Young Father |Min YoonGi|

O 2 4

YoonGi iba corriendo por los pasillos y por detrás a solo unos pasos iba Yoo Hee.

La señora Shin los esperaba. Su rostro estaba pálido y sus ojos rojos.

YoonGi se paró frente a ella.

—¿Donde está Hanna? ¿Qué le pasó? –Preguntó alarmado y con preocupación Min.

Sus ojos estabas rojos y llorosos, pero ahí estaba, sin derramar una sola lágrima.

—Estaba llorando, traté de calmarla y... De pronto comenzó a tener convulsiones –Empezó a explicar la mujer con voz rota.

—Familiares de la paciente Min Hanna –Dijo una enfermera.

Y como si fuera el anuncio de una carrera YoonGi ya estaba frente a el pediatra que atendía a su hija.

—Oh, JiMin-ha –Susurró la castaña viendo a su hermano.

YoonGi veía al doctor frente a él escuchando con atención.

—La niña, como se tiene 1 año y 6 meses, ¿no es así? –YoonGi asintió. JiMin suspiró. –Su hija tuvo convulsiones durante un largo periodo, pero logramos estabilizarla. –Dijo. –Dejeme explicarle. En el momento del nacimiento del bebé, el cerebro todavía es inmaduro. Por lo tanto, es muy emotivo y reacciona exageradamente a los estímulos nerviosos. Además, es propenso a sufrir alteraciones en los neurotransmisores, que se desequilibran y producen descargas eléctricas anormales en las neuronas. De esta manera, se generan convulsiones. Pero si es un tanto preocupante que Hanna haya tenido estas convulsiones por un largo tiempo, tendríamos que tenerla internada una o dos semanas para poder ver si no sufre de epilepsia.

YoonGi cerró con fuerza sus ojos intentando calmarse y no alterarse y perder la cordura ahí mismo.
Su bebé estaba grave, su niña.

—¿Podría pasar a verla? –Preguntó con la voz un poco ronca.

JiMin asintió.

—Claro. Es la habitación 6 del pasillo del plantel infantil en cuidados intensivos. –Informó este.

YoonGi asintió y sin ver atrás tomó caminó por donde le había indicado JiMin.

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Abrió la puerta del cuarto que tenía una mariposa pintada y un numero grande marcando el "6".

Min sintió su cuerpo temblar cuando la vio allí.

Hanna dormía de lado, se veía tan tranquila, llena de paz.

Algunos cables para checar los latidos de su corazón y otros para checar su respiración.

" Promete que cuidarás bien de ella..."
"Te lo prometo." , "Es hermosa Yang Hee...", " Te llamaras Hanna" .

Se sentó a un lado de la camilla con protecciones.
Con su mano acarició el cabello de su hija.

—Prometí cuidarte... –Unas impotentes ganas de llorar llegaron al pelinegro. –Soy malo cumpliendo mis promesas no es así...

Sorbió de su nariz.

—Creo que nunca e cuidado bien de ti y de tus hermano como se lo merecen –Miró con ternura a su hija. Algo en su pecho hizo que este se sintiera cohibido al ver con Hanna  hacía un puchero de forma natural al dormir.

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Esperando a Hanna.

2 años atrás.