Capítulo 6.

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Mis ojos no daban crédito a la situación, estaba ante el Riser con el que me había topado en el metro hace un par de semanas, y seguramente la gente que estaba con él también fueran del mismo rango ¿cómo habían logrado pasar desapercibidos y que ningún Hound los descubriera?

-¿Qué demonios haces tú aquí? -podía notar el tono de incredulidad en mi voz, aquello era lo último que me esperaba que pasara esa noche.

-Lo mismo que tú Redcoat ¿vas a chivarte a alguien? -me miró con frialdad, como si estuviera haciendo esa pregunta totalmente en serio, aunque esa expresión le duró una milésima de segundo y sonrió ladinamente- La verdad no creo que lo hicieras, ya sabes, por nuestro encuentro del otro día -se contestó a la pregunta que el mismo había formulado, guiñándome un ojo y estirándose con chulería.

A su alrededor pude notar como los chicos con los que iba, dos de ellos con rasgos asiáticos también y los otros dos de aspecto rudo y con tatuajes, cuchicheaban y se miraban sin entender nada. Escuché como uno de ellos le preguntaba por lo bajo a otro "¿Es Keira? No puede ser". Los miré entrecerrando los ojos.

-¡No soy Keira! -contesté con rabia y volví a mirar al moreno- Te sorprendería saber de lo que soy capaz cuando me enfado -me encaré con él- ¿Vais a darme fuego o qué? -quise saber con voz enfadada, provocando que el chico rubio platino alargara el encendedor acercando la llama a mi cigarro mirándome con cara de sorpresa- Gracias... -dije tomando una larga calada, notando como me calmaba un poco y soltando el humo despacio.

Mi mal humor parecía contentar al moreno, que soltó una carcajada y se posicionó frente a mi, escudriñándome con sus oscuros y rasgados ojos, provocando que me pusiera algo nerviosa, aún así me negué a apartarle la mirada.

-¿Qué te hace tanta gracia Kook? -pregunté mirándolo desafiante a la vez que se sorprendía de que lo llamara por su nombre, mientras daba otra calada para después soltarle el humo restante en la cara.

-Me hace gracia lo mucho que has cambiado en estas semanas -contestó mirándome de arriba a abajo y sin percatarse del humo- ¿Está tu novio el cagón por aquí? ¿No te ha dicho nada por salir vestida como una Riser? -se acercó un poco más hacia mi, provocando que le lanzara una mirada asesina.

-No -contesté con frialdad- Y a mi nadie me tiene que dar permiso sobre como salir vestida a la calle.

El moreno me estaba echando un pulso y yo lo estaba aceptando, no iba a permitir que me dejara de consentida delante de sus amigos, pero él parecía divertirse con nuestra peculiar pelea.

-Así me gusta -una sonora risotada salió de su boca y sus camaradas le acompañaron- Sólo por eso te has ganado una cerveza gratis -dijo mientras en un movimiento rápido me quitaba el cigarrillo de los dedos y le daba una calada a la vez que pasaba su brazo por encima de mi hombro y me empujaba hacia la puerta del local.

-¡¿Qué?! Oye no...no quiero beber más -intenté zafarme del abrazo pero tenía fuerza, casi estábamos entrando por la puerta cuando una voz nos sorprendió por la espalda.

-¿May? -la grave voz de Thomas se alzó sobre el bullicio y me quedé helada, sin querer girarme. Tras unos segundos sin reaccionar e ignorándole, me agarró por el brazo, haciendo que me volteara y Kook me soltara, a la vez que este lo miraba alzando una ceja.

-¿Se puede saber qué haces en lugar como este? ¿Y así vestida? -quiso saber con un notable gesto de enfado en su cara, cuando estábamos juntos no le gustaba que me juntara con chicos, sólo si eran sus amigos, si lo hacía sabía que después tendría bronca, al igual que tenía que controlar lo que me ponía para no llamar demasiado la atención a otros hombres.

-¿Y tú? -lo miré con resignación y cara de pocos amigos, después de lo que había pasado no iba a permitir que mandara sobre mi. Lo observé mejor y desentonaba totalmente con el lugar, él y su pack de colegas, todos con camisas blancas o con estampados sutiles y pantalones tejanos con deportivas lujosas, eran como una copia, hasta llevaban el pelo perfectamente engominado hacia atrás.

-Contesta a mi pregunta May -sonaba como si estuviera dándome una orden y entonces entendí porque se encontraba en aquél lugar, evadió mi pregunta sobre qué hacía allí ya que seguramente habría ido a comprar algo de hierba, sólo en ese tipo de pubs podías conseguir drogas, en todos los demás sitios estaban terminantemente prohibidas.

-No tengo por qué darte explicaciones Thomas ¿no te quedó claro el otro día que no quiero volver a verte? -mencioné el momento en el que le había lanzado los dos cubos de agua y noté como su cara se tornó roja del enfado. La verdad no me apetecía hablar con él, y menos en mi estado, por lo que le di la espalda e hice el intento de volver a entrar al pub, volvió a sujetarme del brazo, esta vez tratando de llevarme hacia él con fuerza y haciendo que me tambaleara.

-¿Qué coño te has creído que.. -no le dió tiempo a terminar la pregunta ya que en un pestañeo tenía a Kook soltando su agarre con facilidad y poniéndose frente a mi para cubrirme- ¿Y tú quien demonios eres? -le preguntó estirándose de manera chulesca, esto no iba a acabar bien.

-¿Estas sordo? Te ha dicho que no quiere verte -la voz del moreno sonaba seria y bastate más grave de lo normal, quise cogerle del brazo para alejarlo, pero sus compañeros se colocaron a los lados, todos con semblante serio.

-¿Ahora sales con putos chinos May? ¿Te va el rollo oriental? -rió mirando a sus amigos los cuales soltaron una boba carcajada, ninguno de aquél grupo era muy inteligente que se dijera.

Noté como un sentimiento de rabia me llenaba y recorría toda mi espina dorsal, me estaba humillando delante de todo el mundo, el estúpido Thomas no sabía perder, no iba a dejar pasar aquello, y verme con otra persona que no fuera él lo enfadaba aún más. Miré a Kook, el cual apretaba sus puños haciendo que estos se pusiera blancos y pude notar como los otros cuatro también se tensaban. El ambiente era como un campo de dinamita, una chispa y todo explotaría.

-Thomas, lárgate, lo digo enserio -le avisé colocándome de nuevo al lado del moreno, intentando estar cerca por si tenía que apartarlos.

-¿Es eso no? Me has dejado por un estúpido chino -negó con la cabeza, poniéndose cada vez más rojo y agresivo- Debí hacer caso a todo el mundo cuando me dijeron que no eras más que una puta.

Y sin previo aviso el puño derecho de Kook lanzó un golpe seco y sonoro hacia la cara de Thomas, haciendo que este cayera hacia atrás, por la sorpresa y por la fuerza con la que le alcanzó. Sus amigos se agacharon rápidamente a por él, pero los del grupo de mis espaldas los sujetaron inmovilizándolos, mientras Kook se lanzaba sobre él, aún en el suelo.

-¡Vuelve a decirle algo así y te rompo esa puta cara de pijo que tienes! ¿¡Me oyes!? -su voz sonaba furiosa y la alzó tanto que la gente de alrededor se acercó a ver que pasaba. Como un acto reflejo me apresuré a tomar al moreno del brazo tratando de apartarlo sin mucho éxito.

Cada vez se acercaba más y más gente, seguramente incluso las personas de dentro del pub empezarían a salir para ver qué era todo ese jaleo, en pocos minutos alguien llamaría a los Hounds y se presentarían en el lugar. Ya no temía por mi, si no por ellos, eran Risers, si los pillaban aquí irían directos a fusilar. Otra vez los Risers volviendo a salvarme el pellejo, parecía que se había vuelto costumbre.

-¡Vámonos, por favor! -alcé la voz aún cogiendo a Kook del brazo, tratando de captar su atención. Entonces por fin se giró y me miró, sus oscuros y rasgados ojos ahora estaban idos, con sus pupilas dilatadas por la ire, podía notar como temblaba de rabia. Se levantó sin apenas esfuerzo y me cogió de la muñeca, silbando a la vez que el chico de cabello platino y los demás se levantaban y comenzaban a correr hacía las callejuelas. El moreno tiró de mi y salimos corriendo de allí, podía escuchar a Thomas maldiciéndonos a gritos mientras huíamos del lugar.

-¡Y SOY COREANO HIJO DE...! -le tapé la boca deprisa antes de que pudiera acabar la frase.

Risers. // JK Fanfic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora