Unfaithful | Eduardo Vargas | Charles Aránguiz

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Mi tercer año de universidad estaba oficialmente iniciado, ya llevo un mes en clases y estoy chata... Cuando estaba en el colegio lo único que quería era entrar a la u porque me iban a pasar materias que me gustaban pero ahora que estoy aquí lo único que quiero es terminarla pronto porque entre tantas pruebas, test, clases estoy con mucho estrés. Estoy tan estresada que mis ojeras son enormes, ya no parezco humana parezco un zombie, el Charles me dice que descanse un poco pero yo no lo hago de hecho estudio mucho porque éste año empecé con clínicas entonces tengo que repasar las mierdas porque no puedo cagarla con un paciente...

                Acabo de salir del hospital clínico de la Universidad de Chile, después de haber tenido mi clínica de partos 1, estuve toda la mañana viendo partos, era bonito ver como nacían los bebés, era maravilloso, me encantaba verlos nacer, pero igual pobre de las mamás que sufrían tanto, igual como que me daba un poco de miedo ser yo la que diera a luz, pero verlo era muy bacán... Ahora tenía que ir a la universidad para tener las clases de módulo integrado interdisciplinario multiprofesional 1, que era una mierda que no me importaba, pero había que tomar el ramo sí o sí así que no me quedaba de otra.

                Tenía una hora para almorzar antes de que empezara mi clase y también tenía que sacarme mi traje color rojo de matrona para ir con ropa normal a clases y también tenía que devolver un libro en la biblioteca. Así que me puse prácticamente a correr hacia la universidad porque no sé si el tiempo me alcanzaría para todas las cosas que tengo que hacer. Iba casi llegando a la u, corriendo cuando un hueón se me cruzó en el camino, no alcancé a parar y choqué de lleno contra él, salté a la mierda y me caí al piso. Me indigné, maldito imbécil ¿Cómo se le ocurre cruzarse así?

―¿Acaso eres ciego? ― chillé. Mientras me paraba del suelo y limpiaba mi traje color rojo―¿Cómo se te ocurre cruzarte en mi camino?

―Perdón no te vi―esa voz. Levanté mi mirada y ahí estaba él, el mismísimo Eduardo Vargas, hace más de un mes que no lo veía... Desde que le dije que nos debíamos alejar― ¿Mati? ¡Qué sorpresa encontrarte aquí! ―fruncí el ceño.

―La sorpresa es encontrarte a ti aquí, ¿Qué mierda haces aquí Eduardo? ―pregunté. Porque era muy raro que estuviera aquí po si él no estudia aquí.

―Yo... vine a la clínica― enarqué una ceja. Porque estaba en la facultad de medicina, no en el hospital clínico que vale decir está doblando la esquina.

―Pero la clínica no está aquí, esta es la universidad― dije rodando los ojos. El Eduardo suspiró

―Está bien, no vine a la clínica, vine a buscar a alguien―hizo una pausa dramática― a ti― ¿QUÉ? ¿Escuché bien o se me taparon los oídos?

―¿Me estay hueveando no cierto? ―pregunté totalmente impactada porque se supone que nos íbamos a alejar, entonces no entendía nada.

―No, no lo hago, yo quería hablar contigo hace unos días y no quería que el Charles estuviera alrededor―fruncí el ceño, espero que este hueón no me diga nada extraño.

―Eduardo ya quedó todo claro entre nosotros, además ahora tengo que ir a almorzar porque tengo clases en una hora así que no puedo hablar contigo y tampoco quiero―dije, me di media vuelta para irme pero él me detuvo.

―Mati espera no quiero hablar de lo que tú crees―dijo el Eduardo. Enarqué una ceja. ¿Entonces de qué cosa quiere hablar este hombre? ―escúchame porfa.

―Ya está bien, pero suéltame el brazo―él lo soltó.

―Lo que pasa es que mi compadre está de cumpleaños en dos semanas po y yo quiero organizarle un carrete sorpresa pero el Chelo me dijo que tú también quieres hacerle algo―maldito Marcelo, es un copuchento... Desde que me vio dándome un beso con el Edu hablo mucho con el Marcelo, somos amigos y yo le comenté el otro día que quería hacerle una fiesta piola de cumpleaños al Charles pero era secreto y el imbécil le fue altiro con el cuento al Eduardo―entonces yo creo que es mejor ponernos de acuerdo...