15

759 88 19
                                    

"Lisa, no me cuentes con quién te enredaste anoche por favor". Ya harta, puso su pulgar e índice en el puente de su nariz.

"Aish, no aguantas nada, y eso que no te he contado sobre mi miserable vida sexual, ser una mujer de negocios frustra mucho ¿sabes?, a veces me gustaría haber hecho lo que de verdad me gustaba pero sencillamente del arte no se vive". Habló con un tono de suficiencia. "Es que no entiendo el mundo, por el amor a Teniers, ¿Qué le cuesta a la gente apreciar y entender el talento y no los rostros bellos o extraños físicos Kardashianescos?, sinceramente tanta voluptuosidad me abruma, ugh". Siguió quejándose ahora más molesta al otro lado de la línea, apagando un cigarrillo sobre el escritorio que ni siquiera era suyo, hizo una mueca de terror al ver que la mancha que había dejado no se quitaba aunque pasara la manga de su saco varias veces.

"No sabía que querías ser artista". Jennie seguía sin creer las palabras de su amiga, y a todo esto, ¿Quién demonios era Teniers?.

"Qué quieres que te diga". Se recargó sobre sus codos y puso una mano delante suya para observarla mientras hablaba. "Siempre quise crear algo que cambiase la visión de las personas con solo verlo. Transmitir todo lo que había puesto en cada trazo, tal vez de un enorme cuadro, un dibujo a carboncillo, tal vez un poema si estoy lo suficientemente ebria; hacer destacar cada emoción y faceta a la persona que lo viese ceñirse sublime frente a sus ojos anhelando que lo vean a fondo y no como algo que poner en la sala de sus casas para llenar un tácito vacío que ellos mismos crean porque la soledad no se conoce hasta que miras más allá de todo lo que llevas haciendo y esperando, mientras que no haces nada para cambiarlo, pero aún así esperas resultados inanes, como si los milagros fueran reales y fuésemos merecedores de uno siendo tan mediocres, y es tan hórrida su primera aparición notoria, nos sentimos tan solos, que nuestra propia razón nos hace cometer errores pero al final aprendemos de todo, y así sigue su ciclo, nosotros solos queriendo ser llenados por algo o alguien, teniendo que crear algo constantemente para poder decir con orgullo《Puse mi alma, cuerpo y tiempo en eso, tiene una parte de mí, es parte de mí》, justo como el amor, esa conexión de nosotros junto a esa persona, todo para sentirnos realizados de forma efímera hasta sentirnos solos de nuevo y tener que hacer otra cosa. Son tiempos complicados para nosotros los soñadores. Hablando de arte, ¿Has ido a Louvre?". Cambió el tema en cuanto Roseanne entraba a la oficina con un café en su mano, temiendo que la hubiese oído divagar todo eso y lo pudiera usar en su contra.

Jennie seguía sin palabras, ¿Quién era Lisa realmente? Nunca había oído algo tan personal salir de su boca que no fuera acerca de una artista o modelo buena de su compañía con la que había andado un tiempo y luego dejado, y para su triste razón, sentía que no conocía a la mujer que ya llevaba viendo más de diez años.

"No he podido, desde que hice la sesión con Balmain la gente sabe quien soy". Se levantó de su cama y fue hasta la cocina en el primer piso aún en pijama, sonrió aliviada al haber logrado quitar su dolor de cabeza con esa aspirina que había encontrado en el baño ayer por la noche.

"Oh es cierto, ¿Como fue tu sesión de fotos con JiSoo?".

Jennie frunció el ceño y bajó la caja de leche que había estado sirviendo en un plato.

"¿Con JiSoo?, no ha sido con ella, me asignaron a una chica llamada Joy, con la que salí ayer de fiesta".

"No imbécil, yo pedí que usaran a JiSoo, JiSoo Bonnay, hasta les dije su nombre francés, extrañamente nadie tiene registros del nombre que usaba en su país natal, creo que tenían el mismo apellido". La rubia sonaba realmente confundida.

"Lo pospuse un día en el que no me encontraba bien, imagino y fue por eso". Le dijo.

"A veces eres impresionante arruinando mis planes, pero no importa, de todos modos la viste ayer ¿no?". La rubia se inclinó hacia atrás, recargándose en el espaldar de la silla mientras veía a Roseanne disimuladamente acomodar algunos papeles en su oficina, esa mujer era realmente bella.

Paris | JensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora