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"Un día tocas fondo. Pero tocas fondo en serio. Y de ahí no vuelves a ser la misma persona nunca más. Pará bien o para mal, la tristeza no cambia"

Juan Arévalo

Capítulo 25:  El pasado de Yûki Hanada

La inesperada llegada de la joven demonio dejó desconcertados a todos los presentes, incluso a ese demonio quien no pudo evitar el mostrarse sorprendido al no haber presenciado la llegada de la pelinegra

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La inesperada llegada de la joven demonio dejó desconcertados a todos los presentes, incluso a ese demonio quien no pudo evitar el mostrarse sorprendido al no haber presenciado la llegada de la pelinegra.

"Sin duda alguna, es muy rápida". Fue lo que pensó.

Harumi abrió los ojos de par en par. Aún no se podía creer que la persona la cual estaba sujetando el brazo para bajar a Ryûsei... Era su hermano mayor...
Estaba en shock, ya no sabía que hacer. No podía actuar ni pensar con claridad, ahora se vio es fumada ante esa escena sorpresiva que nunca pensó tener algún día.

Lo peor de todo esto, es que Harumi no pasó por alto que Yûki se había transformado en un demonio. No cualquier demonio, claro estaba. Sus ojos ya no eran los de antes, ahora eran igual de rojos que Harumi, o incluso peor que Kibitsuji.

POV Harumi

La acelerada respiración que no podía controlar, me están ahogando de apoco. Los pensamientos y recuerdos invadían mi mente sin permiso y con una velocidad sorprendente. El miedo y la sorpresa consumían cada hueso y músculo de mi cuerpo, ya no tenía control sobre ellos. No podía moverme...

Mi hermano... Mi hermano estaba frente mío... Se supone que debió haber muerto hace cuatro años atrás... Ahora es un demonio, y peor, trato de asesinar a Ryûsei

Yo: Y-Yûki –tartamudeo, aflojando el agarre de su brazo. Grave error, ahora me dio un golpe en el estómago, el cual me mandó directo al suelo.

Que es esto?, por qué pasó todo esto... Que pasó con el Yûki que conocía, con el querido y amable hermanos que se preocupaba por los demás, con el que siempre te mostraba una sonrisa sin importar la situación. El que apoyaba a Ryûsei cuando tenía pesadillas, el que ayudaba a Oka-sna cuando estaba ocupada, el que ayudaba a oto-San a cazar y aplicar leña... El que me ayudaba, a no rendirme a pesar de la miserable vida que teníamos...

Un sonoro grito de los chicos me hizo volver a la realidad.

Apoyé mi mano en el suelo para poder levantarme. Dolía, dolía mucho... No el lugar dodne me golpearon... Me dolía el pecho, me dolía el corazón... Me dolía tener que luchar con mi hermano... Me duele que nuestro encuentro tenga que ser de esta manera...

Yo: ¿Y-Yûki, P-porqué? –las lágrimas no paraban de salir de mis ojos

Yûki: ¿porqué? –preguntó con una sonrisa burlesca–. No sabes todo lo que tuve que tragarme. Todo el sufrimiento que me consumía día a día, desde que vivimos en esa espantosa aldea. Todas las sonrías que tuve que dar a pesar de estar molesto y triste por dentro... Todo as las burlas y humillaciones que recibí de mis propios "amigos"... Sabes, quería matarme... Que acabar con ese sufrimiento de una vez... Que acabar con todo lo que llevaba dentro, aunque los dejara solos. No me importaba nada... Hasta que descubrí que nuestro padre era Muzan Kibitsuji...

𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕰𝖞𝖊𝖘 | Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora