🎴IX🎴

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No se puede dar un apretón de manos con los puños cerrados

Anónimo

Capítulo 14: El misterioso bajo la máscara... O ¿misteriosa?

Narrador omnisciente

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Narrador omnisciente

La pelinegra corría, tanto como sus pies le permitían. Iba en busca de su hermano, él cual se encontraba en una complicada situación, que ninguno sabía... El pelinegro, estaba... Frente a su padre...

La ira le invadía. Le hacía hervir la sangre de odio y repulsión, hacia esa persona que se atrevió a asesinar a su madre, y maldecir a su hermana, convirtiéndola en un asqueroso demonio. Odiaba tenerlo enfrente, odiaba sentirse diminuto, odiaba sentirse inferior a él... Se odiaba, al no haber podido hacer nada ese día...

El solo hecho de acordarse, como huyó y se escondió cual cobarde, le ahcaia odiarse y mucho más... Pero ahora que tenía la oportunidad de vengarse, y demostrar que no era un cobarde, que había crecido... No lo iba a dejar atrás

Muzan: Vaya, no esperaba verte aquí... Menos vivo.

El joven arrugó su frente, frunciendo el seño.

Ryûsei: E venido a vengarme, por todas las atrocidades que nos hiciste pasar con mi hermana, maldito...

El hombre demonio volteó a verlo con seriedad, y con una pizca de humor en su rostro. Le daba gracia el verlo insultarlo, y más si no tenía oportunidad para asesinarlo.

Muzan: ¿Atrocidades? Fueron regalos. Tu hermana hubiera muerto de todos modos, con la vida que tenían se iban a morir de apoco -explicó-. Además, su vida era una completa mierda. Su madre es sólo una perra más, era mi carta especial en este juego... Aún no entiendo por qué no te asesiné ese día, tal vez por pena... Pero, no me molestaría en asesinarte ahora.

Se lanzó hacia el muchacho, quien había quedado en un leve shock al escuchar todas esas horribles palabras salir de la boca, de ese demonio.

Ryûsei fue empujado con una gran fuerza hacia el lado izquierdo de donde se encontraba. Resbaló y cayó al suelo, soltando su roja espada.

Muzan:¿Hm? Pero si eres tu... Harumi.

La pelinegra vio al hombre con repulsión. Solo se limitó a atacar de una buena vez y susar todos los estilos de agua que Urokodaki le enseñó. Si esta era la oportunidad de asesinar d ejna buena vez a Muzan, no había que desperdiciarla.

Muzan: Te haz hecho más fuerte. -le comentó con una perturbadora sonrisa-. Pero no lo suficiente, veo que aún no sabes usar tus poderes.

Cállate, cállate -pensaba con rabia.

Los ojos de Harumi ardieron, por un momento, ahora su venda se había suelto ante la velocidad que usó para atacar a Muzan. Sobresalientes venas se le notaban alrededor de su ojos, aparte de ser mucho más rojos que antes, ya que estos brillaban, transmitiendo miedo hacia el que los veía.

𝕯𝖊𝖒𝖔𝖓𝖉 𝕰𝖞𝖊𝖘 | Kimetsu No YaibaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora