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Todo se volvió un caos en ese minuto, podía sentir como el Charles le gritaba al Eduardo que fuera a buscar ayuda, pero todo se sentía tan lejano, yo sólo me podía concentrar en el inmenso dolor que estaba sintiendo en esos momentos. ¡Ay señor! Dolía como la mierda.

—Mi amor ¿estás bien? —me preguntó el Charles mientras me llevaba no sé a dónde. Solo pude negar con la cabeza—Tranquilita ¿si? Yo te voy a llevar al hospital.

—Charlie—el Eduardo venia corriendo donde nosotros—La Daniela tiene su auto estacionado por el otro lado—dijo apuntando hacia otra dirección—Ella los puede llevar.

— ¡No! —grité. Los dos me miraron raro —Prefiero ir en taxi, es que ... no quiero molestar, la Daniela también está embarazada—dije como excusa para no irme en el auto de esa estúpida.

—No te pongai tonta ahora po Matilde—dijo el Eduardo enojado, lo miré feo, todo esto era su culpa, él me había embarazado y él estaba ahí todo tranquilito sin sentir ni una pisca de dolor.

—Cállate hueon—le grité, ya que me venía otra contracción, apreté la mano del Charles con fuerza, vi su cara de dolor

—Mati, porfa, vámonos en el auto de la Daniela ya, se nota que te está doliendo mucho—me dijo el Charles de forma tranquila.

En ese momento, la contracción pasó, miré al Charles un poco mas tranquila.

—Perdón por ser histérica Charlie—le dije a mi esposo, mirándolo a esos ojitos hermosos que tenía, el Charles me sonrió y me dio un besito en la nariz.

—Oigan, ¿van a ir al hospital o que? No creo que la Mati quiera tener a su hijo aquí en el estadio—dijo el Eduardo rompiendo todo el momento bello.

En ese segundo escuché muchos gritos venir por el pasillo, miré a lo lejos y pude venir a mi familia y la del Charles correr por el pasillo.

— ¡HIJA! —escuché el grito de mi mamá —¿Qué haces todavía aquí hija? Ándate al hospital, nosotros nos vemos allá—asentí y en ese mismo momento otra contracción vino, me agarré del hombro del Eduardo que estaba al lado mío y lo apreté con todas mis fuerzas.

— ¡¡¡¡Conchetumadre!!!!! —gritó el Eduardo—Charles, por la chucha, dile que me suelte

—Ayúdame a llevarla al hueón—dijo el Charles tomándome en brazos y corriendo conmigo haciendo donde el Eduardo había dicho que se encontraba el auto de la Daniela.

El dolor era insoportable, ya no daba más, quería y exigía la epidural ahora. Cuando llegamos al estacionamiento del estadio, ahí se encontraba en el auto la Daniela, lista para ir manejando hacia el hospital.

El Eduardo corrió hacia el auto, mientras esquivaba las patadas que le fui dando todo el camino, y abrió la puerta.

—Mete a esta loca—dijo el Eduardo.

El Charles me dejó delicadamente dentro del auto .

—Oye hueón, para tu hueá. ¿No ves que le duele hueá? Más encima toda esta mierda es tu culpa, tú la estabai hueviando y por eso paso esto, por eso se le adelantó el parto – el Charles caminó hasta el Eduardo y estaba ahí dándole empujones. Nunca lo había visto tan enojado— ¿Por qué cresta estabai zamarriando a mi esposa?—dijo mientras lo agarraba de la polera.

Chucha, parecía que estos hueones se iban a agarrar a combos.

— ¡CHARLIE!—le grité a mi esposo. Él soltó al Eduardo, lo empujó y volvió corriendo donde mi—Charlie, no pesques. Por fa vámonos, lo único que quiero es ver al Basti y que estemos juntitos los tres.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2019 ⏰

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Unfaithful | Eduardo Vargas | Charles AránguizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora