🎴VII🎴

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Anónimo

Capítulo 7: Demonios ¿al rescate?

Capítulo 7: Demonios ¿al rescate?

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Narrador omnisciente

La descontrolada respiración de la pelinegra se hizo presente. No podía controlarlo, y tampoco tenía ganas de hacerlo.

Su hermano, Ryûsei la sujetó de los hombros, al ver que se agachó y sujetó su cabeza, alterada.

Ryûsei: ¿Haru?

Tanjirou: ¡Ryû!... -se quedó mirando al hombre que había asesinado a su familia. Peros se sorprendió y quedó en shock, como la pelinegra al darse cuenta de que tenía una hija y una esposa.

Ryûsei: ¡¿Por qué tardaste?!

Tanjirou no le contestó. Corrió a socorrer a una señora que estaba siendo mordida por su esposo, ahora tranformado en un demonio...

El demonio se abalanzó hacia su mujer y la estaba por morder, de no ser por Tanjirou, quien usó su bufanda para detenerlo.

La pelinegra se descontroló totalmente y fue a atacar a su hermano, sin tener el conocimiento.

Ryûsei: ¡Haru! ¡HARU DESPIERTA! -le gritaba con desesperación, sin tener resultados alguno de responder correctamente.

Harumi estaba encima de su hermano, con sus garras ya crecidas y afilas, y sus ojos rojos y preparados para atacar a quien sea que cayera en ellos. Ryûsei no sabía que hacer, o como actuar, sólo podía sostener a su hermana, desde sus brazos para que no lo mordiera.

Tanjirou le gritaba a los oficiales de policía que lo dejara encargarse del asunto el solo, que no le hicieran daño al señor tranformado en demonio... Que el podía hacerlo, solo.

Un aroma llegó a las fosas nasales de Tanjirou y la pelinegra. Giraron sus cabezas para poder observar los diversos estampados que se elevaban en el aire, tapando así, a los espectadores de la situación.

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Harumi fue llevaba de inmediato donde la persona responsable de ese aroma a demonio, y los estampados que se vieron anteriormente en el aire.

Tamayo, era el nombre de la mujer, quien era un demonio, como Nezuko y muchos más. Pero era diferente, ya que no estaba de parte de ellos, y además, era doctora. Ayudaba a los humanos y a los demonios transformados sin su consentimiento.

𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕰𝖞𝖊𝖘 | Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora