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Tras azotar la puerta del salón donde tuvo cabida la reunión con el consejo Uzumaki, todos en la mansión Hokage sabían que Naruto había salido de mal humor.
Siguiéndolo de cerca iba Sai, su amigo y guardaespaldas personal, tratando de calmarlo con frases del tipo "No es tan malo" o "Seguro cambiarán de idea", pero Naruto no contestaba nada. El joven siguió caminando como alma que lleva el diablo hasta refugiarse en su dormitorio, donde encontró a Sasuke tirado en la cama leyendo una revista.
—¿Cómo te fue en la reunión? — Preguntó Sasuke sin despegar los ojos de su lectura, pero cuando Naruto no le respondió, levantó la cabeza y reparó en la expresión de su amigo, entonces miró a Sai. — ¿Tan mal estuvo?
—Como si le hubieran dado una patada en el trasero. — Respondió el chico.
Naruto se quitó la chaqueta y se dejó caer en un sofá mientras Sai cerraba la puerta, suspiró sonoramente y viendo a la nada habló.
—Quieren que me case.
Sasuke arqueó las cejas y dejó la revista a un lado, incorporándose en la cama.
—Creo que he oído mal. — Dijo hurgándose el oído derecho con un dedo.
—No, oíste bien. — Afirmó Naruto. — El consejo a llegado a un acuerdo. Debo encontrar una esposa en dos semanas, o me casaré con la que ellos escojan.
Sasuke volvió a mirar a Sai, como buscando su confirmación, y el guardaespaldas de su amigo asintió.
—¿Y cuál es el motivo?
Naruto echó el mechón de cabello rubio que caía sobre su protector de frente hacia atrás y cerró los ojos con pesadez.
—Si no me caso el consejo no me dejará asumir mi puesto como líder del clan.
—Entonces no seas el líder del clan. — Sugirió Sasuke con su habitual seriedad.
Naruto bufó.
—¿Y haber aguantado años de fastidiosas clases para nada? — Dijo en tono incrédulo. — Además, quiero seguir con el legado de mi madre. — Aclaró despacio.
—Tienes casi veintiuno, algún día tendrías que casarte. — Dijo Sai sentándose en el brazo del sofá.
—Sí, pero no ahora. No quiero. Sabía que tendría que casarme para dejar un heredero, pero creí que sería cuando yo quisiera. — Contestó Naruto exasperado.
—Vaya... — Comentó Sasuke — Lo bueno que el heredero en mi clan es Itachi, así yo puedo librarme de esa responsabilidad.
—Ojalá yo tuviera un hermano mayor. — Murmuró el rubio.
Para mala suerte de Naruto en esos momentos, era el único hijo de Minato Namikaze y Kushina Uzumaki, y por consecuencia, el legítimo heredero del clan Uzumaki. Debido a que era un bebé cuando sus padres murieron en el incidente del zorro de las nueve colas, el consejo Uzumaki había llevado las riendas del clan, y hasta que Naruto cumpliera los 21 años le darían el mando.
Su madre, Kushina, era hija del anterior líder Uzumaki y Tsunade Senju, pero como anterior contenedor del Kyuubi, había vivido en Konoha, donde se casó con el que más tarde se convertiría en el cuarto Hokage, así que ella guió a su clan desde dicha aldea aunque no por mucho tiempo, y tampoco fue sencillo ya que ser el líder del clan Uzumaki era como ser el Kage de la aldea del Remolino.
El silencio se instaló en la habitación, hasta que el Uchiha lo rompió.
—¿Y qué harás? — Preguntó.
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»A pesar de todo me volvería a casar contigo«
RomanceNaruto Uzumaki, heredero y futuro líder del clan Uzumaki, debe encontrar una esposa. Su tío abuelo Ashina le ha dado dos opciones: Escoger la mujer que quiera en dos semanas, o casarse con la que el consejo le elija a finales del mes. El tiempo apre...