Segunda Temporada
-
Ya Leyeron La Advertencia En La Primera Temporada🤷
-
"No quiero causarte más daño."
-
"Yo sé que él vendrá por mí."
-
Primera Temporada: Obsesionado
-
No es permitido hacer copias o adaptaciones
Al día siguiente, nuestra rutina de todas las mañanas comenzó. Yo siempre me despertaba primero y tenía que levantar a Mario.
"Mario."
"10 minutos más.." me responde medio dormido.
"Ya es tarde, y tenemos que ir a trabajar," le digo.
Inmediatamente se levantó sólo para tratar de volver a convencerme de que no trabajara, sin embargo, no lo logró.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mientras Mario se toma una ducha, yo preparo el desayuno. Una vez que él termina, me meto a bañar y él pone la mesa. Después de comer, nos terminamos de arreglar. Yo me estaba secando el cabello cuando de repente llegó Mario con una pequeña cubeta de agua.
"No te atrevas," le advertí.
Él sólo me sonrió, me quitó la secadora rápidamente y me mojó el cabello. De aquí surgió una pelea llena de risas y gritos. Si no fuera por mí, nunca terminaría.
Usualmente, nos despediríamos con un beso y yo me quedaría en la casa, pero esta vez salimos los dos y cerramos la puerta con.seguro.
Antes de tomar caminos distintos, Mario me dió un beso y me abrazó con tanta dulzura que ni quería que me soltara. Aunque disfrutaba cada segundo en sus brazos, tuve que pedirle que me soltara por que se hacía tarde.
Mi día de trabajo pasó más rápido de lo que pensaba que pasaría. Todo era bastante sencillo, pues lo único que tenía que hacer era ponerme diferente ropa y posar como el fotógrafo me pidiera. A veces también podía usar accesorios que iban con la ropa.
Una vez que terminé, decidí ir al supermercado para comprar lo que iba necesitar para la cena. Nunca en mi vida me había sentido tan incómoda, y por alguna extraña razón, hoy me sentía así. Cada vez que me detenía a ver algo, sentía una mirada sobre mí, pero cuando volteaba, no había nada.
Dentro de una media hora, pagué todo y me dirigí a la salida. Buscaba las llaves en mi bolso cuando de pronto alguien me cubrió los ojos.
"Toma todo lo que quieras pero por favor no me hagas daño," le pido.
"Tranquila, soy yo," se ríe.
"Te odio," le digo antes de darme la vuelta, "me asustaste horrible."