Capítulo 16

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Me encontraba en mi despacho revisando los últimos resultados del crecimiento de mis negocios de los últimos días cuando sentí aquella brisa helada recorrer mi cuerpo la cual fue acompañada por aquella voz siniestra. - Veo que te encuentras muy ocupado igual que siempre. - Dijo mientra se manifiestaba bajo aquella forma incorporea la cual solo me dejaba ver levemente su aspecto (el cual no podía decidir si se trataba de una mancha o de una figura) aunque si que podía ver aquel ojo el cual parecía hipnotizarme cada vez que lo veía.

-Veo que ya estas impaciente otra vez. - Dije mientras dejaba aun lado los documentos.

- Claro que estoy impaciente. - Su voz sonaba hostil. - Ya ha pasado más de un mes desde que hiciste contacto conmigo y no veo que tengas muchas ganas de terminar lo que te pedi.

- Creerme cuando te digo que yo soy el más impaciente de los dos, pero ya he hecho todo lo que me has pedido. - Proteste a la defensiva. - Todos los materiales que me pediste para su construcción fueron difíciles de conseguir sin mencionar que he tenido que llevar acabo unos trabajos en total secreto.

- Si en eso tienes razón, pero aun así estas lejos de alcanzar tu objetivo el cual si llega a pasar más tiempo...

- No pasara, a más tardar a finales de este mes tendre todo listo. -Dije con total confianza. - Solo quiero saberlo... ¿Una vez hecho esto cumplirar tú parte del trato?

- Pero claro que lo haré yo siempre cumplo mis promesas en especial mis tratos.

Sin más aquella brisa desapareció al igual que su presencia la cual debía admitir que era algo intimidadora apesar de que no era capaz de ver su cuerpo. En cuanto logre hacer que mi mente regresara a la realidad proseguí con mi trabajo sin percatarme de la hora hasta que Susan llama a mi puerta para anunciarme que ya se encontraba preparada la cena por lo que me puse de pie y me dirigí al comedor en donde descubrí que solo se encontraba mi plato. -Susan ¿Y mi hijo? - Pregunte mientras me sentaba en la mesa y me acomodaba las servilletas una alrededor del cuello y la otra sobre las piernas.

- Su hijo no se encuentra en la mansión señor.

- ¿Y eso a que se debe? -Volví a preguntar al tiempo que tomaba los cubiertos. - No me digas que sea vuelto a meter en problemas y lo estan encubriendo de nuevo.

- No, no nada de eso. - Susan parecía nerviosa.

- Entonces donde se encuentra.

- E-en una cita señor.

Al escuchar eso el tenedor que sostenía en la mano quedó a medio camino de mi boca al escuchar aquellas palabras. - ¿Stanley tiene una cita? - Pregunte con incredulidad ya que eso era imposible de creer ya que por lo que yo sabía él no tenía interes en nada ni en nadie por lo que escuchar aquello no era más que una vaga excusa.

- Dime la verdad Susan ¿Donde esta Stanley?

- Ya se lo dije señor el señorito esta...

- No me vengas con eso Susan, Stanley es alguien que jamás podría conseguir una cita, en especial después de que rechazará a todas las hijas de empresarios amigos míos que le presenté.

Finalmente logre mover el tenedor y proseguí a comer unos cuantos bocados de aquel pollo a la naranjada. - Así que dime de una vez donde se encuentra ese... - Fui interrumpido abruptamente cuando Susan colocó sobre la mesa aquel libro de fotos de manera estrepitosa. - He aquí la prueba de que su hijo esta en una cita. - Mire la fotografía detenidamente por unos momentos para después de un rato proseguir con mi cena. - Muy bien puedes retirarte Susan. - Tomo el libro y tras desearme buenas noches se retiro dejandome a solas en aquel comedor inmenso.

Stanford y Stanley una historia de amor (Stancest) Temporada 1 RE EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora