El mariquito de Logan | Logan Lerman

19.Similitudes en los polos opuestos.

Narra Logan Lerman.

—Ajá, pues. Vamos con algo sencillo hoy.

Bianca se amarró el cabello en una cola de caballo y puso dos hojas blancas en la mesa. Me gusta cuando tiene el cabello recogido, así puedo apreciar cada parte de su rostro.  

¿A quien engaño? Me gusta todo de ella.

—¿Estaba muy mal el dibujo de la casa?—le pregunté, tomando el lápiz que me tendió.

Ella me había mandado de tarea dibujar una casa, algo simple, solo la fachada de adelante.

—Pésimo.—enfatizó. Bueno, al menos es sincera.

—Eres cruel ¿Lo sabías?

—Solo te digo lo que debes escuchar y nadie te lo hace saber.—alzó ambas cejas en plan: ¿Quedó claro?

—Si, señora.—asiento, regresando mi vista a la hoja.

Nuestras clases de dibujo se han ido postergando debido a mi apretada agenda, que ahora Bianca regresó a su empleo y tiene que dedicarle tiempo a Froy Gutiérrez.

Ya no soy exclusivo, eso duele.

—Lo que vas a hacer en esa hoja es trazar líneas.—explica. Sin detalles.

¿Qué? ¿Así nada más?

—¿Eso es todo? ¿Unas rayas?—quiero aclarar, porque de verdad estoy muy confundido.

—Una estrellita por entender rápido.—me sonríe, pegando un sticker de estrella en mi frente.

—Esto es ofensivo y tu sarcasmo no ayuda.

—Ah pues, si te quejas, mano.—me la arrancó de golpe, lo que provocó que apretara los dientes por el dolor.—Ayyy vale, mariquito.

¿Alguien puede explicarme qué significa marriquitou? Porque viniendo de ella, no creo que sea algo lindo.

Me dejó solo en la mesa para que comenzara con mi trabajo mientras que ella se sentó en el suelo, en medio de todo el estudio, con un gran pliego de papel y un estuche de acuarelas. Trato de memorizar el movimiento de su muñeca cuando pasa el pincel por la hoja, dando inicio a una nueva obra que, sin duda, será extraordinaria. Ella es extraordinaria en todo lo que hace.

También está chiflada, pero va a la perfección con su personalidad.

Combina tonalidades de azul con un verde opaco, dejando rastros de marrón en algunos espacios vacíos. Quiero entender lo que hace, pero es algo creado de su imaginación, una ilustración que solo puede ver ella y proyectarla con su talento.

Ella ama pintar, es como si naciera para eso. Respirara para eso. Todo en Bianca es arte.

Y no lo digo como una metáfora, literalmente su aroma es el óleo, no importa cuantos litros de perfume se eche encima, Bea siempre huele a museo de arte.

También está el detalle de que, en algún momento del día, sus manos están negras gracias a los carboncillos que lleva en su bolso. Puede dejar la billetera, el labial, el cargador; pero nunca su sketchbook con sus carboncillos para retratar cualquier cosa que le impresione. Pude confirmar que llenó 5 sketchbooks desde que la conozco.

Soy demasiado observador cuando se trata de ella.

—¿Se te perdió algo o piensas que se te va a pegar mis conocimientos de dibujo?—su voz me saca de mis pensamientos. Me pilló mirándola como un idiota.

Por la vergüenza que siento, debo adivinar que estoy muy sonrojado.

—¡N-no!—balbuseé.—Ya voy a hacer las líneas.