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Tensión, hambre y un completo silencio es lo que hay dentro del tren, acompañando a esos tres hombres que llevan bastante sin emitir un solo sonido a sus acompañantes. Volviendo así este desconocido viaje en la nada en algo mucho más angustiante. El único espacio físico dentro de ninguna parte, donde el tiempo no corre y donde afuera no hay nada más que un interminable vacío. Es difícil saber cuánto tiempo llevan perdidos entre esta dimensión no explorada y muy poco estudiadas, en donde sus teorías no han sido puestas en práctica, para la humanidad. Más bien es imposible saberlo porque sus relojes dejaron de funcionar y Kihyun ni siquiera sabría decir con certeza de si están o no dentro de una dimensión. Podrían llevar dos segundos, tres horas o un día aquí encerrados. Quizás los estudios que dicen de que el tiempo es la cuarta dimensión son falsas, y a lo mejor sirve como una forma de conectar las demás dimensiones. No lo sabe. Sólo sabe que está triste, con una enorme culpa cargando sobre su espalda por haberlos traído a ningún lugar sin saber a dónde van a ir, cuándo van a llegar, y con su estómago rugiendo del hambre.

Sin nada para comer, sin un hermoso paisaje para apreciar y tomarle una fotografía como recuerdo. Nada para hacer y sus únicos dos acompañantes parecen estar enfadados con él. Bueno, Hyungwon definitivamente lo está. No lo ha visto desde que se fue a un vagón ajeno al de su presencia por obvias razones, mientras que el segundo hombre está a unos pocos metros. Levanta la mirada del horario estancado en la pantalla de su celular para ver a Hoseok con preocupación, sentado en el suelo al igual que él. Ambos frente a frente, con el mayor jugando con algunas de las carpetas sin leerlas, a la vez que Kihyun sólo busca torturarse viendo cómo los minutos en su móvil no pasan, la hora no cambia. Su mejor amigo lo mira, en sus ojos se nota el cansancio y el aburrimiento de estar aquí y suspira cuando cruza miradas con el menor.

Hoseok gatea los pocos metros que le separa de Kihyun, creyendo que no es momento para estar peleados. Más bien deberían tratar de hacer lo mejor posible para hacer de esta travesía algo más ameno. Nadie sabe qué les espera cuando tengan un lugar de destino, y desde luego se necesitan mutuamente entre los tres. No es la ocasión para reclamar o culpar a Kihyun hasta el agotamiento por haber sido terco y no escuchar lo que los demás le decían y, Hoseok bien sabe que ahora mismo es lo único que debe haber en la cabeza de su mejor amigo. Ya no es la alegría y la esperanza de regresar con Jooheon, ahora es la desesperación y el pánico de no regresar a casa. Aunque, pensándolo bien, ¿de qué le serviría a Kihyun volver? Lo que realmente pesa aquí es el hecho de haber traído a Hoseok detrás suyo, arrastrándolo a un sitio donde él no tiene nada que ver. Otra vez, el mayor sufre las consecuencias de sus acciones.

—Tal vez Hyungwon está equivocado—Hoseok rompe el tortuoso silencio que los rodeaba, apoyando su espalda sobre la fría pared del tren. Kihyun levanta la mirada hacia él, notando esa enorme preocupación. El mayor de ambos quiere mostrarse algo optimista, dejar de señalar a su mejor amigo porque eso sólo conseguiría resultados aún peores—. Él tampoco sabe mucho sobre esto, así que confío en que podamos volver a donde pertenecemos.

—¿Y si no? —cuestiona Kihyun, asustado. Luego, suelta un tembloroso suspiro mientras sus ojos comienzan a picar— Perdóname, Hoseok.

No obstante, ya es tarde para arrepentirse. Y por mucho que quiera disculparse, no puede hacer que el mayor regrese rápidamente a su mundo... o tiempo, vete a saber. Sin embargo, necesitaba decirlo. Tener al menos el perdón de Hoseok para tener la conciencia un poco más tranquila, menos ruidosa.

Hoseok extiende su brazo, envolviendo los hombros del más bajo para atraerlo a él. Kihyun se deja llevar, apoyando su cabeza en el hombro ajeno. Ambos sienten la calidez que desprende cada uno, sumiéndose en un fuerte abrazo que los une. Y se sienten tranquilos, aun cuando tanta paz es caótica para ellos debido a un problema sin solución. Allá afuera no hay absolutamente nada ni nadie, sólo son tres personas perdidas en ninguna parte esperando llegar a cualquier universo. Hoseok acaricia con su pulgar a Kihyun y besa la coronilla de su cabeza para brindarle algo de apoyo. Ellos dos ahí, en el piso de un tren que conecta diversos mundos y líneas temporales que aún no saben cómo controlar, perdidos en el espacio-tiempo, esperando a finalmente bajar. Sin saber hacia dónde se dirigen, no hay ninguna manera de poder averiguarlo puesto a que vagan por la mismísima nada y de sólo pensar en eso, hace que ambos jóvenes sientan mucho más miedo. Lo único que pueden hacer es aferrarse más al otro, buscando ese refugio y esa seguridad que necesitan.

Train of Time [Kiheon/Kiho] [Monsta X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora