Young Father |Min YoonGi|

O O O

— ¡Es por eso que no puedo más! —Dijo la señora mientras YoonGi se mantenía estático en su lugar. La señora tomó de nueva cuenta su maleta y se dirigía hacia la entrada.

— Espere, esper-

— Señor Min, su hijo es un- ¡Ahh! —Y la señora salió azotando la puerta.

Y allí se fue la niñera en menos de un mes.
YoonGi cerró sus ojos y llevó sus manos a su cabello para halar de él con frustración.

— ¡Min Jung Dul! —Gritó.

En seguida un niño de tan solo siete años estaba bajando rápidamente las escaleras.
El pequeño iba cabizbajo hasta llegar justo frente a su padre. Jugaba con sus manitas y su cabello castaño tapaba parte de sus ojitos.

— ¿Por que rayos le pusiste pegamento en el shampoo a la señora Shin? —La voz de YoonGi sonaba molesta, y con que razón, Jung Dul había echo que la niñera se fuera. — ¿Qué rayos te pasa por la cabeza? ¿Crees que es gracioso? No lo es, ¿Quién los cuidará ahora? ¿Ah?

El pequeño no sabía que hacer, una vez mas su papá estaba molesto con él, solo era una pequeña broma, no tenía porque ponerse así, es más, esa niñera no les prestaba mucha atención que digamos, siempre se la pasaba viendo la televisión o estando en su teléfono, no tenía derecho a quejarse.

— Papá... Lo siento... —Dijo sorbiendo de su nariz.

YoonGi suspiró y pasó su mano derecha por su rostro.
Jung Dul tenía los ojos llorosos y un pronunciable puchero en sus labios, ¿Como no caer ante eso?
Bajó hasta la altura de su pequeño y lo tomó de los hombros.

— Escuchame Jung Dul —El pequeño solo miró a los ojos a su padre. El corazón de YoonGi se sintió bastante cohibido al ver los ojos triste y llorosos de su hijo. — Lo siento por hablarte así, pero lo que hiciste no estuvo bien hijo. Tus bromas pueden causar accidentes irremediables, ¿Entiendes?.

Jung Dul asintió lentamente con la cabeza.

— Anda ve a cambiarte, apestas a ese pegamento —YoonGi arrugó la nariz y su hijo rió asintiendo frenéticamente con la cabeza para después correr escaleras arriba.

Min llevó sus manos a su cadera y suspiró pesadamente, era hora de ir a trabajar y no tenía a nadie que cuidara de sus hijos.
Con esfuerzo sacó su teléfono y marcó a la única persona que podía ayudarlo en ese instante.

(...)

— Mediocre de cuarta llega temprano o me robo a tus hijos, ¿entendiste? —Advirtió Dahyun con la pequeña Hanna en sus brazos.

— Si hermana yo también te quiero —Dijo sarcástico. Se acercó a Josang para depositar un beso en su frente.

El pequeño Josang era una copia exacta de YoonGi, a sus nueve años siendo un niño bastante tranquilo el cual no provocaba ningún problema y el primero en la escuela, era uno de los orgullos mas grandes de YoonGi. Después se despidió de la misma manera de Jung Dul, este al contrario de su padre y su hermano mayor, su cabello era castaño pero tenía los mismo ojos que su padre y un carácter bastante alegre, era un diablillo al igual que su tía Dahyun, y siguiendo con la pequeña Hanna, una pequeña niña de solo un año y cinco meses, era la adoración de YoonGi, aquella pequeña castaña de ojos color avellana y mejillas enormes era un retrato viviente de su fallecida esposa.

Dio sus besos de despedida rápidos y le dio uno a su hermana menor.

— Wakala, conmigo no idiota —Dahyun hizo una cara de asco.

YoonGi le sacó la legua bromeando.

— Nos vemos luego niños —Salió casi corriendo de casa para subir a su auto.

Ocho horas continuas de arduo trabajo, sus ojos ya pesaban, y con mucha razón. La antigua niñera solo cubría con su trabajo de ocho y media de la mañana hasta las seis de la tarde. Pero YoonGi no podía permitirse pagar horas extras.
A sus veintiséis años tenía ya tres hijos, fue bastante duro sacar adelante a Josang pero realmente fue casi imposible cuando su esposa se embarazó de Jung Dul, estudiar y trabajar fue su rutina constante durante cinco años, desde tan solo sus diecisiete años se privó de todo una vida por mantener a una familia, Yang Hee fue su primer amor y la madre de sus hijos, lamentablemente la perdió el día en el que nació Hanna, tuvo que hacerse cargo de sus tres hijos el solo mas el trabajar arduamente por ellos, pero todo se "calmó" un poco cuando su amigo HoSeok le dio la idea de contratar una niñera hace ya un mes, y eso hizo, pero lamentablemente esta se fue gracias a las travesuras de Jung Dul.

Bien, ahora si no sabía que rayos hacer, debía pensar en algo pronto, sus horarios en la empresa estaban fijos y el problema serían sus pequeños.

Bajó de su auto y se dirigió a la puerta de su casa para abrirla con su llave y lo primero en ver es a su hermana sentada en el sillón de la sala leyendo uno de esos tantos libros de romance que estaba acostumbrada a leer.

Este solo dejó su maleta a un lado y se quitó el saco y aflojó su corbata para tirarse en el sillón y reposar su cabeza en las piernas de su hermana.
Esta solo le pegó en la frente con su libro.

— ¿No puede haber un día en el que no me pegues?—Le preguntó YoonGi.

— Eso es por llegar a esta hora a casa —Dijo ella dejando el libro de lado. — Eres un imbécil, perdí todo mi día libre por venir ayudarte, otra vez.

YoonGi se levantó de las piernas de su hermana.

— Lamento haberte echo cuidar de los niños hoy, pero-

— Me encanta cuidar de ellos YoonGi, el problema es lo que tardas en la oficina, esas horas extras que tomas no son buenas, recuerda que no solo tienes que proveer el dinero en esta casa, sino también convivir con ellos, ahora tienes el trabajo de su madre, y yo no siempre estaré para ayudarte —Lo regañó. Suspiró y con sus dedos llevó su cabello detrás de sus orejas. — Escucha, se que es difícil eso de ser padre, y peor aún soltero, se que tú trabajo te consume por completo, y la universidad a mi me tiene completamente sometida, así que... —Le extendió una tarjeta con un numero.

—¿Qué es esto?.

— Es el numero de teléfono de una amiga mía, se llama Yoo Hee, ella iba conmigo en la universidad. Es muy buena con los niños, y es una persona confiable —Tomó sus cosas y las guardó en su bolso. — Tengo que irme, mañana tengo examen. Llamala, ¿De acuerdo?.

YoonGi solo asintió. Y se levantó del sillón para encaminar a su hermana a su auto.

Antes de que esta subiera el mayor de los Min Haló un mechón de su cabello y golpeó levemente con su pie su trasero.

— ¡Yah! —Dahyun volteó molesta a ver a su hermano.

— Me las debías, no porque ahora seas mayor y tengas a un novio significa que puedes tratarme así mocosa, además, yo siempre gano con esto —Y allí mismo recibió un pisotón de parte de su hermana menor. —¡Auh!

Dahyun entró a su auto y le sacó la lengua de forma infantil a YoonGi.

Vio como el auto de su hermana se iba perdiendo entre las calles, entró a su casa.

10:11 p.m.

Vio en la mesita de la sala aquella tarjeta con el numero de la niñera, decidió restarle importancia y subió a su habitación.

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