I LOVE YEONGSU .ㅡCHANGLIX

⭐04.

Habían sido dos días y Changbin llegaba a su casa. Estaba cansado, más que nunca, tenía un gran proyecto entre manos, el cual le ocupaba mucho tiempo y esfuerzo. Después de todo, recibiría una gran remuneración si todo salía bien. Si todo salía bien... significaba que debía ser un éxito total y alcanzar el top 10 en todas las listas de música del país, con una bonificación extra si alcanzaba algún primer puesto.

Su novio estaba en la sala de estar, viendo un sin número de papeles, dispersos entre el piso, la mesa y el sillón, que le habían encargado para la adopción de Yeongsu. No se percató de su presencia hasta que este se arrojó sobre el sofá, agotado.

ㅡChangbin, llegaste.

ㅡHola...

ㅡHoy me dijeron que ya podía empezar con la adopción formal de Yeongyeong, ¿sabes? Es mucho, mucho papeleo, pero me emociona mucho. Además le pregunté qué pensaba de que viviera con nosotros y me dijo que...

Eran miles de palabras las que salían de la boca de Felix, se sentía tan cansado en ese momento que se limitó a suspirar sin entender ninguna sílaba siquiera. Un fuerte dolor de cabeza comenzaba a atacarlo y prontamente solo quiso que se callara y pudiera tener paz.

ㅡFelix, estoy cansado...

La sonrisa brillante del menor se esfumó, al igual que el destello de sus ojos. Ahora se sentía incómodo, pero Changbin no había reparado en ese detalle, en lo que había provocado.

ㅡLo siento... Iré a preparar la cena.

No lo había entendido esa vez, sí, el mayor estaba tan enfocado en descansar que había herido el entusiasmo de su amado sin querer.

El resto de la tarde se pasó en silencio, y Changbin seguía sin notarlo, seguía sin notar que lo había dañado. Era un tonto.

Felix se sentía muy triste. Había esperando mucho para contarle a su pareja sobre lo que había ocurrido ese día, estaba tan emocionado. Y comenzaba a creer que tal vez no era tan importante. Tal vez no debía ser tan efusivo al trasmitir lo que sentía. Tal vez se había equivocado en algo. Así que se limitó a evitarlo lo más que podía, leyendo sus papeles en cualquier lugar donde no estuviese el mayor.

A la hora de dormir, Changbin salió del baño, luego de darse una muy larga ducha, la cual lo había relajado levemente. El australiano, estaba sentado en la cama, leyendo unos documentos a la luz de la lámpara. La cama se hundió a su lado, debido a que el mayor se sentó en ella, preparándose para acostarse.

En silencio, como todo el día, Changbin se arropó, esperando dormir.

Cielos, no se habían visto en dos días y así era su reencuentro. A pesar de que sabía lo que cansado que podía estar, Felix estaba triste.

Cinco minutos.

ㅡ¿Puedes apagar esa luz? Estoy tratando de dormir, por si no te diste cuenta, estoy muy cansado.

ㅡ¿Eh?

El mayor bufó y se levantó para verlo. Sus ojos estaban entrecerrados debido a la luzㅡ. Estoy tratando de decir que he trabajado a morir dos días seguidos, en un proyecto que puede darnos el dinero que no tenemos, en este momento, para poder vivir, así que quiero dormir al menos unas horas antes de volverme a ir para trabajary no puedo hacerlo, porque esa estúpida luz está encendida.

ㅡ¿Qué te pasa? ㅡDijo con una voz de asombro. No recapacitaba en las palabras que salían de su boca, sin saber que no era lo peor.

ㅡ¿Qué me pasa? Lo que pasa es que soy el único que trae el sustento a esta casa y eso me está matando. Mientras tú solo alimentas un capricho que no nos va a traer ningún beneficio.

Ese no era él, claro que no, y Felix lo sabía, quería comprenderlo, quería comprender su cansancio y frustración, pero le dolía todo lo que decía. ¿Qué podía hacer con eso? Tenía ganas de llorar.

Se levantó, molesto. ¿Cómo era posible que se sintiera así con él? ¿Había pasado antes que lo había hecho sentirse así? Eso no estaba bien.

Se dirigió a la puerta con esa molestia en su corazónㅡ. Yeongsu no es un capricho, tú me apoyaste en esto.

ㅡPero te dije que no estaba preparado.

Un portazo y un suspiro. Changbin estaba solo. Apagó la luz y se acostó, rendido.

Al día siguiente lo encontró acostado en el sillón, dormido. Se veía incómodo y con frío, porque no se había arropado con alguna manta. Lo había hecho mal y lo sabía. Había estado muy cansado y en esas situaciones se irritaba fácilmente, pero esa no era excusa para tratar así a su amado.

Ya iba a ser hora que se fuera al trabajo, sin embargo, no reparó en eso sino que lo cargó en sus brazos, cuidando no despertarlo, y lo llevó a la cama, acostándolo. Lo arropó y besó su frente. Era un ser tan angelical y frágil que tenía miedo de dañarlo con cualquier pequeña cosa, y aún así lo había hecho.

ㅡPerdóname, mi amor.

El australiano se removió en el sueño, no había nada más adorable para él y eso lo hizo sentir más culpable de lo que estaba.

ㅡYa no haré nada para dañarte, ¿está bien? Te lo prometo como que me llamo Seo Changbin ㅡvolvió a besar su frente, con una leve sonrisa.

De haber sido de otra forma se habría quedado ahí todo el día con él, diciéndole una y otra vez que lo perdonara, dándole mimos y besos como lo hacía cuando discutían. Pero no podía, no esa vez.

Se dirigió a la puerta para irse. 15 minutos tarde tomarían consecuencia en su trabajo, pero su trabajo también las estaba generando en su relación. Volteó a verlo, sintiendo su corazón más pesado, ¿qué le estaba pasando? Él era su todo, debía protegerlo, cuidarlo y estar feliz por él.

La habitación lucía tan apacible ahora, como sumergida en una inmaculada tranquilidad. Sin él, Felix podía descansar.

Changbin suspiró, lo estaba haciendo todo mal.