Paris | Jensoo

19

Ni en su primer entrevista de trabajo se había sentido así de nerviosa, y estúpida, sí, tal vez esa era la palabra adecuada.

Había ido como iba a todas partes, en este caso con ropa que tuvo que comprar en París, un saco informal gris, blusa de escote blanca y pantalones de tela grises junto a unos zapatos cómodos.

Ah, y con airpods y lentes de sol, mínimo para sentirse realzada y no nerviosa.

La campanilla del café sonó y casi pudo jurar oír un eco al ver a semejante mujer atravesar el umbral, diablos señorita.

Las 55 llamadas perdidas de Lisa junto a otras muchas de Roseanne y los cientos de mensajes de ambas ahora valían nada, JiSoo con esa ropa y mirada buscándola eran todas sus preocupaciones ahora, se sintió tan aliviada que de repente se le había quitado la miopía.

Y seguido de ella, la niña rubia, arrugó la nariz apenas la vio, ¿Hasta a su cita la iba a seguir? No pudo evitar querer huir de repente.

Jennie le miró y ahí conectaron miradas, la pelinegra sonrió ligeramente y fue hasta ella, la otra mujer le hizo algunas señas antes de esto y fue a la barra para abrir un portátil, al menos tendrían privacidad.

La tenía enfrente, acercándose cada vez más a ella, meneando sus caderas y haciendo sonar su pequeño tacón cada paso, hasta cuando empezó a pensar de nuevo fue cuando la vio frente a la pequeña mesa, de pie, mirándola.

Jennie se acomodó ligeramente sobre su asiento y le miró nuevamente.

"Hey". Dijo sin más.

JiSoo sonrió ligeramente.

"¿Puedo sentarme?". Preguntó.

Jennie se trabó un segundo pero después respondió.

"C-claro, déjame ayudarte" Se levantó y acomodó la silla para que la pelinegra se sentara en ella.

Una vez ambas estaban en la mesa y con el menú en sus manos, mirándose por encima de la carta de vez en cuando, finalmente JiSoo bajó la suya.

"¿Pedirás el batido de vainilla no?" Preguntó y se recargó sobre el respaldo de la silla.

"Supongo que sí, hace años no lo pruebo".

"Creí que vendrías aquí en cuanto regresaras". Le dijo la pelinegra.

"Tenía planeado hacerlo, pero quería venir contigo, honestamente". Bajó la carta y llamó al mesero con la mano. "Ni siquiera tiene el mismo nombre, el tiempo vuela".

"Cierto...". Cruzó sus brazos y se apoyó en la mesa. "Pasar de See U Later a Forever Young parece buena idea de marketing, nunca ví tan lleno este lugar hasta que cambiaron el letrero y la decoración"

El mesero tomó su orden y con una reverencia se marchó.

"¿Has venido aquí desde que me fui?". Preguntó de repente la castaña, JiSoo suspiró y dio una sonrisa pequeña de medio lado.

"Siempre vengo un par de veces a la semana, a veces con WheeIn, a veces sola... Adoro este lugar".

"Lo mismo digo, aunque ya no venden brownies, pero aún así es agradable". JiSoo rió ligeramente.

Permanecieron un momento en silencio mientras el mesero dejaba sus órdenes sobre la mesa; un pequeño plato con unos panecillos de sabores para JiSoo junto a un latte y una rebanada de pastel de fresa junto a un expresso para Jennie, la comida se veía realmente bonita.

"A veces ni me dan ganas de comerme lo que ordeno, se ve demasiado bien". Dijo Jennie de repente y miró su orden desde distintos ángulos.

"Jennie...". Llamó la pelinegra mientras revolvía su bebida con una cucharita.

"¿Hm?".

"¿Has estado con alguien más después de que... Ya sabes, te fuiste?". Dijo y le dio una mordida a su panecillo.

Jennie suspiró y le dio un buen trago a su café antes de hablar.

"La verdad, con muchas personas, pero no me enamoré de ninguna al final de todo".

"Ya veo...".

"¿Y tú?".

"... He estado fingiendo relaciones con varios actores y cantantes, pero nada que no sea un contrato de conveniencia. Aunque sí que he tenido citas de una noche para el estrés". Al decir lo último una sonrisa nerviosa adornó su rostro, Jennie sólo podía derretirse de ternura en su asiento.

"¿Fui el motivo de tu regreso?". Inquirió la pelinegra.

Jennie levantó la mirada y le vio a los ojos directamente.

"Sí".

Una canción de jazz lejana tomó la palabra.

"Nunca me sentí tan sola hasta que me di cuenta de que te había dejado sin razones JiSoo". Siguió.

JiSoo lo pensó un momento.

"Oye... Quisiera que lo intentaramos de nuevo, pero en serio. Sin tu madre o mi hermano de por medio, sin obligaciones cercanas o la universidad... Sólo las dos, ahora que ambas somos conscientes de lo que hacemos y tenemos casi la vida hecha". Confesó de pronto la pelinegra, Jennie soltó la cuchara que tenía en la mano ante tal declaración, no lo podía creer.

"Pero..."

"Iré a Los Angeles en un par de meses, tengo un contrato y un papel en una serie que tal vez dure un buen tiempo".

"Yo me iré a Los Angeles en tres semanas, y... S todo marcha bien podríamos... No sé, irnos juntas, tal vez". Sugirió apenada.

JiSoo sonrió, mostrando su linda sonrisa de corazón junto a sus ojitos entrecerrados para luego bajar la mirada.

"Entonces... Te veo el mañana en la fiesta de Joy".

"¿Fiesta de Joy?". La castaña frunció el ceño.

"Va a organizar una celebración por una oferta de trabajo que consiguió y me gustaría ir contigo".

Jennie parpadeó incrédula y movió su cabeza varias veces extrañamente, titubeando antes de hablar.

"Me encantaría, por supuesto que sí".

Las palabras no alcanzaban para describir lo feliz que estaba, y esto junto a JiSoo, a pesar de que esta tuviera cierta incomodidad por sus propias razones.

Al salir ambas por su lado, Jennie terminó dando saltitos en la calle y festejando, recibiendo miradas extrañada de los paseantes, obviamente, pero ¿Quién no estaría feliz en su situación?, de repente lo que hacía tenía más sentido que antes y su viaje de regreso a California dejaba de parecer aburrido.

Mientras tanto, JiSoo seguía pensando, en el asiento trasero de su auto mientras su chófer se mantenía ajeno a todo y Wheein estaba de copiloto mirándola por el espejo retrovisor, ligeramente preocupada según decía su expresión, ¿De verdad estaría bien hacerle eso a Jennie?... ¿Estaba enamorada aún o fue sólo un accidente su enorme e involuntaria sonrisa cuando Jennie le dijo sobre el viaje?... Al ver la genuina felicidad de la castaña JiSoo no pudo evitar sentirse una mierda. Tal vez ahora sería su culpa, pero no quería arruinar nada de esto en el fondo... Perdida en sus pensamientos sin dejar de divagar de más, siguió observando como cada persona o edificio pasaba fugazmente ante sus ojos completamente distorsionado, sin siquiera permitirle apreciarlos a detalle como le gustaría, la vida avanza muy rápido cuando te quedas quieto al parecer.

Espero les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo, gracias por leer.