¿Desaparecer de la nada?

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Habían pasado algunas semanas de trabajo en la pizzeria. El grisáceo había dejado de acosar al azabache, ya que le resultaba un poco cansado insistirle básicamente todos los días, además de que le dolía un poco el tema de que ni siquiera lo llegase a aceptar como tal o comentarle algo al respecto.

Tomándolo como un descanso, una forma de desconectarse al dolor y a la rutina diaria: comenzó a evitarlo, ignorarlo y no dirigirle ni la más mínima palabra. Después de todo perdía su tiempo y dignidad; no le rogaría para siempre a ese orgulloso telefonista que no se dejaba querer.

El azabache tras ese cambio tan repentino se sintió de alguna forma libre: no más acoso hacia su persona, no más intentos de violación y no más interrumpciones en su organizado trabajo.

Disfrutó amargamente toda su semana... porque sentía algo distinto... se sentía un poco vacío y a veces muy solo... no comprendía esa extraña sensación pero tampoco quería tomarle mucha importancia.

Poco a poco se dio cuenta que ya no recibía las más de 15 notificaciones a su celular ni las más de 20 llamadas de cierta persona...

"Ya puedo estar tranquilo y sin interrupciones molestas"

Se decía así mismo excusandose tratando de no pensar nuevamente en el tema.

Al momento de estar en el trabajo veía llegar al grisáceo, solo que ni lo saludaba, ni se despedía de él... básicamente tampoco se le acercaba, era como si el azabache ya no existiera para ese castaño grisáceo... ¿Le estaba aplicando la "ley del hielo"?

El azabache comenzó a pensar sobre ello... De entre las veces que había sido acosado por aquel mayor, había mencionado y escuchado repetidas veces:

"Nunca te dejaré Ring Ring~"

¿Dónde había quedo aquella frase? Al parecer era falsa porque dejó de hablarle y de estar con él...

Pensó un poco...

¿Acaso creyó aquellas palabras de Vincent hacia su persona? ¡Claro que no! ... ... o eso quería pensar Scott... ¿Le importaba realmente?

Suspiró pesadamente...

"No debo de pensar en ello"

Se repetía para olvidar eso, pero aún recordaba cuando estaban juntos ellos dos.

A su vez, a la puerta de su casa ya no recibía las "misteriosas" cartas y regalos decorados de color rojo y morado... ni siquiera aquel ramo de flores que le dejaba todos los viernes...

Tampoco lo invitaba a algún lugar aleatorio como solía hacer a veces...

Ese vacío que sentía era por la falta de calidez y cariño que le brindaba aquel grisáceo... Vincent era el único que se preocupaba por ese azabache... Ya que ni Scott se cuidaba así mismo...

"Creo que lo extraño y realmente me preocupa..."

Pensó por aquel drástico cambio de rutina que había comenzado a aceptar dejando de lado su orgullo y no querer nada con Vincent.

Así que armado de valor - también poniéndose en el lugar del mayor- se dirigió a él y musitó suavemente:

"Vincent, ¿Podemos hablar?"

El escalofrío tanto del grisáceo por escuchar esa frase y el del azabache por decirlo, fue desapareciendo cuando se dirigieron a algún pasillo de la pizzeria -un poco alejado- para hablar sobre ese tema.

Mientras Scott miraba a su contrario alzando la mirada -por la diferencia de altura- con la frente en alto y demostrado seriedad.

Vincent no sabía si tener miedo por lo que hablarían o llenarse de ternura al ver el intento de mirada amenazante del azabache... mirada que parecía más un puchero de niño pequeño.

El azabache suspiró y trataba de hablar, pero solo salían unos: "Y-yo..." "Q-quería decirte..." "U-uh..." "¿C-Cómo te l-lo puedo explicar...?" Comenzaba a titubear y a tartamudear, realmente no sabía que decir, además que antes de todo -pensaba como hacerlo- no solo lo hacía con la idea.

El grisáceo solo esperaba que hablara, fuera lo que sea que le dijera no le importaría, lo escucharía de todas formas y dejaría de ignorarlo además que seguirá queriéndolo porque aún lo ama. Además de que el hecho de evitarlo lo hizo por cuenta propia y por aburrimiento temporal.

Finalmente el menor suspiró, tomó aire y decidió decirle el discurso:

"E-Estos últimos días me he sentido un poco solo y vacío... Había creido que disfrutaba los días sin ti... Pero eran realmente amargos y fríos... Me di cuenta que realmente te quiero, hasta he recordado buenos momentos juntos y supe que lo que me pasaba era que te extrañaba mucho... C-Claro que a veces te consideraba como una molestia y un maldito acosador...Pero de algún modo, es parte de ti y aunque me cueste admitirlo
...¿M-Me gusta?...
Pero en sí: te he extrañado mucho... Y poniéndome en tus zapatos creo que si duele el hecho de que quieras llamar la atención de alguien a quien quieres mucho y que esa persona simplemente no aprecie eso...Además que ni siquiera se de cuenta cuanto inviertes en esa persona..."

El grisáceo estaba sorprendido de aquellas palabras, mientras que el azabache se sentía un poco culpable y apenado.

"Solo quería que me disculparas... Disculpame por todo..."

Y tras esas palabras Scott se abalanzó dándole un gran abrazo al grisáceo quien no sabía como reaccionar... El azabache solo se escondió en el pecho del mayor tratando de retener internamente todo lo que en una situación normal no haría.

Vincent suspiró con una sonrisa y conmovido por la ternura que podría expresar el menor al disculparse por algo en que "no tenía culpa alguna", correspondió el abrazo brindando aquella calidez que tanto extrañaba el azabache y acariciando suavemente aquel sedoso cabello del telefonista.

Disculpa, lo aluciné | VinscottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora