¿Es enserio?

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Por lo regular, los fines de semana en la pizzeria, solían acudir todos los guardias, supuestamente era para planear otras formas de atraer el público... aunque solo iban para pasar más tiempo juntos, ya que entre semana solo se veían un par de minutos por diferencia de turnos.

El azabache leía tranquilamente un libro apoyado en una de las mesas del local, el grisáceo se encontraba al lado suyo sin hacer nada; el rubio ojiceleste estaba acostado extrañamente en una silla de ahí y el ojiazul lo peinaba... el pelinaranja solo pensaba que hacer.

- Deberían... eh... -El pelinaranja estaba pensando que estupidez decir- ¡Deberían ir a una terapia de pareja! -Sugirió viendo a los dos mayores.

- ¿Disculpa? -El azabache no había comprendió.

- Y tu deberías conseguirte a alguien -Sugirió el grisáceo.

- Ya te dije que te puedo presentar a alguien -Insistió Jeremy.

- Ahora no Jere -Negó el pelinaranja y miró nuevamente a los mayores- Deberían de acudir a una terapia de pareja, les ayudaría mucho ¿Saben? -Insistió.

- Ni en sueños acudiriamos a esa estupidez -Se negó el grisáceo.

- Créeme que dudo que sea necesario -También se negó el azabache- Según había escuchado que solo era para "problemas graves" y no he tenido ningún problema con Vincent -Aclaró.

- ¿Finalmente lo admites?... ¿Sí son pareja? -Se sorprendió el rubio.

- Jeremy, desde hace un año que dejó su orgullo -Dijo con obviedad el ojiazul.

- Bueno ¿Al menos podrían hablar con alguien profesional sobre el tema? Solo sería una pequeña conversación para tener las cosas claras -Insistía Fritz.

- De acuerdo... -Dijo entre dientes el grisáceo- Solo para que dejes de estar molestando ¿Escuchaste? -Se quejó.

El de ojos avellana suspiró y asintió levemente.

- ¡¡Yeeeii!! -Gritó el pelinaranja con alegría.

(.)

- Bien y ¿Desde cuando se conocen? -Preguntó dulcemente aquella chica.

Ese mismo día acudió una amiga del pelinaranja a tratar sobre aquel tema, se encontraban en la oficina del jefe realizando la pequeña entrevista.

- Para mi cada día es conocer nuevamente al amor de mi vida -Dijo el grisáceo dramatizando.

Tanto la joven como el azabache rieron por eso.

- Desde que trabajamos aquí, fue este lugar donde nos conocimos creo recordar -Respondió el de ojos avellana.

- ¿Y cuanto tiempo llevan juntos? -Preguntó ella.

- Se podría decir que 6 años, pero realmente 2 años ya que apenas el señorito orgullo lo aceptó -Dijo el grisáceo.

- ¿"Señorito orgullo"? Nunca estuve seguro de lo nuestro, apenas me sentí tranquilo hace un año -Se quejó el azabache- Ser tu cómplice no cuenta como "juntos".

- ¿6 , 2 o un año? -Cuestionó confundida- ¿"Cómplice"?... Se ve que no tienen mucha sincronía -Rio nerviosa.

- ¡Claro que no la tenemos! -Dijeron molestos al mismo tiempo en unísono. 

Hubo un pequeño silencio incómodo y los otros dos miraron a otro lado.

- ¿Cuántos hijos tienen? -Prosiguió la chica.

- ¿Q-Qué?  -Cuestionó confundido el azabache.

- Tenemos dos, un rubio muy tímido y un pelinaranja muy energético adicto a los dulces -Respondió Vincent con simpleza.

- Ellos no son nuestros hijos, no digas incoherencias -Scott lo corrigió.

- Como puede ver, no acepta las cosas -Mencionó el mayor señalando al azabache.

- Nos llevan como 4 o 3 años Vincent, ni siquiera son de nuestra sangre y mucho menos soy su madre -Se quejó el de ojos avellana.

- Lo eres ya que somos una familia -Corrigió el grisáceo- Tu mismo lo habías dicho y aceptado con certeza hace semanas, no te arrepientas ahora -Rio.

El silencio incómodo prosiguió.

- ¿Y-Y cómo decicieron que debían acudir a una "terapia de pareja"? -Cuestionó entre risas nerviosas.

- Nuestro hijo adicto a los dulces nos lo sugirió -Se quejó el grisáceo.

- Espere un momento -El azabache analizó las cosas- ¿Usted no es psicóloga, verdad? -Cuestionó sospechando de la joven.

- ¡¿Y-Yo.. ?! -Cuestionó aún nerviosa.

- Espera, Scotty tienes razón -Recordó el grisáceo- Tu eres aquella escritora que nos firmó nuestros libros a Jeremy y a mí ¿Desde cuando eres psicóloga? -Rio.

- ¡¿Q-Qué...?! C-Claro que n-no -Entró en pánico- ¡¡Fritz!! -Huyó buscando al pelinaranja.

Vieron como salió histérica de ahí.

- ¿Por qué iría a quejarse con él...? -Preguntó con duda el de ojos avellana.

- No lo sé,  pero había olvidado lo que era discutir contigo -Rio el grisáceo- El único problema que encuentro es que todavía no aceptas muchas cosas frente a otras personas -Agregó.

- Vincent... ni siquiera la conozco y no debe de interesarle en lo más mínimo sobre lo nuestro -Dijo firme el azabache- Lo que tenemos tu y yo es algo personal en lo que nadie debe de intervenir ¿De acuerdo? -Finalizó.

- Sonaste un poco posesivo -No pudo evitar su risa.

- No fue posesivo... -Se quejó con obviedad.

Disculpa, lo aluciné | VinscottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora