26.Coño, Lily, tú nojombre.

622 79 77
                                    

Dios mío, Dean tocando la armónica de manera profesional ya es el colmo.

No. Que Ana lo acompañe con otra armónica y Lily cante es el colmo más grande.

Ajá, creo que ya se imaginarán que estamos en la cárcel. Pues si, hasta los twins estaban con nosotros, esa fue mi mamá que dejó la peluca y no la metieron presa.

Graziella dándola desde tiempos memorables.

—Definitivamente no podemos decirle a papá.—Logan estaba sentado en el suelo con Lindsey recostada en su hombro.—Estará furioso y más cuando sepa el porqué terminamos aquí.

—¿Cuál es el problema? Digan que fui yo la que los metió en este peo y ya.—me encogí de hombros, yo estaba sentada en las piernas de Froy a falta de asientos.

—Creeme, Bea, es mejor que Larry piense que fue culpa de sus hijos que tuya.—Olivia miraba a la pared cuando dijo eso.—Para ti es mejor.

—¿Podrían dejar de hablar? Dean y Ana tocarán Bad Romance con la armónica.—nos shitó Finn mirando con emoción a los "músicos" de la celda.

—Mira, mardito, tú eres el que menos derecho tiene de hablar aquí ¿Oíste?—lo señalé con mi dedito acusador. Estaba arrecha con los twins.—De pana que ustedes son unos inútiles nojoda, no entiendo cómo es que Jorjius les da trabajo.

—¡Nosotros ya estábamos por Malibú cuando vimos que se regresaron!—se defendió Jack.

—Si ajá, voy a caer en ese mojón.

—Bueno, muchachos.—Lucas se levantó perezosamente del suelo.—A voltearse, tengo que hacer del uno.

Naguebona, de paso que Dean había tapado la poceta hace media hora y nos estábamos asfixiando.

Ya todos nos posicionamos pegados a la pared y escuchamos a Lucas bajandose el cierre cuando nos sobresaltamos por el ruido de las rejas sonando.

—¡Viejo, habla cuando vengas!—se quejó Jack tapándose los oídos.—¡No es elegante golpear la celda con un palo!

—Como sea.—el tipo tenía cara de ladillado y masticaba chicle de manera ruidosa.—Harries, vinieron por ustedes.—abrió la celda para dejarlos salir.

Ya va khe.

—¡Yupi!—gritaron los dos maricos al mismo tiempo, dando saltitos como las propias niñas.

—Esperen ¿Quién les pagó la fianza?—Lindsey lucía más indignada que yo y eso era decir mucho.

—El señor George Peñalver.—contestó tajante. Maldito Jorjius, ni a mí nawara.

Ana y Lucas soltaron una exasperación y empezaron a golpearse la frente con los ladrillos de las paredes. Verga, es que hasta Froy andaba arrecho con los twins, no ha hablado desde que nos metieron en la patrulla.

—¿Qué esperan para salir ustedes también?

Literalmente todos levantamos la mirada hacia el policía con expresión de wtf.

—¿El señor Peñalver pagó nuestra fianza?—ahora fue Lily quien habló, inpaktada.

—No. Los liberaron porque el señor no presentó cargos.—explicó sin muchos detalles y con todo feo.—Salgan, no tengo todo el día.

Nojoda, no tuvo que decirlo dos veces. Salimos casi corriendo de esa vaina porque el olor de los mojones de Dean verga, dejaron medio ciego a más de uno.

Ahora, mi duda existencial ¿El señor Koons de pana no presentó cargos? ¿Por qué? Se supone que le damos equis.

Justo fuimos a la oficina principal a buscar nuestras vainas y Jeff estaba sentado, esperándonos junto a su asistente. Aquí fue mano.

El mariquito de Logan | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora