Lo sé, lo sabes y él lo sabe

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Aquel suceso nunca se olvidaría aunque pasaran años... el día en que esos cinco niños se les arrebató sus pobres vidas... ¿Quién había sido tan cruel como realizar ese acto?

La respuesta era que el culpable era un azabache de ojos avellana, sin embargo, él no pensaba que era un acto horrible... lo consideraba como una calma después de todo lo que le había pasado... era como una extraña forma de desahogarse que según él estaba justificada.

Quién lo diría, a veces la gente no es como lo vemos... aquel azabache siempre había sido reservado y sumamente dedicado a su trabajo, era el ejemplo a seguir de todos los empleados; de hecho era el favorito del jefe... y después de haber cometido aquel acto todos se llevaron una gran decepción...

(.)

- ¡¿Y qué te parece?! -Preguntó emocionado el castaño grisáceo.

- Me parece bien -Dijo el azabache no tan convencido- Es evidente el esfuerzo que le diste al escrito -Seguía mirando aquel papel que le había dado el mayor- Me agrada que ya tengas una forma de pasar el tiempo, pero... ¿Por qué esa historia? ¡¿Y por qué soy el culpable?! -Se quejó.

- Bueno, se me hizo un buen detalle el cambiar los hechos -Dijo orgulloso tomando el papel- En especial porque sé demasiado acerca del tema... -Rio nervioso- Ya sabes que-

- ¡Yo sé que pasó ese día! No intentes explicarme algo que si viví -Se indignó- ...No sabes que tantas cosas hice para que nadie supiera lo que hiciste... -Susurró molesto.

- ¡Tienes razón!  -Dijo Vincent con una nueva idea- Será la misma historia pero ""serán"" cómplices - Aseguró.

El de ojos avellana suspiró pesado.

- Vincent, la pizzeria sigue sin tener una buena imagen... si compartes esa historia y especialmente con muchos detalles solo asegurarán que el rumor es cierto -Agregó.

- ¿Qué rumor? -Preguntó con curiosidad el rubio.

- ¡¡N-Ninguno!! -Gritó el de ojos avellana nervioso.

- Un rumor que nadie sabe -Dijo Vincent dramatizando.

El azabache le dio un codazo.

- ¡¿Y cuál es?! -Preguntó Jeremy intrigado.

El de ojos avellana miraba amenazante al grisáceo para que no dijera lo del escrito.

- E-Eh... -El grisáceo pensaba en alguna excusa- Q-Qué y-yo le gusto a Scott -Rio al no encontrar otra cosa que decir.

- ¡Eso no es verdad! -El azabache ya se encontraba rojo como un tomate.

- Ah, y también nos vamos a casar -Agregó Vincent orgulloso.

- ¡Ya deja de decir estupideces! -Scott le volvió a dar un codazo avergonzado.

- Sí ya sabía todo eso -Dijo el rubio sin sus expectativas- Creí que era algo más secreto -Agregó lléndose.

Ahora el castaño grisáceo y el azabache eran los intrigados y confusos a la vez.

Disculpa, lo aluciné | VinscottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora