Hacía mucho que Kihyun no sentía esa placentera sensación de no poder respirar. Sus gemidos ocuparon cada rincón del living, acompañado de los jadeos de Jooheon. Su cuerpo colisionando junto a otro, compartiendo calor y aumentando la temperatura entre ellos mientras sus gemidos y jadeos entrecortados eran la muestra definitiva de las sensaciones tan abrumadoras que tenían. Que jalaran sus cabellos para aumentar las embestidas que con gusto recibía, sentir gruesos labios besar cada parte de su piel, incluyendo sus belfos. No sabía hasta qué punto estaba mal hacer esto, pero de todas formas se dejaba hacer. El placer lo había llevado hacia el olvido, manteniéndolo lejos de la realidad o las distintas realidades que estaba viviendo. Nada, absolutamente nada, se le cruzó algo en la cabeza mientras tenía a Jooheon sobre su cuerpo, embistiendo contra él y dando suaves caricias o besos desesperados sobre su piel. Todo era tan familiar, tan ansiado por años, que no parecía algo raro.
Ni siquiera se arrepiente cuando abre los ojos y se encuentra con esa habitación que visitaba hace tres años atrás. Oscura por sus persianas bajas, el armario con las puertas levemente abiertas por el descuido como siempre. No lo ve como un sueño, ya es como si se hubiera acostumbrado a esto, o como si en verdad hubiera viajado al pasado. A SU pasado, o a otro mundo. Voltea, teniendo a Jooheon de espaldas y se queda observándolo unos segundos. Su piel pálida, sus brazos, su cabello negro. Fijarse en el pelo de su pareja es algo que lo mantiene con los pies en la Tierra, recordándose de que su Lee Jooheon estaba teñido de blanco el día que se fue. Kihyun levanta su mano, acercándola al hombre que tiene en frente para abrazarlo. Aspira su olor, cierra sus ojos y deja un suave beso sobre el hombro del menor. Por más que sabe muy bien que no debería. Ese no es el Jooheon con el que debería estar y el Kihyun de aquí, debe estar esperando por verlo.
Permanece allí, quieto, sin saber qué tipo de emociones experimentar. Suspira, antes de levantarse de la cama y tomar sus prendas para ir directo al baño a ducharse. Algo que en un pasado ha hecho muchas veces: amanecer en casa de Jooheon y darse una pequeña ducha con agua tibia. Cierra la puerta del baño detrás de su espalda y se apoya sobre esta. Extraño, así es como debe sentirse. Pero no lo hace. Tiene la mente en blanco, sin siquiera procesar todo su entorno para poder asimilar las cosas.
Busca su móvil en el bolsillo de su pantalón. Rogando que, mínimo, tenga la batería suficiente como para hacer una breve llamada. El alivio lo invade cuando ve que tiene 22% y lo desbloquea, buscando el número de Hoseok entre sus contactos. Marca y espera a que atiendan la llamada.
—¿Kihyun? ¿Qué pasa? —luego de cinco segundos contados, su mejor amigo lo atiende. Con su voz ronca, seguro recién acaba de despertarse.
—¿Encontraron el tren? —pregunta en voz baja, temiendo de que Jooheon se haya despertado y escuche la conversación.
—No fuimos a buscarlo, Changkyun quiso que pasemos la noche con él.
—Ayer no se lo veía muy contento estando con nosotros—comenta Kihyun dejando la ropa sobre la tapa del váter. Es algo sorprendente que Changkyun, de repente, hubiera invitado a dos personas a dormir a su casa.
—Sí, yo también pensé lo mismo. Pero, ya sabes. Nuestro Changkyun también puede estar algo distante a veces y luego no querer que te vayas. Así que no es muy raro.
Kihyun tararea en afirmación, despeinando su pelo frente al espejo. Lo cierto es que no tiene mucha relación con su Changkyun. No lo ha conocido muy bien puesto a que, desde que Minhyuk y él entraron a la banda para ocupar dos lugares vacíos, Kihyun quiso mantenerse alejado de eso pensando que sería lo mejor para su salud mental tan pisoteada e inestable. Nunca se mostró muy atraído a invitarlo a lugares como parte de su mismo grupo de amigos. Y, cuando lo hacía, era a pedido de Hoseok. A veces aceptaba, otras -la mayoría- las dejaba pasar porque sabía que se sentiría incómodo allí.
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Train of Time [Kiheon/Kiho] [Monsta X]
FanfictionUna dulce melodía que deja de sonar para Yoo Kihyun. No vuelve a oírla, no vuelve a tocarla. El tiempo pasó demasiado rápido para él, arrebatándole a Lee Jooheon de sus brazos. La obsesión por el duelo que aún no consigue superar lo lleva a querer v...