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"Roseanne".

"¿Hm?"

"¿Creés poder lidiar con una rubia loca de jefa sólo por un mes?" Preguntó con algo de pena la morena sentada frente a su computador, entregándole toda su atención, como siempre.

"Mi último jefe era un viejo perverso que se enojaba por cualquier cosa, esto no será nada, ¿Por qué lo dice?".

"Quiero viajar a un lugar a despejarme, y tengo una amiga que tal vez ocupe mi lugar en mi ausencia, es agradable, pero algo descontrolada" Miró a la neozelandesa, quien ahora le observaba tranquila desde frente al librero que había estado acomodando.

"¿Puedo saber a dónde irá?" Inquirió y volvió la mirada a los libros, dejando uno sobre un estante.

Jennie guardó silencio unos segundos, hablar con la rubia era un pequeño tranquilizante para ella en su día a día, siempre preguntaba algunas cosas muy amenas, nunca se entrometía en su vida de más y no se la estaba intentando ligar cada vez que respirase.

"A París, otra vez" Respondió finalmente.

Su secretaria le dedicó una cálida sonrisa.

"Es un lugar hermoso, supongo que todos hemos dejado recuerdos ahí sin querer" Bajó la vista hasta un libro en particular que hacía que la conversación pareciera una enorme coincidencia: "No es amor, es solo París", y sonrío nostálgica.

"¿Has dejado a alguien en París por venir aquí?".

"Sí, hace poco, siento como si fuera ayer cuando me despedí una última vez en el aeropuerto" Le narró, Jennie no tenía ni idea de lo nostálgica que podía sentirse su secretaria, nunca habían hablado de esta forma en todo el casi mes que llevaba trabajando para la morena.

"No esperaba esto de ti Roseanne" La delgada rubia le dedicó una sonrisa.

"Lo mismo digo, no quería irme, pero hay prioridades, ¿Cómo fue su historia?".

Jennie suspiró tranquila, sus recuerdos estaban más frescos que nunca justo después de haber abierto aquella caja llena de lágrimas y risas.

"Era hermosa, hace siete años la conocí y estuve a punto de olvidarla, pero creo que es bueno volver a donde perteneces, aunque me siento insegura después de todo este tiempo" Rascó su nuca ligeramente, señal que Roseanne entendía por nerviosismo.

"Bueno, bien dicen que uno nunca cambia al amor de su vida, cambia su vida, no es fácil olvidar a alguien a quien se ha amado Señorita Jennie". Acomodó un par de libros sobre el estante.

Los ojos de Jennie se abrieron en sorpresa, tenía razón, nunca había contemplado esa idea, siempre había creído lo contrario gracias a un libro que habla leído hace tiempo, pero tal vez lo que oía venía de la experiencia.

"Gracias Roseanne, otra vez" Se levantó y se colocó su saco negro, la rubia le sonrió en respuesta.

Quedaron de llamarse el Sábado, hablaron un poco más sobre la dichosa rubia oxigenada, magnate y demente "LaLisa Manoban" y se despidieron finalmente, Jennie saliendo más pronto que ella, tendría que ir a comprar los boletos del avión antes del Lunes.







Canción: If you want love - NF (Instrumental).
Espero les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirlo.


Paris | JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora