Young Father |Min YoonGi|

O O 5

Josang tenía en sus manos uno de sus tantos libros, Yoo Hee se encargó de llevarlos después de su operación para que el pelinegro menor no se irritara o aburriera en aquél cuarto que le habían dado para su recuperación, lo bueno era que en unas horas lo darían de alta. Miró a un lado y se encontró aún con aquellas gotas de lluvia golpeando contra la ventana.
Bufó molesto y cerró su libro, estar solo ya lo estaba artando, en casa por lo menos se encontraba con los gritos de Jung Dul, o con Hanna caminando simples pasitos por la sala, pero en el hospital solo se quedaba sentado viendo la televisión o leyendo, algunas veces estaba al cuidado de su papá y otras enfermeras, pero ya eran las cuatro de la tarde y nadie iba a visitarlo, se sentía abandonado por su familia.

Y cuando los ojos de este se pusieron llorosos y sorbía de su nariz, la puerta se abrió bruscamente dejando entrar a un niño casi de su mismo y con los cabellos castaños alborotados.

-¡Ya llegó por quien llorabas!-Gritó el castaño lanzándose a la cama de su hermano mayor cayendo específicamente en su cuerpo.

-Jung Dul, te Dije que no corrieras aquí -Entró por la puerta el mayor de los Min con el teléfono pegado a la Oreja.

Detrás de este estaba aquella bonita y pequeña niñera cargando a Hanna en brazos, ella no dudó en avanzar hasta Josang y dejar a su hermanita en la cama asegurándose de que no se cayera.
Josang sintió llorar al instante en el que la castaña dejó un beso en su frente. Si bien Josang no decía lo mucho que le agradaba y tranquilizaba que Yoo Hee hiciera eso cada vez que llegaba de visita o se despedía después de arroparlo, porque si, una de las visitas mas recurrentes eran las de ella, era por ratos ya que esta regresaba a casa a cuidar de sus hermanos.
Los cuatro hablaban de cosas triviales y Jung Dul le hacía las típicas preguntas de un niño curioso a su hermano mayor respecto a su cirugía o lo que se sentía estar en un hospital mas de un día, mientras YoonGi atendía una llamada "importante" de su trabajo.

Cuando colgó la llamada se giró para ver a Yoo Hee acercarse a él con sus manos en los bolsillos de su chaqueta y con un semblante sereno.

-¿Entonces ya terminó su llamada? -Ambos se encontrabas en el pasillo ya que YoonGi decidió salir para poder hablar y escuchar mejor la llamada. El pelinegro asintió. -¿Y cree que ya pueda pasar tiempo con su familia?

-Era una llamada importante -Se excusó el de piel pálida guardando su móvil en el bolsillo de su pantalón.

-Importante mi trasero -Bien, YoonGi no esperó esa respuesta de la que se suponía era una muchacha respetuosa con los demás. -Por primera vez tiene una jodida tarde libre y lo desperdicia hablando por teléfono, es absurdo. Allá adentro tiene a sus tres hijos esperando a que usted les de permiso de salir a mojarse en la lluvia.

-¿Que? -Frunció el ceño y negó al instante. -Los niños no saldrán a mojarse. Josang aún está enfermo y va contra las reglas y-

-Lastima, yo ya les di permiso y dije usted iría con ellos a mojarse como el buen padre cariñoso y cool que es, así que andando muévase porque Jung Dul y yo ya logramos sentar a Josang en una silla de ruedas -Con su pulgar señaló la puerta de atrás en donde se suponía que estaban sus hijos.

-Te estás tomando muchas libertades ¿No crees?

La castaña bufó y negó para después dar golpesitos en el pecho de su jefe que aún mantenía el semblante serio, entonces ella puso su mejor sonrisa casi hasta hacer desaparecer sus ojos y llevó sus dedos índices a las mejillas del pelinegro.

-¿Dira que si?-Uso un tono chillón y adorable.

Ahora fue el turno de YoonGi para bufar, la niñera llevaba solo 24 días con ellos y ya comenzaba a entrar en confianza con YoonGi. No es que a Min le incomodara, al contrario, le agradaba conocer mejor a la mujer que cuida de sus hijos, y se dio cuenta de unas cuantas cosas, por ejemplo, aquél lado en el que parecía una niña que utilizaba su ternura para convencer a todo aquél que se le resistiera, y funcionaba cuando aquellos ojos marrones brillaban y se veían mas redondos de lo normal, incluso cuando sus labios se abultaban dejando ver bien el degradado del lápiz labial color rosa pálido.