Capítulo 6

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Aun cuando el deseo de estar con el era demasiado grande no quería que Ford conociera esta parte de mi y no porque pensara mal ni nada por el estilo si no por el hecho de... - Lo esperaba señorito Stanley, por favor suba al auto. - De que no quería que estuviera conmigo "solo"por interes. - Gracias Blubs. - Dije para al instante ingresar al interior de la limusina la cual era bastante amplia y que sin broma fácilmente podían caber hasta quince chicos y chicas siendo este un lugar perfecto para una fiesta de esas salvajes con alcohol, música y tal vez una que otra droga colada o por lo menos esa solía ser mi forma de vida hasta hace unos dos meses cuando murió mi madre.

-¿Como le fue en su primer día señorito?

- ¿Ah... que?

Fue todo lo que pude pronunciar ya que la pregunta de Blubs había sido tan repentina que no sabía que responder.

- Ah si pues me... me fue bien a pesar una escuela pública.

- Me alegra escuchar eso señorita.

- Si gracias, pero Blubs podrías dejar de decirme señorito, solo dime Stan con eso basta no tienes que ser tan formal conmigo.

- Me encantaría hacer eso, pero sabe que su padre exige que todos los que trabajenos para la familia Cipher nos dirijamos de manera respetuosa con ustedes así que lo siento si no puedo acatar su petición.

Por alguna razón ya esperaba esa respuesta por su parte. - Esta bien. - Dije de mala gana y me recoste en el enorme asiento mientras miraba por la ventana y veía como pasábamos de aquella parte de New Jersey de clase baja a la de clase alta en donde las casas eran tan lujosas que parecían resplandecer con el brillo del sol cada vez que este las tocaba siendo la mía las más grande y brillante de todas. - Ya hemos llegado señorito. - Me dijo Blubs quien se detenía de lante de la enorme puerta en la cual podía apreciarse una enorme "C" (que correspondía a nuestro apellido) que se encontraba en medio de la puerta recubierta de oro y que por extraño que pareciera en medio de esta se encontraba un ojo también cubierto de oro, pero contaba con una piedra de Onix en su centro el cual representanba la pupila yo realmente no entendía que significaba aquel ojo, pero la verdad no me importaba en lo absoluto ya que se trataba de otra de las excéntricos gustos de mi padre. Justo antes de entrar a la mansión Cipher un guardia de seguridad se acerca a la limusina y pide el nombre del conductor junto con su identificación. - En un momento guardia Durland. - Dice Blubs quien pasa su identificación al guardia, obviamente de manera discreta puedo abservar como ambos rosas sus manos entre ellos en gesto algo amoroso el cual finjo no ver ya que era bien sabido entre los empreados que ellos dos tenían algo más que una amistad.

Cuando baje de la limusina me encontre (como siempre) con dos hileras de personas a cada lado de la puerta los cuales a medida que pasaba a su lado me saludaban con suma cortesía a lo cual yo respondía moviendo la mano o inclinando la cabeza. Cuando ingrese me encontré con  Susan (o linda Susan como todos la conocian) quien era el ama de llaves y que de igualmanera que los sirvientes de afuera me saludó, pero dándose ella la libertar de abrazarme y darme un beso en la mejilla.

- Bienvenido seas señorito Stanley.

- Muchas gracias Susan. - Regrese el saludo.

- Disculpa Susan ¿Mi padre ya regreso?

- Su madre se encuentra trabajando en su laboratorio desde que usted se fue y no a subido y lo peor es que no a comido nada y eso me prepcupa.

- No te preocupes ya sabes que siempre se mal pasa, pero nunca le pasa nada. Dije en un tono faltó de afecto. - Bueno me voy a mi cuarto avisenme cuando este lista la cena.

Sin más tome mi mochila y subí por las escaleras hasta el segundo piso en donde me encontre a más empleados que me saludaban cortésmente asiendo yo lo mismo, cuando finalmente llegue a mi cuarto pude contemplar lo que para mi era mi mundo: la cama destendida, la ropa por todos lados, mis trofeos de fútbol arrumbados en una esquina, en todas las paredes colgaban pósters de jugadores, bandas de rock y demás cosas una enorme televisión de plasma colgaba del techo de la cual sobre salían unos cables que se conectaban a mi consola de videojuegos la cual ya hacía sobre mi cama junto con unos cuantos juegos.
Si oficialmente ese era mi mundo, un mundo en el cual me gustaría vivir en vez de "este en el que vivía" un mundo de ricachones aburridos, estirados y sobretodo obsesionados con ganar más y más dinero. Sin muchos deseos de hacer nada me deje caer sobre la cama en donde permanecí tranquilo hasta que escuche mi teléfono sonar y aun cuando lo que menos deseaba hacer era moverme me levante y comencé a buscarlo en el interior de la mochila hasta que lo encontre, pero cuando supe quien era quien me llamaba estuve apunto de cancelar la llamda hasta que reflexione y decidí contestar ya que si se había molestado en llamarme era por algo o por lo menos eso esperaba.

Stanford y Stanley una historia de amor (Stancest) Temporada 1 RE EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora