♬ ♬

335 26 8
                                    

Había una vez, dos personajes en esta vida que llamamos historia. Ambos, algún día fueron muy distintos, llegando a ser completamente opuestos.

Pero eso no era malo, al contrario, era bueno; ya que los opuestos se atraen.

Claro que tuvieron meses de diferencias, pero de manera afortunada, nos tocó poder presenciar los momentos más alegres de ambos, llegando a imaginaciones y fantasías nuestras en las que ellos dos contaban con momentos amorosos.

¿Cómo se habían conocido?

La pregunta era un poco complicada.
Se podría decir que se conocieron siendo muy pequeños teniendo innumerables momentos inocentes; aunque también se podría decir que se conocieron de adolescentes teniendo situaciones incómodas de rechazo... aunque... la verdad es que, se conocieron ahí mismo en su trabajo, en el que, con el tiempo, aprendieron a convivir y a llegar a ese aprecio.

...
...
...

¿En donde se encontraban ahora mismo...?
...
...
...

Bueno...

Era un día sumamente especial al igual que importante. Se encontraban de manteles largos en aquel local que comenzaron a cerrar pronto por el evento importante que tenían. Incluso aquellos humanizados animatronicos iban a salir de aquel lugar en el que habían cumplido con el rol que se les había dado.

Todos salieron dirigidos al lugar tan especial donde se realizaría aquello.

Era un bellísimo jardín que a su lado se encontraba un dulce lago con tiernos nenúfares adornando la vista cristalina; mientras a las orillas de ese lago se encontraban muchas más flores de alegres colores.

Habían algunas mesas en cierta área, en la cual estarían más tarde; al lado de esos muebles, se encontrababan grandes filas de sillas divididas por una alfombra roja que finalizaba en un lindo arco blanco también lleno de flores.

Poco a poco se iban llenando los asientos con los esperados invitados. Cada uno vistiendo de manera formal y elegante; entre las primeras filas se encontraban sus grandes amigos de toda la vida, además de la dulce presencia de una pelinegra; también se encontraba su jefe junto a su esposa y detrás de ellos aquellos que vivían en el local: se sentían emocionados por haber salido finalmente de aquel lugar y justo poder estar en un evento como ese.

También llegó la persona quien realizaría un correspondiente trabajo; frente a esa persona, se encontraba un castaño grisáceo quien esperaba de manera tranquila con una alegre sonrisa: él al igual que todos, vestía formal, llevaba un traje negro y un moño morado oscuro; sentía que ese momento ya había sucedido en su vida -por supuesto, ahora mismo lo estaba viviendo- aunque de cierto modo, algo le decía que era un sueño que anteriormente ya había visto, pero eso no resta toda la emoción que sentía.

Después de unos segundos, se comenzó a escuchar una alegre melodía que anunciaba la llegada de la única persona que faltaba. Y así fue; al lugar fue llegando el azabache de ojos avellana quien al igual que su contrario, contaba con una sincera sonrisa de felicidad. Llevaba puesto un traje blanco con un moño rojo, además, llevaba un muy pequeño sobrero de copa del mismo color que su traje, entre el sobrero habían dos pequeñas flores: una de color rosa y la otra era lila;  junto a una tela fina que hacia referencia al "velo".

Al ya estar lado a lado ambos, la ceremonia dio inicio.

Ya no importaba su pasado. Ya no importaban todos los tropiezos que dieron, ya no importaban todos los errores que cometieron; el pasado ya había sucedido, ahora tendrían que concentrarse en el presente , además del cómo formarían su futuro: ya no habría nada que les impidiera estar juntos.

Disculpa, lo aluciné | VinscottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora