Explícate

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El rubio y el castaño estaban conversando acerca de un libro.

- ¡Será la segunda parte y será más interesante! -Insistía Jeremy.

- ¿Estás seguro? -Decía dudoso el contrario- Me agrada a primera aunque no me convence... Supongo que estará mejor redactada ¿No?

- ¡¡Si!! -Respondió emocionado- ¡Y lo hará un fan! ¡Y es amiga de la escritora! -Estaba con ansias.

- ¡Pff! Así cualquiera puede escribir su propia historia acerca de algo que le guste -Agregó el castaño- Aunque que honor tener la oportunidad de seguir algo de alguien que admiras -Se alegró- A mi también me gustaría escribir un libro -Admitió.

La chismosa de la secretaria comenzó a reírse.

- ¿Tu escribir un libro? -Se burló el de ojos avellana- Ni siquiera sabes la diferencia entre "Hay", "Ahí" y "Ay" -Lo retó.

- ¿Eso crees? -Aceptó el desafío el grisáceo.

El rubio sabía que lo que continuaría valdría la pena, así que fue por unas palomitas.

El cantaño grisáceo se acercó demasiado al azabache, invadiendo su espacio personal.

- "Hay" ganas de darte -Aseguró- "Ahí" es donde te voy a dar -Y se acercó a su oído a susurrarle- "Ay" es lo que vas a gritar cuando te este dando -Finalizó.

- Q-Que poeta -Rio nervioso el sonrojado azabache, quien trató de retroceder para huir.

Muy tarde...

El rubio al regresar, se había dado cuenta que los otros dos ya no estaban, investigó la pizzeria y se dio cuenta que una de las habitaciones estaba cerrada con llave, una habitación de la cual venían sospechosos ruidos.

Bueno, al menos se aprendió algo aquel día.

Disculpa, lo aluciné | VinscottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora