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Era la segunda semana que amanecía sola en la cama desde su regreso de Suna, pero seguía recordando los dos días que había despertado entre los brazos de Naruto. Era algo que anhelaba, porque sin poder evitarlo estaba ocurriendo lo que pensó que jamás ocurriría... Se estaba enamorando de su esposo.
Era extraño, porque ella jamás había estado realmente enamorada de alguien, pero de alguna manera sabía que era eso. Habían tenido un trato normal desde aquel simple beso que removió mil cosas dentro de ella, y aunque no mencionaron nada, desde esa vez su corazón latía desenfrenado cuando estaban juntos. Y es que convivían más tiempo, pues se encontraban mucho en los pasillos y él le permitía leer los libros de su estudio aún cuando se encontraba trabajando ahí. Los sentimientos de Hinata avanzaban tan rápido que no podía detenerlos, él se preocupaba por ella aunque no quisiera demostrarlo y la joven se daba cuenta. Y le sonreía. Había sido sólo un par de veces, pero cuando vió su genuina sonrisa quedó encandilada. Quería que le regalara más así.
A pesar de todo lo nuevo que estaba sintiendo, sabía que era un problema, porque corría el riesgo de que Naruto no sintiera lo mismo, y Hinata no quería sufrir a causa de eso, sin embargo, ya no podía dar marcha atrás.
—¿Ya estás lista, Hina? — Gritó Karin al otro lado de la puerta.
Por un momento Hinata no supo de que le hablaba, hasta que saltó de la cama recordando que iba tarde a su verdadero entrenamiento como ninja médico que Honoka le impartía.
—¡Me quedé dormida! — Exclamó corriendo al baño.
—Yo también. — Karin abrió la puerta y se paró en jarras con expresión severa. Ella se había comprometido a llevar a Hinata puntual. — Honoka nos va a matar.
La pelinegra se dió una rápida ducha mientras su prima política le buscaba ropa. Gracias a eso estuvo lista en poco tiempo.
—¿Dónde dijo que la viéramos hoy? — Preguntó Hinata mientras avanzaban hacia el desayuno. Aún no se acostumbraba a los cambios repentinos que hacía su "sensei".
—En el jardín trasero.
Ambas chicas engulleron la comida lo más rápido que pudieron, Honoka no era de las personas que querrían hacer esperar.
—Me sorprende el control que tienes sobre el chakra, gracias a eso no empezaste desde cero con el ninjutsu médico. Además de que tu dojutsu te ayuda un montón. — Comentó Karin en el camino.
—¡Ey! Que en mi clan me dicen la princesa del Byakugan. — Se enorgulleció de decir Hinata.
Debido al rápido caminar, chocaron con Naruto en una esquina, que caminaba lentamente por un pasillo con las manos en las bolsas del pantalón.
—¿A dónde con tanta prisa? — Preguntó él.
—¿A dónde con tanta calma? — Preguntó Hinata. Naruto sonrió divertido.
Es la tercera...
Hinata se dió una bofetada mental ya que se había quedado viéndolo como estúpida. ¿Quién contaba las sonrisas de alguien?
—A mi estudio. — Respondió el rubio con simpleza.
—Tenemos prisa porque no queremos morir jóvenes. — Inquirió Karin.
Naruto arqueó una ceja, estaba enterado del entrenamiento con Honoka y sabía que no era bueno llegar tarde con ella.
—Entonces no las detengo.
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»A pesar de todo me volvería a casar contigo«
RomantikNaruto Uzumaki, heredero y futuro líder del clan Uzumaki, debe encontrar una esposa. Su tío abuelo Ashina le ha dado dos opciones: Escoger la mujer que quiera en dos semanas, o casarse con la que el consejo le elija a finales del mes. El tiempo apre...