Young Father |Min YoonGi|

O 3 O

(Vayan alistando su playlist triste :) )

YoonGi se recostó en el respaldo de su sofá. 
La doctora había sido clara, no les dejarían ver a Yoo Hee hasta mañana temprano. No quería irse pero tampoco deseaba preocupar a sus hijos, mucho menos decirles que Yoo Hee había sufrido un accidente, no quería ver a sus niños llorar.

La puerta se abrió dejando ver a una Dahyung con una media sonrisa.
YoonGi ya se había encargado de contarle lo de su amiga. La pelinegra estaba segura que iría con su mejor amiga fuera lo que fuera, pero tenía razón su hermano que al hacer eso los niños sospecharían que algo grave pasaba, esos infantes eran muy listos.

—¿Como está?–Preguntó Dahyun viendo a su hermano pararse.

—Estable. No nos dejaran verla hasta mañana –Le contó el mayor.

Dahyun solo asintió.

—¿Y los niños? ¿A donde fueron?

—Oh, Josang tenía una competencia y... –Dahyun intentó explicar.

YoonGi suspiró y cerro sus ojos.
La competencia de natación de Josang. Se había olvidado por completo de eso.

Jung Dúo entró comiendo un helado mientras Josang apenas subía las escaleras del pórtico con su mochila.

—Hola papá –Saludó un alegre Jung Dul. –Jung Dul ganó una medalla y fue increíble.

—¿Enserio?–Preguntó YoonGi recibiendo un asentimiento de su hermana e hijo.

Josang entró por la puerta con la mirada al frente.

—Supe que ganaste una medalla, felicidades, me hubiera encantado estar ahí –YoonGi posó una de sus manos en el hombro de su hijo mayor.

La mano fue quitada bruscamente por el menor.

—No te preocupes no sería la primera vez que no asistes –Dijo crudamente el menor.

—Hey, hey,  Josang –YoonGi lo tomó del brazo. –¿Que te sucede?

El niño lo miró a ver incrédulo por lo que su padre había mencionado.

—¿Enserio? ¿No sabes que me pasa? –El niño sentía la rabia recorrer por sus venas. –¡Prometiste que irías a verme! –YoonGi quedó en silencio. –¿Te recuerdo que también lo prometiste el año pasado y no asististe?

Dahyun veía la escena al igual que el pequeño Jung Dul así que decidió llevárselo al patio de afuera, no era bueno que presenciara eso.

YoonGi tomó a su hijo por los hombros y se agachó hasta su altura.

—Josang, yo... Lo siento, yo tenía que-

—¿Qué pondrás de excusa? ¿Tú trabajo? –Y el niño ya tenía los ojos rojos. –Lo prometiste. Tú me prometiste estar ahí... –Su voz tembló. –Yo me esforcé por ti. Porque dijiste que irías a verme...

Y he allí, el corazón roto de un niño que lastimaba al de YoonGi porque no era cualquier niño, era su hijo.

—Josang, perdoname –Pidió Min.

—¡Desde que mamá se fue nos dejaste! ¡Preferiste tú trabajo! –Reclamó el pequeño. –¡Mamá si hubiera ido! ¡Mi mamá me habría abrazado y dicho que estaba orgullosa de mi!

La voz de Josang se quebró dejando ver aquellas lágrimas que YoonGi había deseado no volver a ver.

—¡Te odio! –Gritó el niño para salir corriendo escaleras arriba.