Capitán Hydra.

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Steve Grant Rogers

Hydra.

Mantenia su rostro sereno, se encontraba feliz, extremadamente feliz, más no iba a demostrarlo, no por el momento. Estaba esperando a su presa, oculto en las sombras donde soltaba pequeñas risas que provocaban escalofríos, donde sonreía imaginando la sangre brotando por todos lados, imaginandose los gritos que su víctima iba a proferir, sus ojos rojos destacaban entre las sombras más con ese pequeño brillo que tenía al sonreír cuando encontraba a su presa, su siguiente misión.

La espera de 2 horas había valido la pena, este hombre le debía mucho a Hydra y como llevaba tanto sin pagar ni servir, le cobrarían, muy a su manera. Cuando vio al chico acercarse por el callejón donde se encontraba oculto, le alcanzo, jalando le de un brazo y tapando su boca, se le había ocurrido, al muy idiota, gritar.

Que bueno encontrarte, Bangel. hablo con voz gruesa y ronca, haciendo brillar sus ojos rojos pues se estaba divirtiendo con la situación.
El hombre, moreno de ojos azules y 1.70m, que correspondía al nombre que menciono el Capitán Hydra, Bangel Agnar, tembló, sabía quién era, sabía que tenía todo la razón en temerle, Agnar se había asegurado de desaparecer por un tiempo, se confió mucho y se descuido, maldecía su suerte.

– Creo que ya sabes lo que pasará, vine a cobrarte, estabas muy bien escondido, lastima que saliste de tu escondite, como una rata hambrienta. – Ríe sonteniendole con fuerza, disfrutando el intento de escapar de sus garras manchadas de sangre. Y lamentablemente en eso quedó, un lastimero intento de huir.
El rubio Capitán le propinó el golpe de su vida, dejándole desorientado en el piso, su nariz y labio roto, sangre saliendo por la comisura de sus labios y ni que decir de su nariz, aquel líquido rojo, le hizo sonreír aún más al rubio. Por Red Skull, estaba disfrutando esto, y eso, que solo le había dado un golpe.

Steve lamió sus labios, maquinando en su mente la tortura que recibiría ese hombre, ¡Oh Hydra! Definitivamente haría sufrir a aquel hombre. Quien se encontraba en el suelo tratando de detener la hemorragia de su nariz, Rogers aspiro con fuerza, llenado de los pulmones del olor de la sangre fresca.

– Vamos, ponte de pie, eres un buen oponente, me gustaría tener que batallar contigo. Aún que, te advierto, yo nunca pierdo. ¿Quieres huir, gallina? – Pregunto con una sonrisa juguetona al ver que el moreno se hacía para atrás, sin darse cuenta que iba directo a la pared, donde quedó atrapado, sin escapatoria. El agente y líder de Hydra se acercó a él.

Bangel, házlo. Grita por tu ayuda, nadie te escuchará, lo sabes, estamos en el peor callejón de Nueva York, nadie se metería aquí para salvar tu trasero. – Insito divertido, sacando una navaja que siempre llevaba consigo, lamiendo sus labios perverso. En su mente ese hombre ya estaba muerto y salpicando sangre por todos lados, pero le gustaba jugar, verlos suplicar era la mejor parte. Cada jadeo que daban, cada respiro que les parecía el último que daban, las lágrimas que algunos soltaban. Oh si, lo disfrutaba demasiado, si le preguntaban cuál sería la mejor parte de matar, sin duda, el diría eso.

«Verlos suplicar por su vida, como los matones de Hydra se convierten en unos bebés llorones.» – si, esa sería su respuesta.

‹ Señor.. Por favor, perdone me.› – Sollozo el moreno tratando de limpiar la sangre de su rostro, juraba que sentía se ahogaria con su propia sangre. Hydra jugó con la navaja entre sus dedos, su lengua le hacía ver aún más malvado, parecía serpiente cazando y justamente era lo que hacía. Paso uno: tener la presa, listo. Paso dos: matar a la press, casi listo. Río para si, a parte de liderar a la unión malvada, que era algo que le gustaba mucho, atacar a los buenos, provocar desastres. Su lugar favorito eran las calles, donde ya había creído tantos asesinatos atroces, cada uno de ellos en diferentes zonas, era muy temido, y eso, le encantaba de sobremanera.

– Eso es, súplica como un cachorro perdido, un perro callejero hambriento. – El capitán le miró con desprecio yendo directo a él, navaja empuñada, prosiguió a tomar uno de los brazos del ex servidor de la unión. Corto en pequeñas divisiones, cuando terminó su obra maestra, lamió el brazo, limpiando de la sangre que tapaba su obra. Saboreo la sangre que le escurría por la comisura, mientras Agnar se retorcía del dolor, gritando porque parará, mientras él había cortado su brazo. Al fin se pudo ver la atrocidad que hizo, el característico "pulpo" de Hydra, la calavera y los ocho tentáculos saliendo de ella. Era la mejor parte para empezar la tortura.
Después saco un pistola, le disparó en una pierna y sonrió con suficiencia al escuchar los alaridos de su víctima. Dulce sonido para sus oídos, continuando con su tortura, ocupo de nuevo su navaja, corto un dedo de la mano izquierda,  y otro de la derecha, el hombre moreno ya estaba sin duda, moribundo, la sangre que derrama de su brazo, que escapa de su pierna, de sus manos, están siendo drenado. Sin parar Steve arremetió contra el, 3 puñaladas en el pecho, 8 en el estómago, de nuevo en pecho, si clavícula, logro enterrar su navaja en su hueso, y como quedó atorada sacó su cuchillo favorito. Siguió apuñalado, sin descanso, hasta que dejó de oír la voz suplicante de Bangel. Su último aliento, sus últimas palabras, sonaban una y otra vez en su cabeza, increíble. Aún después de que el moreno definitivamente estaba sin vida, le apuñaló 5 veces en diferentes partes, tórax, estómago, pecho, brazos.
Sin duda un festín para el capitán.
–Hail Hydra. – Pronunció con voz ronca limpiando la sangre de su cuchillo con la lengua, sacó su navaja del hombre con fuerza. Siguió su camino una vez termino de limpiar sus armas, camino por el callejón obscuro con sus ojos brillantes de alegría, rojos y por un momento de un azul en el cual te podías perder, ríe con fuerza, una mirada de maniático,  miro atrás, donde se encontraba un charco de sangre, lamió sus labios de nuevo, sonrió como solo sabe él, si alguien lo viera, definitivamente lo hubiera recorrido un escalofrío. Y esa era su ventaja, nadie le veía, era como un fantasma, nadie sabía quién era el asesino de todos los otros. Y está vez sería igual, un asesinato sin asesino.

Que la sangre te colme de alegría, Hail Hydra.

Avengers Assemble ~One-Shots~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora