Capítulo 47 Mil preguntas

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Abro los ojos y me encuentro con el cuerpo boca bajo de Simon a mi lado, no está tapado (yo si)
Tiene los pantalones a la altura de que se le llega a ver los calzoncillos, de Calvin Klein que lleva.
Se mueve y se despierta
-Buenos días- dice, mierda me ha pillado mirando su culo
-Ehh...hola ¿qué tal?- que momento más incómodo, los dos en la cama y acabados de despertar
-Vamos a desayunar- me levanto al igual que él, por suerte mi padre ya se ha ido al trabajo
-Hay algo que no sabes sobre mí. Soy todo un chef- presume y se coloca delante de la encimera
-¿En serio? Demuéstralo, la cocina es tuya- digo y le digo donde está cada cosa, me siento en el sofá con mi móvil. Me meto en Instagram, pero nada interesante, pasa unos minutos y Simon me dice que vaya a la cocina, voy y veo que a hecho tortitas
-Vaya mi preferida para desayunar- me siento en una silla y él a mi lado.

Empezamos a comer, era verdad, es todo un chef, estaban riquísimas
-Bueno me tengo que ir- le acompaño a la puerta, y pasa otro de esos momentos incómodos que no sabes que decir.
Lo que me pregunto en estos momentos es ¿por qué me intimida tanto este chico? Con tan solo mirarme o estar a mi lado.

En la mañana solo escucho música y me motivo al máximo, también me doy cuenta de que desde mi habitación se ve la de Simon.
Miro para ver si está, no lo voy a negar, pero no, no hay rastros de él ¿dónde estará? Puede que esté en el salón, dando una vuelta o con una piba.
Joder pero por qué pienso tanto en Simon, ¿qué me pasa? No pensaba en William ni la mitad de lo que estoy pensando en Simon.
Intento no pensar más, porque ya me estaba empezando a agobiarme.
Pero al cabo de unos diez minutos empieza las preguntas: ¿por qué pensaría tanto en él? Solo somos amigos ¿por qué se me había puesto los pelos de puntas? Y diez mil más, creo que me estaba empezando a rayar.

El "novio" de mi "amiga"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora