Train of Time [Kiheon/Kiho] [Monsta X]

37

Afuera comenzaba a hacer frío. De noche, con la lluvia que no parecía detenerse y con esa necesidad que tenía Kihyun de estar un rato a solas, este se marchó del grupo de hombres que se encontraba hablando sobre sus desconocidas vidas. Changkyun ya se había ido a buscar a Jooheon hace más o menos una hora, por lo que sólo quedaban cinco. Así que, el estudiante de física necesitaba un tiempo para reflexionar sobre todo lo que había pasado a solas, bajo el silencio y la tranquilidad para que su mente estuviera más tranquila. Y, desde luego, Hoseok lo vio marcharse. Sin dudar, fue detrás de su mejor amigo para aprovechar esa soledad y privacidad para poder hablar ahora que sus mentes estaban frías. 

El edificio completamente a oscuras en su interior, ni Hoseok ni Kihyun sintieron la necesidad de encender las luces. Sólo pasaron, observando esos pocos muebles que habían y que Hyunwoo había explicado que Changkyun se encargó de traerlos para dar la sensación de que  aquí vivía gente. Eran los únicos habitantes de este lugar, lo cual generaba cierto sentimiento de estar en un apocalipsis en donde la humanidad se extinguió y sólo ellos fueron los sobrevivientes.

Kihyun subió unas escaleras que habían justo en frente a la entrada, Hoseok fue detrás. El segundo piso era un poco más oscuro, dando lugar a las puertas de los departamentos. Es ahí que, al ver el pasillo, el menor de los dos hombres se da cuenta que están en el edificio donde vive él. Idéntico al de su mundo, con la diferencia que no hay nadie viviendo aquí. Ni el hombre de mantenimiento  que hablaba con la familia que viviía en el piso de abajo porque se llevaban bien, ni la mujer de cincuenta años que todos los días esperaba en la entrada a su sobrina para cuidarla. Y ahora, están sentados en el pasillo frente a la puerta del que sería el departamento de Kihyun, sin querer entrar. Ni siquiera probaron si las puertas estaban abiertas. Hoseok sólo vio que su amigo se sentó y suspiró, él sólo lo siguió. Siempre en silencio, no han dicho una sola palabra hasta que el menor de los dos se dignó a decir:

—¿Qué te pareció este viaje?

Lo dice en un tono de broma, aunque su voz suena baja e incluso con algunos tintes de tristeza. Busca reflexionar sobre todas las cosas que han pasado, pero pensarlo no es suficiente. Hoseok, una vez más, sólo quiere acompañarlo.

—Fue muy extraño—le responde el mayor—. Tendría que haber sido emocionante, fuimos de los primeros en viajar a distintos mundos. Pero me asustaba el pensar que no podía regresar a casa.

—No me gustó para nada la experiencia—confiesa Kihyun echando su cabeza hacia atrás—. Es increíble cómo es que eso por lo que venía estudiando y sintiendo fascinación, terminó siendo algo que odié.

Por más que Hoseok no quería decirlo, Kihyun tenía esa pequeña sensación de que su mejor amigo también quería agregar algo sobre su disputa del por qué este viaje no fue tan bueno como pitaron que sería en las películas, en caso de que algún día tuviera que ocurrir. Antes, los chicos le habían dicho que podían verse cuando quisieran, a lo que Kihyun, internamente, se pregunto: ¿él vendría? De alguna manera, afectó en su interés por el universo. La desesperación de no saber hacia dónde ir ni cómo volver, esa confusión de cómo funciona todos estos universos que se encuentran conectados. Entiende y sabe que quedarse atrapado aquí no es posible, ya le habían explicado que es completamente seguro el regreso a casa. Que ya habían ido y vuelto varias veces, nada había ocurrido. Tal vez, la opción de mantenerse alejado a este viaje era una opción más sana para dejar descansar su mente y luego ver si se reunirá o no con ellos. Hoseok ya había dicho que sí vendrá.

Otra vez hay silencio, el mayor de los dos no sabe qué más acotar a la conversación para llevarla al punto donde ambos quieren ir. Esto frustra a Kihyun un poco, porque quiere hablar y hablar, llevar la charla por distintos caminos para reflexionar, aprender y, sobre todo, sanar. Su única opción es ir directo al grano.