Sus pies se enterraron en la cálida arena, Kihyun mirando su piel siendo cubierta por esos miles de millones de granitos que se encargaban de ocultarlo todo. El sol justo sobre su cabeza, brindando un agradable clima donde cualquiera tendría ganas de salir a disfrutar del día tan sensacional. Su pantalón de jean doblado un par de vueltas lo suficiente como para mojar sus pies en el agua sin empapar su ropa. Jugaba con la arena debajo de sus dedos, relajándose ante el sonido de las olas romper. Unas merecidas vacaciones en primavera, casi llegando al verano. Vaya que Kihyun disfrutaba de esas épocas donde el calor era soportable, agradable y relajante. El olor de los cerezos esparciéndose por cada rincón de la ciudad, algo que realmente disfrutaba. Sobre todo cuando su novio iba caminando con él de la mano, acompañándolo a cualquier lugar donde Kihyun fuera. Molestando, riendo, haciendo cosas ridículas que él realmente disfrutaba y sonreía en respuesta.
—¡Kihyunnie!—gritaba Jooheon eufórico, corriendo hacia él con su pequeño perro persiguiéndolo detrás. Sus cortas patitas intentando alcanzar a su dueño, su lengua afuera y su pelo moviéndose a distintos lados debido al ligero viento. Jooheon, tan sonriente como siempre solía mostrarse, sus ojos ocultándose en sus suaves y regordetas mejillas, sosteniendo el juguete favorito de ese animalito que lo seguía. Kihyun volteó a sonreír a su novio, para que acabara tropezándose dado que su pie se enterró en la arena y cayó al suelo, teniendo a su mascota encima, mordiéndolo y dejándole besos por todas partes. Pasando de un lado a otro, echándose sobre su plano estómago.
Entre risas y por instinto, Kihyun se puso de pie para trotar hasta donde su novio se encontraba, su camisa blanca holgada de manga larga agitándose ante cada paso que daba, su frente siendo descubierta por su cabello despeinado. Llegó jadeando, no había cosa que odiaba más que correr en la arena. Lo agotaba el cuádruple, le hacía sentir como que nunca estaba avanzando en nada. Miraba a Jooheon desde arriba, quien intentaba bajo toda costa proteger esa pelota de los dientes de Sanche. El perro miró a Kihyun un momento, antes de saltar pidiendo su atención, logrando que el cantante consiguiera sentarse en el suelo con Sanche encima, exigiendo mimos de la misma forma que lo hace su dueño cuando está aburrido de alguna película. Jooheon se sentó, observando con dulzura la imagen de su pareja apartando su mano del hocico de Sanche que lo intenta morder, lamer.
—Kihyun—vuelve a llamarlo. Kihyun levanta la mirada, desconcertándose al tener a Hoseok en frente y al encontrarse en una cafetería. Pleno otoño, pleno frío, pleno lugar cerrado donde no hay más que personas charlar y donde esa soledad, ese calor de la primavera, no fueron más que sus recuerdos— ¿Me estás escuchando?
—Eh, sí—contesta el menor, restregando sus ojos debajo de sus lentes.
Hoseok lo analiza, sabiendo muy bien que Kihyun estaba encerrado en su pequeño mundo otra vez. Recordando, sufriendo y abriendo mucho más esa herida que Jooheon le dejó. Hace lo posible por no suspirar del cansancio ante la misma historia de todos los días, sabe que aquel gesto no hace más que poner en un estado mucho peor al muchacho. Lo hace sentir como un distraído que no presta atención más que a su pasado, lo cuál es cierto. Lastimosamente es cierto, es lo que más le duele a Kihyun saber esa dolorosa verdad. No consigue entender el por qué de su apego al pasado, sin querer soltar los colores que le trasmitía estar con Jooheon, aún cuando eso afecta en demasía su vida, su trabajo, su estudio, sus amistades. Difícil es entender cómo sus amigos aún están de su lado, sobre todo Hoseok y cómo es que continúa trabajando a pesar de su obsesión por conseguir el viaje en el tiempo cuando presentar ese proyecto es su prioridad para conseguir los fondos y construir la mierda que cree que tiene que construir.
—Te decía que pronto tendremos una presentación—le dice Hoseok echándose hacia atrás, su espalda descansando sobre el respaldo—. ¿Te acuerdas de ese festival de Navidad que participamos una vez? ¿Donde iban diferentes artistas, cenábamos y se hablaban de distintas culturas?
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Train of Time [Kiheon/Kiho] [Monsta X]
FanfictionUna dulce melodía que deja de sonar para Yoo Kihyun. No vuelve a oírla, no vuelve a tocarla. El tiempo pasó demasiado rápido para él, arrebatándole a Lee Jooheon de sus brazos. La obsesión por el duelo que aún no consigue superar lo lleva a querer v...