Avengers Assemble ~One-Shots~

Rubio ‹no gay›

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Natasha, mi amiga, desde hace tiempo sabe que me gusta su primo Steve, un rubio de ojos azules en los cuales te podrías perder.

Así que ella y Pepper organizaron una pequeña reunión con amigos cercanos y decidieron que era bueno jugar Verdad o Reto. Me emocioné, no podía negarlo, sabía que de ese juego podían salir cosas buenos, tanto como malas, pero mientras veremos el lado bueno.

Steve iba a jugar. Mi oportunidad de al menos besarle una vez.
Al comienzo del juego eran puros retos sin chiste o verdades que algunos ya sabíamos. Estaba empezando a desesperarme porque nadie se atrevía a retar a alguien para besarse con otro de ahí. Y lo entendía, todo éramos amigos cercanos, sería algo extraño, sin embargo, podría valer la pena.

Hasta que la loca de Natasha empezó con los retos que te hacían temblar, manosear a alguien, besar, dar cachetadas, lo que sea y solo tenía un pensamiento. «Esto está fuera de control.»

Steve, está vez no puedes negarte al reto, ya escogiste verdad, al menos 100 veces – la pelirroja hablo, Steve no le negaba nada, así que tenía que aguantar se.

Está bien, lo acepto, ¿Que tengo que hacer? – el rubio hablo en un suspiro. Con solo escuchar su voz era feliz, era demasiado perfecto para existir aquel hombre.

– Te reto a que beses a Tony. –
Hija de...
Me atragante con mi propia saliva, eso no lo esperaba, era traición.

– Nat, sabes que no puedo, no soy gay. – Steve se excusó, logrando que me sintiera un poco mal, por su rechazó, sabía que él no tenía nada contra los homosexuales, así que solo fue el rechazó.
– Vamos Rogers, no seas aguafiestas, a parte, solo será un beso no afectará tu heterosexualidad. – Natasha como siempre, rodó los ojos al hacer el comentario.

Muy resignado Steven se acercó a mí, yo me puse de pie, ya que nos encontrábamos en círculo sentados en la sala. Se veía en su cara lo apenado que estaba y que no quería hacerlo.

– Me las pagarás Romanoff – hablo él estando a centímetros de distancia mía, la rusa solo le hizo una seña obscena, mostrándole el dedo de en medio.

Y a continuación, por lo que moría de nervios, Steve me beso. ¡Me besó!
Cerro los ojos tomando al rubio de la nuca, para profundizar el simple beso que me estaba dando, el muy renuente aún, me rodeo con sus grandes manos la cintura. Me separé, era suficiente.

– Listo Rogers, eres libre – le di un golpe en el pecho y trate de separarme, más no esperaba que el rubio me detuviera y volviera a besar desenfrenadamente. ¿Que está pasando?
Ahora Steven ‹no soy gay› Rogers, no me soltaba, me besa y ¡Oh! ¡Sorpresa! Estaba tocando mi maldito trasero.

Claramente disfrute el momento, no todos los días me besa y manosea un rubio demasiado sexy.

– ¿Que decías de no ser gay? – pregunte al fin cuando me dejó respirar, le guiñe un ojo y dejé un suave beso en sus labios.

No soy de hacer esto, pero me gustó y bueno, aquí lo dejo.
Y por eso como no suelo hacerlo, es cortito. Perdón.