.

Hikari: Si no logras controlar la respiración de concentración total, no serás capaz de usar las posturas -comentó lanzando una estocada directamente a mi nunca, el cual pude esquivar a tiempo-. No te sirve de nada esquivar. ¡Ataca!

Se lanzó hacia mi

Me quedé parada con la katana blandida para mi siguiente ataque. Pero, me detuve rápidamente.

"Debo controlar mi respiración" "no quiero pasar más años sin poder graduarme" "Llenar mis músculos y sangre de aire"

Pensaba habitualmente, sin resultado alguno. Era imposible, cada vez que entrenaba con Hikari o Sabito siempre terminaba en el suelo derrotada.

Al igual que Tanjirou y mi hermano.
A ambos les había crecido el pelo, ahora era una melena, que les llegaba hasta un poco más abajo de los hombros. A mi, me llegaba hasta la cintura. Era muy molesto, pero no tenía tiempo para cortarlo o lavarlo adecuadamente.

Llené mis pulmones con toda el aire que pudo reunir, y la sangre lo transportaba directamente a cada célula de mi cuerpo, los cuales devoraba y hacían su proceso mucho más rápido, llenando mi cuerpo de calor y energía.

Corrí rápidamente, a una velocidad sobrehumana, donde mi katana le rasgó horizontalmente un ligero mechón de cabello castaño de Hikari, quedando en el suelo.

Mi katana quedó en su cuello. Ella apenas y estaba levantando su katana para atacarme, cuando la mía ya estaba pocisionado en su punto vital.

Makomo: Bien hecho, ahora. Derrotenlo a él también... -dicho esto, se alejó y se fue mezclando con la espesa niebla que creció alrededor nuestro.

Mi katana, y la de Tanjirou y Ryûsei, quienes habían atacado al mismo tiempo a los tres misterios jovenes. Había partido la roca, en tres... Y también, la máscara de Sabito...

El joven de pelos naranjos sonreía con tristeza y compasión al mismo tiempo. Eso me produjo cierta angustia y pena, como si lo que estabamos haciendo, nos conduciría a algo sumamente peligroso, y no nos dábamos cuenta.

Hikari: Felicidades. -nos dijo la castaña, quien era la única que quedaba, ya que Sabito y Makomo se habían ido-. Espero que pasen. Y, Harumi.

Me volteé a verla. Me estaba sonriendo con tristeza, parecía que iba a llorar, no sabía muy bien

Hikari: Espero, que puedas romper tu maldición. - me susurró-. El amor siempre es la mejor solución, Haru. No la venganza. Créeme

Volteó a ver a Tanjirou con una sonrisa, que lo hizo sonrojar inmediatamente.
Se acercó a mí frente y la besó, como un sello de cuidado y buena suerte, que nunca te abandonará y perecerá en ti. Para siempre...

𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕰𝖞𝖊𝖘 | Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora