Paris | Jensoo

18

El aire se sentía tan ligero en las oficinas de Balmain, y todas las personas olían bonito, aunque sonara raro.

Por la mañana había decidido apagar su celular por tres días, tal vez Lisa creería que se habia molestado con ella, o quizá Roseanne pensaría que la habían secuestrado para vender sus órganos marca Chanel en el mercado negro.

Simplemente quería desconectarse de todo, y así haría.

Su paso era firme, más no apresurado, lo último que quería era confrontar a JiSoo tan de repente, ni siquiera había pensado en qué decirle, o qué hacer, sólo había casi saltado fuera de su cama y cuando se dio cuenta su hermoso auto nuevo estaba estacionado en el estacionamiento (Sabiduría) de Balmain, y Jong In ahora estaba moviendo su mano frente a ella a ver si reaccionaba mientras estaba de pie, quieta en el lobby.

"¿Se encuentra bien Señorita Kim?" Le preguntó y llevó sus manos a su espalda.

Jennie pronto reinició el sistema -Su escasa materia gris de ese momento- y parpadeó un par de veces antes de hablar.

"Sí, deja la formalidad y dime Jennie, ¿Se encuentra JiSoo aquí?" Preguntó sin rodeos.

"Salió a almorzar hace casi nada, ¿La buscas?"

¿Almorzar? ¿Qué hora era? ¿Quién es Jennie?

"Sí, ¿Va a regresar?".

"En una hora más o menos, pero si te parece puedes ir con ella, siempre va al café "Peppermint Chocolate".

Ahora JongIn le caía mejor que ayer.

"Iré con ella entonces, gracias".

Y voló hacia afuera.

...

"¿Vienes a almorzar WheeIn?".

"Si va a ir Joy prefiero abstenerme" Le respondió haciendo una mueca.

"Creo que irá HyeJin hoy.." Miró hacia arriba sonriendo.

WheeIn dejó de guardar cosas en su mochila y se quedó pensándolo un momento.

"¿Sabes? Tener tres comidas al día es realmente saludable". Lanzó la mochila sobre su hombro y se dirigió a la puerta primero, JiSoo la siguió con la mirada, sentía ternura por la pequeña mujer.

Su camino fue tranquilo, siempre iban a un café cercano a la empresa, a veces sólo ellas dos, algunas veces se les unían JongIn y Joy junto a su séquito de amigas lelas que tenían que usar otra mesa, o a veces JiSoo iba sola porque WheeIn tenía cosas que hacer a esa hora, sin duda ese café tenía muchas memorias guardadas.

"¿Te interesa la modelo entonces?". Le preguntó la pelinegra a la rubia.

"...Es difícil de explicar" Le respondió y guardó su celular.

JiSoo prefirió no preguntar más, sabía que cuando la rubia tardaba en responder era porque no quería decir más.

"¿Qué tal las cosas con Jennie?". Le preguntó WheeIn de repente.

"No como me gustaría".

"¿Por qué?, yo las noté de maravilla en las fotos filtradas". Alzó las cejas y curvo sus labios hacia abajo cómicamente.

"Ella estaba borracha, yo estaba estúpida, y el periodista estaba en un mal ángulo". Se justificó al instante, como si lo que hicieron no hubiese pasado.

WheeIn permaneció en silencio mientras caminaban.

"Deberían volver a intentarlo". Le dijo. "Estoy casi segura de que esa chica no fue a ahogarse en Whisky caro sólo porque le dio la gana esa noche, además, su viaje a París fue solo para verte, yo no me iría del otro lado del charco a ver a mi ex imbécil nada más porque sí". Se encogió de hombros, mirando la puerta de cristal del café buscando a la morena.

"Deberías dejar de leer novelas juveniles románticas".

"¡Ahí está HyeJin!". Le cortó la frase de repente y la jaló de la muñeca hasta la mesa.

...

Jennie.

Bien, ahí está JiSoo, sola, con una taza en su mano y un libro de bolsillo en la otra, está sola, no hay de qué preocuparse...

¿Quién es esa rubia que se acaba de sentar a su lado?, parece menor de edad, ¿Qué está pasando en esa mesa?, ¿Qué están mirando tan interesadas?.

Me incliné hacia un lado para ver mejor por la ventana de cristal, la del principio, porque en general el café estaba hecho por tres en cada lado y la entrada estaba justo en la esquina de la calle, parecía un café victoriano vintage, pero ahora no es momento de apreciar cultura, ¿Qué están viendo tan entretenidas JiSoo y la niña rubia?

Ah, eso explica muchas cosas.

Apenas por el borde de mi ojo pude ver a una mujer morena en la barra haciéndoles gestos cómicos de lejos, y vaya que era bella, no en cualquier lado ves esas curvas, mis cejas se alzaron inconscientemente.

Ahora sólo debo esperar a que JiSoo salga o a que la niña y la mujer se vayan, espera, ¿JiSoo está viéndome o está buscando algo detrás de mí?

Me giré y no vi a nadie, devolví la mirada y ella ya no estaba, iba a huir y choque con ella, ¿En París las personas se teletrabsportan?.

Ah, cierto  JiSoo está en frente de mí, con un pantalón de mezclilla ajustado, un top blanco, tacones... Diablos señorita.

"¿Qué hacías ahí?" Me dijo y se cruzó de brazos, miré hacia el café y estaban mirándonos la niña y la mujer, gente chismosa.

"¿Jennie?".

"Ah, sí... Hola" Hice un saludo con mi mano, me sentía indefensa ante su estatura con esos tacones.

"¿Sólo dirás hola?" Alzó una ceja.

"Se suponía que venía a disculparme contigo pero vi que estabas con alguien, ¿Quién es la niña rubia?". Señalé con mi pulgar.

"Es mi mánager, tiene diecinueve" Me dijo a secas y relajó sus brazos a sus costados.

"Y la mujer morena?".

"Es modelo, futura novia de mi mánager, ¿Por qué preguntas?".

Diablos.

"Curiosidad".

Y el silencio tomó la palabra.

"¿A qué hora sales de trabajar?".

"Cuando termine mi sesión de las tres"
Miró a sus lados serenamente.

"¿Podemos hablar cuando salgas? Ir a un café o algo...". Bajé la mirada avergonzada, se sentía como si la invitase a una cita, o como si fuéramos estudiantes de preparatoria invitandose a un baile, aunque nuestro primer encuentro había sido muy cercano a eso.

No pudo asegurar nada, pero creo haberla visto sonreír, era una diminuta sonrisa, pero había sonreído, extrañaba ver sus labios curvarse en ese gesto, y más aún cuando sonreía mostrándose los.dientes y arrugada su nariz, sus labios formaban un corazón cada vez que lo hacía.

"Bien, te llamo cuando salga". Me dijo sin más.

¿Dijo que sí? Wow, no creí llegar tan lejos.

"Entonces... Vendré por ti en un rato, perdón por interrumpirte". Hice una reverencia rápido y casi me fui volando, Dios..., qué difícil es hablar con ella cuando trae tacones.

Fui hasta mi auto, decidí que sería buena idea regalarle algo cuando nos viéramos, espero avancemos hoy en lugar de empeorar, no lo arruines Jennie Kim.

Espero les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo, gracias por leer.
Luego corrijo y pongo canciones que faltan, sori.