64.Team Ironman.

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—De acuerdo, abogado Sergio—el juez llamó al maracucho, este se levantó de su asiento al lado de Alexandra.—¿Quiere agregar algo más antes de que se dicte el veredicto final? 

El papá de Venus iba a hablar, tal vez diría algo filosófico o la cereza del pastel para asegurar la victoria de este juicio; pero nunca lo sabremos, pues mi mamá—que estaba al lado mío hace unos segundos.—se pronunció frente al escritorio de Lisa Lerman y su abogado y estampó su puño en él.

—Te creíste muy lista ¿Eh, Lisa? ¡Pues te bajamos de esa nube, mamagueva!—marico, mi mamá se andaba riendo como desquiciada, incomodando a toda la audiencia.—¡Ni tú ni Larry se meterán con mi Biogan ¿Me oíste?! ¡Esa carajita mongolica que ves allá!—naguebona, ahora le jaló el brazo a Lisa para apuntarme con él.—¡Será tu nuera el resto de tu vida y yo me encargaré personalmente de que eso ocurra!

—¿Quién le dió permiso a esta mujer de estar aquí?—preguntó el juez sin entender por qué ningún policía hace algo.

—Lamento el comportamiento de la testigo.—se disculpa Sergio, mirando con arrechera a mi mamá.—Bianca, chama ¿Puedes mandar a sentar a tu mamá?

Coño, marico, es lo menos que puedo hacer por él después de resolverle el peo a Alexandra de a gratis.

—Parate,—le ordené a Ana.—vamos a sacar a mi mamá.

—¡No quiero!—se quejó la satánica.—Estoy esperando a que Graziella pierda la paciencia y se agarren de las greñas.

Esta es bien ilusa si cree que mi mamá se va a despeinar por eso.

—Annie, esperas mucho de esas dos.—interviene Lucas.—Yo saco a Graziella, me dicen como termina todo.

Se levantó de su lugar, volvió a saludar a la mamá y con los brazotes que se gasta, cargó a mami y se la llevó afuera. No creo que haga falta decir que Graziella luchó para quedarse, pero esta mañana había ido a la peluquería y no se podía joder las uñas.

El juez dijo un par de cosas sobre la importancia de revisar a fondo un contrato y abstenerse a las consecuencias del mismo si pusiste tu firma en él. También dijo que, personalmente, le parecía ridículo el matrimonio arreglado por beneficio de fama, que hubiera querido que Logan estuviera ahí para testificar.

En fin, Ana le lanzó unas cuantas burlas a Lisa, la cual seguía con la cabeza en alto para que viéramos que nada le intimidaba.

—Marica, si Larry y Lisa te odian, no me imagino que pensarán de mi naguebona.—comenta mi mejor amiga con diversión.

En realidad, hablé con Lisa antes del juicio, me pidió disculpas por meterme en este peo ya que yo no tenía nada que ver y que tampoco tiene nada en contra de mí. Que no era mentira las veces que interactuaba conmigo porque si le parezco una buena persona, pero se dejó llevar por la ambición y weno, finalizó diciéndome que Logan no le hablará por un tiempo y me pidió que lo cuidase, que el mundo de la farándula era muy oscuro.

Algo parecido me dijo Larry, solo que él lo dijo de fea manera.

—De pie todos, el juez dictará la sentencia.—todos hicimos lo que ordenó el señor elegante de la esquina y esperamos a que el juez tomara su lugar.

Alexandra solo pedía su libertad, no quería el dinero de Lisa ni algo mucho peor. Solo quería alejarse de lo que la atormentó por años.

—Bien, lo discutimos y tomamos una decisión que nos beneficia a todos.—empieza.

Vi como Alexandra apretó los puños, a Sergio cruzando los brazos con actitud confiada, a Matthew y su familia agarrándose las manos en señal de apoyo, al abogado de Lisa decirle una vaina en el oído y a ella mirando a alguien entre los testigos. Busqué disimuladamente y me encontré a Larry y a Lindsey. La última me saludó con discreción.

El mariquito de Logan | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora