33.¡Es hora de las apuestas!

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Narra Logan Lerman.

Tengo un dolor de espalda tremendo, sudor en exceso y ganas de ir al baño. Sin embargo, vale la pena si puedo ver a Bianca durmiendo tranquila en mi regazo.

El día de ayer fue una completa locura, empezando por nuestra forma de decorar la casa hasta el incidente de anoche. Aún no tengo claro que fue lo que pasó entre Froy y Bianca para que el latino le haya terminado, es decir ¡Bianca se arriesgó para defenderlo! ¿En qué piensa Gutiérrez? En fin, no es mi asunto; mi prioridad ahora es hacer feliz a Bea como sea posible.

—Hermano ¿Por qué no la dejas en la habitación de invitados?—Lucas apareció frente a mí con el desayuno.—Creo que sería lo más cómodo para ambos.

La miré un instante, yo la veía bastante cómoda aquí y eso era suficiente para mí.

—Está bien, esto me gusta.—le sonreí a mi hermano, aceptando el plato de comida.

—Voy a matar a Gutiérrez.—por otro lado, Lindsey tenía un humor de perros.—¡¿Qué mierda le ocurre?! ¡Después de todo lo que Bianca hizo por él! ¡Es inaceptable!

—Mírale el lado bueno, Linds.—Lucas se sentó en el mismo sofá de ayer.—Ahora Logan regresó al juego y tienen la oportunidad de estar juntos.

Lo mandé a callar.

—No digas esas cosas frente a ella,—le reclamé.—te puede oír.

—¡Pues, que oiga!—exclamó, ya harto.—¡Estoy cansado de la ceguera de ambos! ¡Tengan sexo de una vez por todas!

Lucas Lerman, tan sutil como siempre.

—Sabes que no me agrada estar con Lucas, pero él tiene razón.—mi hermana se cruzó de brazos.—Es tu oportunidad de oro, Loggie, de decirle lo que sientes y que sean felices juntos.

—Y se lo digo justamente el siguiente día de haber terminando con su primer novio.—ironicé, rodando los ojos.—Pero que gran idea, chicos.

—¡Con más razón! Ahora lo odia tanto que será más fácil conquistarla.—sin duda, Lucas sentía que era el plan más lógico.

Sinceramente, no quiero ser la opción de consolación. Además de que Bianca no necesita un novio ahora, necesita un amigo que la apoye.

Yo seré lo que necesite cuando lo necesite.

No estoy desesperado como lo están los demás de juntarnos, soy paciente con las cosas, siempre he pensado que todo pasa por algo y que mejorará si lo llevas con calma.

Si ella es para mí, todo terminará como debe ser. Tengo fe en ello.

—Comprendo mejor el por qué no tienes novia.—menciono, haciendo un cambio de tema principal.

—No tengo novia porque no quiero,—se encogió de hombros.—soy feliz soltero, saliendo con quien quiera sin compromisos tontos.

—No tienes novia porque Ana no está aquí.—se burló Lindsey.

—Y te la quitó un chico delgaducho.—añadí para darle más leña al fuego.

Eso lo molestó, pues se levantó de su lugar con cara de pocos amigos y se fue de ahí como niño malcriado.

Lindsey me miró.

—Ustedes dos tienen que acomodar sus vidas amorosas. Definitivamente.

(...)

Narra Bianca Donatelli.

Me siento extraña y algo culpable.

El mariquito de Logan | Logan LermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora