Capítulo 4.

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*KOOK POV*


Cuando por fin llegué a mi zona apenas podía creerme que hubiera estado con aquella chica, la famosa May,  Keira hablaba tanto de su hermana que incluso había empezado a cogerle manía, aunque podía entender que para ella contar como era su familia le hacía sentirse mejor, menos sola. Sólo llevaba cuatro meses aquí y muchos de los Risers no se la creían todavía, no entendían como había podido burlar la seguridad de la zona de los Redcoats y seguir con vida después de haber desertado, algunos la tomaban como una espía del enemigo.


Pero lo cierto era que tanto yo como los más cercanos al entorno de Maxx, nuestro líder, conocíamos la verdad. Habíamos visto crecer aquella insufrible y cursi pareja, llevaban juntos un año y lo cierto es que en ese tiempo jamás conocí a dos personas que se llegaran a amar tanto como Keira y Maxx lo hacían, era tan vomitivo que incluso se me hacía tierno.


-¡Kook! -me giré como un resorte al escuchar a alguien gritar mi nombre - maldito bastardo, ¿cuánto tardas tú en explorar un jodido túnel? ¡Ya íbamos a mandar a alguien!


-¡Oh vamos, relájate Kim! -alcé la voz a la vez que me acercaba al rubio, que me esperaba con cara de pocos amigos, haciendo que la gente que se encontraba en el mercado principal girara sus cabezas con curiosidad.


Kim era como un hermano para mi, ese tipo de persona a la que le cuentas todo, sin temer a que te juzgue, alguien a quien proteger las espaldas con la seguridad de que él hará lo mismo, un camarada. Nos conocíamos desde primaria, y cuando surgió toda la revolución él lo perdió todo, padres, hermanos, familia, al igual que yo, por eso junto a Felix siempre estuvimos juntos. A pesar de ser tan jóvenes, Kim que era el más mayor tenía sólo veintitrés años, Maxx tenía plena confianza en nosotros, éramos como sus segundos al mando. Supongo que era porque al no tener nada por lo que luchar, ya que lo habíamos perdido todo, y sólo hacerlo por la causa, sabía que no le fallaríamos. 


Choqué la mano ruidosamente con Kim a la vez que golpeaba en el hombro a Felix, el cual estaba parado con sus manos en los bolsillos. Felix tenía diecinueve años, y se podía decir que era alguien tranquilo a pesar de ser el más pequeño de nosotros, no se alteraba con facilidad, era la mente fría del equipo, también era asiático como Kim y yo, los demás decían que era un tipo muy zen, el típico tópico del asiático serio y relajado, así era él.


-¿Que me relaje? Eso mejor díselo a Maxx, lleva un cabreo de cojones, ni siquiera Keira puede calmarle -suspiró negando con la cabeza a la vez que se pasaba la mano por su decolorado cabello, tenía la costumbre de cambiarlo de color constantemente, tanto que ya ni me sorprendía.


-Parecéis un matrimonio -comentó Felix negando con la cabeza mientras rodaba sus ojos y Kim aprovechaba para darle un sonoro golpe en el brazo -¡Eh, eso duele! -replicó frotándose la zona.


-Bueno, bueno... -reí- no será para tanto lo de Maxx, perro ladrador...


-Puede que ese perro te esté viendo como un hueso en estos momentos, Kook -una voz femenina y conocida me sorprendió por la espalda, haciendo que diera un respingo y girara en su dirección por instinto. Una chica de estatura mediana, pelo cobrizo y ojos pardos se encontraba de brazos cruzados, parada frente a mi, mirándome con cara de desaprobación.

Risers. // JK Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora