Esa misma noche, a solas en la oscuridad. Tomó la computadora de Sam para investigar sobre todo lo que le pasaba. Qué era el amor y cómo acabar con él. Una de las primeras páginas parecía responder a sus dudas. Tomó un anotador y escribió los pasos.
1- Romper viejos patrones.
Allí decía que debía cambiar costumbres y hábitos que le recordaran a esa persona. Cas no podía hacer eso. Nick vivía con él y no podía simplemente irse como solía hacer, porque el recipiente de Lucifer estaba a su cargo.
Rayó el primer paso, convencido de que no funcionaria.
2- Escapa de tu cárcel emocional.
Según esto, debía socializar y conocer gente nueva. Pero Cas no era bueno en eso, y tampoco tenía amigos. La gran mayoría de ellos, estaban muertos, lo cual complicaba su segunda tarea.
Tachó la segunda consigna sin perder esperanzas.
3- Evitar meditar continuamente sobre la otra persona.
Eso era fácil. Solo debía intentar no pensar demasiado en Nick o en sus desastrosas experiencias con Lucifer. Tal vez, concentrarse en otras cosas de su día a día ayudaría. Dibujo un corazón alrededor del número tres, sin percatarse. El corazón le recordó a su propio órgano latir desenfrenadamente al ver al recién llegado. La forma de sus labios. Y la extraña mirada que Lucifer siempre le daba cuando pasaban solo unos segundos en silencio.
Se regañó internamente por tener ese pequeño desliz.
4- Olvida sus virtudes, céntrate en sus defectos.
Otra que podía parecer fácil, pero solo le costó minutos darse cuenta de que no lo era. Pues sí, Lucifer era malo, mentiroso y manipulador, pero ya no estaba en el recipiente de Nick. Y Jim le había dejado los mejores recuerdos del hombre. Amable, caballeroso, simpático... No había defectos en Nick, por muchos que Lucifer tuviese. Cas comenzaba a confundirlos, y todo se volvía más complicado.
Una luz se prendió en la cocina, seguramente Jack. Apagó la computadora y tiró la pequeña lista que había escrito. En la cocina no estaba Jack.
- Hey. – Nick destapó la cereza bebiendo un poco, aun con su mirada clavada en Castiel.
- ¿Pesadillas?
El nuevo residente había estado quejándose de esto cada vez que tenía oportunidad cuando Cas le llevaba el desayuno, el almuerzo o la cena. Y ante la pregunta, afirmó con su cabeza sin agregar más a la incómoda situación.
Aun no le había preguntado porque no podía salir de la habitación libremente, y es que Nick sospechaba que su físico ponía incomodo a algunos por los recuerdos. Pero nadie le había prohibido salir, mucho menos cuando todos dormían.
- ¿Tú que hacías? – No tenía curiosidad, pero la incomodidad era evidente.
Cas no respondió. Solo lo observaba con sus profundos celestes, y su cabeza ladeada apenas unos milímetros, buscando saciar todas aquellas dudas que tenía.
- ¿Amabas a Jimmy?
La pregunta termino de incomodar el ambiente, y Nick casi escupe la cerveza. Cas no había sido demasiado disimulado con esas miradas con las que lo registraba constantemente, exactamente como ahora. Asumía que sabía lo de Jim, como Lucifer sabía cuál era el color de su taza favorita; pero jamás pensó que el ángel fuera directo al grano de esa forma. Recompuso su gesto de sorpresa y hablo con suavidad.
- Es una larga historia. –
Una duda rondaba su mente. Desde la primera vez que reconoció a Jim, obviamente siendo utilizado por Castiel y desde la poca visión de la realidad de Lucifer le permitía, se preguntó cómo terminaría esto para ambos. Además de tener imágenes borrosas de Cas siendo asesinado por Lucifer un par de veces. Y ahora, volviendo a ver al ángel, no podía encontrar en su mirada ni un poco de la esencia de Jimmy.
- Jimmy murió, ¿Cierto?
Castiel solo asintió, notando que el dolor en los ojos de Nick no era tan duro, tal vez ya había aceptado la realidad.
- ¿Qué hay de Claire y su esposa?
- Amelia murió, y Claire está viviendo con una buena amiga.
Eso calmo las dudas de Nick, pero no el dolor que sentía por lo que la familia de alguien que apreciaba tanto había pasado. Casi tan doloroso como lo suyo.
Terminó su cerveza y sonrió a Castiel intentando calmar aquella mirada de preocupación.
- Descansa, Nick. – Deseo Cas.
Era la primera vez que le llamaba por su nombre en todo el tiempo que habían compartido y la primera vez que un ángel le deseaba un sueño tranquilo.
Y como si el deseo de un ángel tuviese más peso, Nick no tuvo pesadillas en toda la semana.
Lo que no sabía, es que Castiel se escabullía en su habitación con su sigilo característico; una mano sobre la frente adornada de pequeños mechones rubios, y la gracia de un ángel purificando los recuerdos de la muerte de Jim, cumplían sus deseos.
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Incontrolable.
FanfictionNick, libre de Lucifer finalmente, es acogido por los Winchester. Dean pone a Castiel a cargo del recién llegado. El ángel comienza a indagar en estos extraños síntomas que le causa el recipiente de su hermano, comenzando a dudar de qué le pertenece...