Demond Eyes/ Una historia llena de drama, tragedia y amor. Donde Harumi y Ryûsei, hermanos de sangre y alma, son embarcados a asesinar al demonio que mató a sus padres, y que dejó a Harumi con una terrible maldición en los ojos. Con su destino ya es...
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POV Omnisciente
Las cosas se estaban volviendose cada vez más complicadas. El plan había fallado por completo. Nezuko había sido atrapada por ese lunático demonio, Harumi se había desmayado, y no daba ninguna señal positiva de que iba a despertar... Por lo que ahora, todo estaba en manos del pelirrojo de Haori verde con cuadros negros.
El joven de aretes, esquivaba los fuertes ataques, a duras penas. Causándole que se canasara más rápido, y que las ideas, se fueran perdiendo, al momento que el tiempo corría, y la pelea no llegaba a puntos favorables, para el pelirrojo.
Usaba una de las diez posturas para atacar. Pero por más que las hacía, sus pulmones se cansaban el doble.
"Décima postura: El Dragón del cambio"
Tanjirou se abalanzó hacia el albino, cortando por fin, uno de sus fastidiosos y fuertes hilos. Dejando a un satisfecho y esperanzado pelirrojo en el fondo de su corazón. Sería su oportunidad de atacar, de poder estar lo suficientemente cerca para acabar con la vida de ese monstruo. Poder salvar a Nezuko y a Harumi... A todos. Podría volver a estar con sus amigos, con Inosuke, Zenitsu, Ryûsei y Harumi. Podría volver a escuchar las fastidiosas discusiones de Inosuke con Ryûsei o Zenitsu. Volver a escuchar ese cálido y cómodo silencio de Harumi, y en la noche, volver a escuchar su dulce voz, que añora en el día... Volver a estar con todos, volver... Con vida.
Todo eso sentía el de la cicatriz, al ver que todo acabaría, una vez que la cabeza de ese demonio esté rodando por el suelo y deshaciendose, en miles de polvos, mezclándose con el aire.
Todo eso acabó de un segundo a otro. Al ver que el demonio usaba de nuevo su técnica de demonio, creando esas telarañas. Tanjirou las vió con miedo y sorpresa, ya no tenía esperanza, estaba completamente perdido. Perdería todo eso que había pensado, ya no volvería a esos tiempos cálidos que había formado hace pcoc tiempo, y que hubiera durado más... Si no estuviera en esta situación.
Su vida pasó en un milésimo de segundo. Vio a su familia, a su madre, a sus hermanos, a sus hermanas, a su padre... El recordar como su padre realizaba sus típicas danzas, para agradecerle al dios del fuego, le dio una magnífica idea.
"No voy a morir. No sin antes encontrar la cura para Nezuko Y Harumi" -pensó abriendo los ojos, con rabia y decisión - "A si que, padre ¡¡No te fallaré!!"
La décima postura, donde invocaba un gran dragón hecho de agua, se transformó en un peligroso y ardiente fuego.
Tanjirou: ¡Danza del dios del Fuego: Vals! -gritó acercándose al demonio, mucho más cerca que antes. Pero aún no era suficiente, los múltiples hilos seguían molestando al pelirrojo. A si que decidió atacar a toda costa y acercarse, aunque el demonio lo lastimara... Y terminen ambos juntos...
